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En mayo de 2018 Bradley Cooper adquirió una preciosa casa adosada en el West Village de Nueva York por 13,5 millones de dólares. Después de buscar un hogar para establecerse con Irina Shayk y su hija, Lea de Seine, por el Upper East Side, el famoso actor se decidió por el barrio más bohemio de la Gran Manzana. Solo un año duró la convivencia con la modelo rusa, ya que en junio de 2020 la pareja se separó, mudándose Irina a un apartamento no muy lejos de la residencia de su ex con el fin de facilitar los traslados de la niña según su acuerdo de custodia compartida.
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La townhouse de Cooper, de varios pisos y casi cuatrocientos metros cuadrados es el claro ejemplo de la estética de la zona, con sus pintorescas calles, predominantemente residenciales, escapando al bullicio de la ciudad que nunca duerme y su particular trazado, nada que ver con el estricto cuadriculado con el que se planificó la expansión de Manhattan, por las que se puede caminar sin rumbo para perderse entre cafés, restaurantes de moda y boutiques vintage. La casa del actor, de 1905, había sido un edificio con cuatro apartamentos en alquiler hasta que un grupo de inversión lo compró en 2010 y lo reconvirtió y ahora tiene seis habitaciones y cinco cuartos de baño, un estudio en el sótano, un gran salón con techos de altura y, el gran lujo, un jardín trasero con terraza.
Podemos ver la entrada al famoso edificio de apartamentos de Friends en Redford Street. Aunque la serie se rodó en estudio, este era el edificio que se mostraba en los planes exteriores del hogar de Monica, Rachel, Joey y Chandler. Y los amantes de la serie Sexo en Nueva York se darán cuenta al caminar por el West Village que en sus calles se rodaron muchas de sus escenas. En el 66 de Perry Street está el apartamento de Carrie Bradshow. Por cierto, Sarah Jessica Parker y Matthew Broderick viven en la zona, plagada de estrellas. La sensación de cruzarse con caras conocidas es continua. Cameron Diaz, Liv Taylor, Calvin Klein, Julianne Moore, muy cerca da la famosa pastelería Magnolia Bakery, Tiger Woods o Julia Roberts son solo algunos de sus inquilinos más famosos. Y Jennifer Aniston también fue residente hasta el año 2012, cuando vendió su apartamento por más de seis millones de dólares.
Delimitado por la calle 14 (al norte), la calle West Houston (al sur), la 6ª Avenida (al este) y el río Hudson (al oeste), el West está situado justo al oeste de Greenwich Village, un barrio con el que comparte los restaurantes y clubes de jazz, el pequeño comercio… Sin embargo, mientras que Greenwich es más estudiantil y bullicioso, el West es más residencial y tranquilo. A principios y mediados del siglo XX, se convirtió en sinónimo de vanguardia y libertad artística. Sus calles estaban habitadas por escritores, actores, intelectuales y bohemios que situaron el barrio en el corazón de varios movimientos progresistas. De hecho, entre los lugares destacados están el club de jazz Village Vanguard y el bar Stonewall Inn, lugar de los disturbios de 1969 que significaron el comienzo del movimiento por los derechos del colectivo gay. El tiempo lo ha transformado y, hoy en día, es uno de los barrios más selectos de Manhattan, con casas cuyo precio de venta se cuenta por millones.
No hay que perderse la Jefferson Market Library en la 6ª Avenida. Con su pintoresca torre del reloj, este antiguo juzgado reconvertido en biblioteca pública recuerda a un pequeño castillo en mitad de Nueva York. Se puede entrar y curiosear, aunque el rincón con más encanto es el jardín comunitario, el Jefferson Market Garden, un oasis en medio de la ciudad. Y otra vez la ruta nos lleva a Sexo en Nueva York , porque ahí es donde se casaron Miranda y Steve. Y otro de esos muchos rincones secretos de Nueva York es el jardín de la iglesia St Luke in the Fields, escondido junto al templo y un auténtico remanso de paz.