Ya es habitual que el Mediterráneo se llene durante el verano de barcos de lujo capitaneados por celebrities de todos los países, gremios y círculos sociales. Esta vez, uno de los primeros en lucir superyate ha sido el tenista Rafa Nadal, que desde el año pasado añadió a su patrimonio un catamarán de 28 metros de eslora, valorado en cinco millones y medio de euros. La embarcación, que tiene capacidad para doce personas, tiene desde una piscina con hidromasaje hasta un garaje para guardar vehículos acuáticos.
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A las puertas de julio, el tenista ha sido fotografiado disfrutando de una panorámica de la costa balear, a bordo del 80 Sunreef Power Great White, el catamarán que se autoregaló el verano pasado, con motivo de su trigésimo cuarto cumpleaños, y que ha sido premiado como el mejor catamarán del mundo por la revista norteamericana de lujo Robb Report. Por aquel entonces, estrenó su nuevo ‘juguete’ acompañado de su mujer, Mery Perelló, con quien disfrutó de una soleada jornada con moto de agua incluida.
Con la nueva normalidad y el buen tiempo de vuelta a las islas, el tenista ha sido visto solo en compañía de otros tres hombres, disfrutando del sol en la parte trasera de la embarcación, que cuenta con una suite principal con un cuarto de baño a ras de suelo, un vestidor y escritorio. Seguro que esta no será la última salida del manacorí, que antes de adquirir este catamarán, a finales del año pasado, vendió su antigua embarcación: el Beethoven, un lujoso yate que vendió a los dueños la finca mallorquina Can Fierro.
Y es que si algo está claro, es el cariño que siente el tenista por su isla y por sus veranos en alta mar, pues no es la primera vez que le vemos disfrutando del buen tiempo y de algún que otro chapuzón acompañado de amigos y familiares. De hecho, la primera salida que realizó durante el verano pasado fue de la mano de su hermana Maribel y Mery. Asimismo, fue fotografiado atracando la embarcación en el Club Náutico de Porto Cristo, lugar donde suele amarrar su catamarán.