Mila Ximénez ha estado luchando contra un cáncer de pulmón con metástasis desde junio de 2020, sin embargo, finalmente no ha podido vencer la batalla y ha fallecido a los 69 años. En este último año, la periodista ha dado una lección de valentía y coraje y ha contado con el apoyo incondicional de su familia, que no se ha separado de ella ni un solo instante. En sus últimos días de vida, la colaboradora de Sálvame ha estado rodeada del amor de su hija, Alba Santana, y también de sus tres hermanos, Manolo, Concha y Encarna Ximénez, que han sido sus principales apoyos.
- Esta fue la última vez que vimos a Mila Ximénez en 'Sálvame'
La hija que la periodista sevillana tuvo con Manolo Santana llegó hace unos días a Madrid desde Ámsterdam (Países Bajos), donde vive junto a su familia. Alba quiso estar junto a su madre en estos momentos tan complicados y, desde entonces, ha estado acompañándola en casa. Lo mismo ha sucedido con sus tres hermanos, que siempre han estado muy unidos y lo han demostrado ahora más que nunca. Juntos se han enfrentado a la peor de las noticias, despidiéndose de su querida hermana en la más estricta intimidad.
- Fallece Mila Ximénez tras una larga enfermedad
- Las hermanas de Mila Ximénez siguen a su lado en los momentos más complicados
No es la primera vez que la familia ha tenido que hacer frente a esta enfermedad, ya que en 2015 Concha, la mayor de los cuatro hermanos, recibía este diagnóstico y, un año después, ocurrió lo mismo con Manolo, "mano derecha" de Mila. "Cada día que pasa me doy más cuenta de lo importante que sois en mi vida", afirmaba la propia colaboradora de televisión durante una entrevista en Sálvame.
Su última aparición en televisión
La periodista acudió a Sálvame el pasado 10 de marzo. Ese plató ha sido casi como segunda casa desde 2019, ya que era una de las colaboradoras habituales no solo en el programa semanal sino también en el Deluxe. Tan solo hacía unos días que Mila Ximénez había vuelto a los platós celebrando con alegría su retorno al trabajo y reapareciendo después de "un mes sin poder salir de la cama", como explicó a sus compañeros. En su última intervención en Sálvame, la sevillana apareció con un gorro de lana negro con adornos dorados. Un complemento que, tal y como ella misma explicó, tenía que ver con lo débil que estaba su pelo a causa del fuerte tratamiento médico al que se estaba sometiendo. "Estoy rezando pero quiero vivir", dijo mostrando una gran entereza, aunque confesó que ya no tenía miedo "y pasará lo que tenga que pasar".