Mila Ximénez no ha caminado sola este último año. Su hija Alba no se ha separado de ella ni un solo instante. A pesar de la pandemia y de vivir en Ámsterdam con su marido, Aviv Miron, y sus dos hijos, Alexander y Victoria, la joven, de 37 años, ha estado muy pendiente de su madre en todo momento, viajando a Madrid siempre que ha sido necesario como en junio de 2020, cuando Mila anunció que tenía cáncer de pulmón con metástasis en varios órganos. Han ido de la mano a las consultas médicas, pero también han disfrutado de inolvidables momentos, como unas tranquilas vacaciones en Marbella. Y, aunque no pudieron estar juntas en Navidad, Alba quiso sorprender a su madre con este mensaje. “Quiero que sepas que aunque ha sido un año muy difícil, me he sentido más cerca de ti que nunca y yo sé que juntas de la mano, poco a poco vamos a poder con los obstáculos que tenemos delante. Te quiero muchísimo", le dijo durante el especial de Nochebuena del programa La última cena. Mila, emocionada, respondió: "Dentro de poco esto pasará, tiene que pasar". Sin embargo, sus ganas de vivir no han podido con la enfermedad.
- Alba Santana ya está en Madrid para apoyar a su madre, Mila Ximénez, en su lucha contra el cáncer
Alba nació el 15 de abril de 1984 y su infancia estuvo marcada por la traumática separación de sus padres, Mila Ximénez y Manolo Santana. "No ha sido fácil ser la hija de Santana y Mila: son dos mundos opuestos, pero soy consciente de que los dos me han querido muchísimo", declaró la joven en una entrevista concedida a ¡HOLA! en 2013. Alba contó en aquella charla que con seis años tuvo que irse a vivir con su padre porque su madre "no podía mantenerme". "Cuando me fui a vivir con mi padre, tuve la suerte de que Otti (Glanzielus), su mujer, me acogió con los brazos abiertos", confesó. En el mismo reportaje reconocía que para ella no había sido nada traumático vivir con su padre y su mujer, aunque veía que su madre era la que realmente lo pasaba muy mal.
A los diez años regresó con Mila, pero a los 12 tuvo que volver con Manolo Santana porque su madre no encontraba trabajo. Alba tenía claro que la periodista había hecho todo lo que estaba en su mano para mantenerla junto a ella, pero "fue imposible" y defendió a su madre de cualquier crítica. "A los que dicen que mi madre me abandonó, yo les digo que ella me ofreció la mayor prueba de amor que puede ofrecer una madre: rota por el dolor, renunció a mí para que yo tuviera un futuro". Alba estuvo viviendo con su padre hasta los 18 años, cuando comienza a ir a la Universidad, y a partir de ese momento, la relación con su madre experimentó un gran cambio. "Obviamente, en cuanto me independizo, todo es más fácil porque ya no está mi padre por medio y mi madre ya no tiene ese sentimiento de que vivo con la otra mujer. Por eso todo empieza a sermás fácil", reconocía Alba.
Desde entonces, madre e hija han vivido momentos tan felices como la boda de Alba en 2006 con Abiv Miron - un economista israelí que trabaja desde 2008 en la empresa holandesa de transporte marítimo Ace Tankers- o el nacimiento de sus dos hijos. Alexander y Victoria, de 14 y 9 años respectivamente, se convirtieron en la debilidad de Mila, y Alba, consciente de ello, siempre que sorprendía a su madre en un plató de televisión hablaba de ellos. Porque la joven, a pesar de su discreción, ha sabido apoyar a la colaboradora cuando correspondía. Cuando Mila concursó en Supervivientes, Alba viajó hasta Honduras para felicitarla por su 64 cumpleaños y protagonizaron un emotivo encuentro.
También la sorprendió en Gran Hermano VIP. "No sé cómo lo verá el espectador, pero para mí como hija ha sido una lección enorme y me ha enseñado muchísimas cosas de ella que ni yo sabía. De la capacidad que tiene de superación", dijo en aquel momento. "La conozco muy bien y sé todos los retos que ha tenido que superar. Cada uno habrá pasado lo suyo, pero yo como hija sé que ella ha tenido que pasar cosas que para ella eran un mundo. Ha tenido bajones y mejorías y ahora la veo muchísimo mejor. Se va a llevar muchísimo de este concurso", añadió.
Alba tendrá muy presente a su madre, sobre todo, a la hora de educar a sus hijos, según declaró en 2009, cuando solo tenía a Alexander. "Me gustaría parecerme a mi madre en la relación con mi hijo, en poder contarnos las cosas abiertamente; en no tener ese miedo de tener que mentirle a tu hijo para que no te juzgue. Mi madre siempre ha sido muy abierta y siempre me ha contado las cosas, las buenas y las malas", afirmó.