Después de veinticinco años de carrera, este ha sido, sin duda, uno de los días más especiales en la trayectoria de Paz Vega. La actriz sevillana presentaba, en el Festival de Málaga , la película La casa del caracol, primer largometraje de la malagueña Macarena Astorga, que protagoniza junto a Javier Rey y donde debuta su hija, Ava, que en julio cumplirá doce años. “Como madre y actriz, ver que mi hija también tiene interés por la actuación es un orgullo”, declaraba Paz mientras, en el photocall, dejaba muestras de la unión y complicidad con “la niña de sus ojos”.
“Ha sido una experiencia muy bonita. Ella lo ha disfrutado bastante, ha coincidido con otra niña, Luna Fulgencio, y las dos han hecho un tándem estupendo. Pese a que había jornadas largas, de noche... lo han disfrutado y se lo han pasado muy bien”, añadía, aunque aún no se aventura a asegurar que Ava, que ya participó en Paquita Salas y, como modelo, en alguna campaña de moda, vaya a ser artista: “No me lo ha dicho, es muy pequeña todavía, tiene once años, está estudiando y, bueno, es una experiencia más y ya veremos a lo que se quiere dedicar”.
La protagonista de Lucía y el sexo, que acudía al certamen en familia, también con los chicos de la casa —su marido, Orson Salazar, y sus hijos, Orson y Lenon—, habló, además, como jurado del concurso Mask Singer , de la sorpresa de encontrarse a Isabel Preysler bajo la máscara de Gatita: “No me dio un infarto de milagro. Una cosa es intuirlo y otra es que se cumpla de verdad. Fue muy impactante y emocionante”, señalaba.
La casa del caracol cuenta la historia de Antonio Prieto (Javier Rey), un escritor en crisis que se traslada al pueblo perdido de Quintanar en busca de tranquilidad e inspiración. Allí alquila a Berta (Paz Vega) un caserón rural que, como todo el pueblo, esconde una historia inquietante, donde las supersticiones se mezclan con los rumores sobre la existencia de ‘El Vímero’, una extraña criatura que tiene aterrorizados a los vecinos desde hace varias generaciones.