Para ella no hay cosas imposibles y lo ha demostrado dando un giro radical a su vida profesional a sus cincuenta años recién cumplidos. Penny Lancaster, mujer de la estrella del rock Rod Stewart, siempre ha sido conocida por su faceta de modelo y fotógrafa y, ahora, se acaba de convertir en agente de Policía. Todo comenzó a raíz de su participación, en 2019, en el programa Famous and Fighting Crime, de la televisión inglesa, en el que varios famosos entran a trabajar con la Policía británica. Ahí nació su interés por esta profesión y se puso una meta: llegar a ser policía.
El pasado mes de septiembre, se puso manos a la obra para cumplir su sueño: se alistó como voluntaria y comenzó una dura formación que ha durado ocho meses. Ahora, ha conseguido convertirse en agente especial y patrulla las calles de Londres como un agente más. “La gente no me reconoce como Penny Lancaster cuando estoy de servicio… Simplemente, agradecen que estemos ahí y eso es muy gratificante”, decía a Hello!
Con esto ha dado una lección de superación, sobre todo, a su familia, que, aunque la apoyó desde el primer momento en su nueva andadura profesional, sentía algo de miedo. “Quiero demostrarles a mis hijos que es importante seguir el camino que deseen en su vida, aunque sea considerado peligroso. Rod y los chicos estaban un poco nerviosos por que me uniera a la Policía por todo lo que uno escucha en las noticias, pero logré que entendieran que hay muchísimas mujeres, hijas, hermanas y madres que son oficiales de Policía y, de esa manera, contribuyen a su comunidad”, confiesa.
En cuanto a su edad, no ha sido un impedimento, aunque reconoce que ha tenido que llevar un duro entrenamiento: “En este trabajo tienes que estar en forma, caminando constantemente en jornadas de cinco horas, en las que también llevamos el peso de nuestro equipo. Normalmente, salgo a patrullar con policías que tienen la mitad de mi edad y les sigo el ritmo a todos”.
Casada con Rod Stewart desde 2007 y madre de dos hijos, Alastair, de quince años, y Aiden, de diez, disfruta de su nueva profesión y se siente una más entre sus compañeros: “Siento que me uní a una nueva familia en la que fui totalmente aceptada”.