No me gusta nada el rosa, pero diría que veo la vida a través de un cristal de ese color, en el sentido de que me gusta ver el lado positivo de las cosas, el lado bueno, el más disfrutón, e intento sacarle partido”, nos dice Amaia Salamanca, que celebra el cincuenta aniversario de Sunglass Hut presentando el lanzamiento de la edición limitada, creada para la ocasión, de seis gafas de sol que reflejan el estilo y el espíritu de cada década desde que se fundó la compañía.
Después de tres meses de intenso trabajo rodando la serie Bienvenidos a Edén y viajando de un lado a otro —“Lanzarote, Teruel, Gerona, Barcelona. Muchos sitios y mucho trajín”—, la actriz se plantea ahora un verano de “relax, como unas vacaciones escolares, y estar con los niños. Me apetece verano familiar y visitar a mi familia, en el norte, y, en el sur, a mi familia política, que durante todo este tiempo no hemos podido viajar a verlos”. Siempre discreta al hablar de su pareja y padre de sus hijos, esta misma semana se conocía su fichaje para el consejo de Acciona Energía: “Estoy orgullosa, es una persona muy trabajadora y me siento feliz de que todo vaya bien” dice sobre su éxito empresarial aunque recuerda que “yo tengo esta vida más expuesta y él la tiene un poco detrás de las cámaras y nos gustaría mantener eso. Pero siempre que le vaya bien a él, por supuesto fenomenal para toda la familia”.
-Amaia acabas de terminar el rodaje de tu nueva serie.
-Sí, terminamos la semana pasada Bienvenidos a Edén para Netflix. He estado algo más de tres meses entre idas y venidas rodando en Lanzarote, en Teruel, en Gerona, en Barcelona. Muchos sitios y mucho trajín.
-¿Y ahora qué planes tienes para el verano?
-Ahora relax, ¡y vacaciones escolares! –ríe-. He unido muchos proyectos desde agosto del año pasado; empecé la comedia Por los pelos de Nacho García Velilla, que se estrena en octubre, luego uní con una serie para Movistar de Pau Freixas, que se llama Todos Mienten y después esta de la que hablaba. Así que ahora me apetece cogerme como unas vacaciones escolares de verano y estar con los niños. Mi profesión no tiene un horario de oficina y hay momentos que paso mucho tiempo fuera de casa, pero cuando puedo estar con ellos, me gusta aprovecharlo.
-El año pasado os instalasteis en Marbella ¿os ha cambiado mucho la vida?
-En un principio nos instalamos en Málaga, efectivamente, pero luego me salió este proyecto en el que tenía que estar viajando, y al final lo hacía desde Madrid porque era la manera más sencilla, desde Málaga las conexiones no son tan regulares y además había muchas menos a causa de la Covid.
-Siempre has compatibilizado la maternidad y el trabajo, pero ahora que tus hijos son un poco más mayores te resultará más fácil.
-Sí, sin duda. Tengo ayuda en casa y eso me ha facilitado mucho las cosas, pero también tengo muy claro que me encanta mi profesión y quiero seguir dedicándome y disfrutando de ella. Y aunque estos tres meses he estado viajando mucho, también está bien que la familia sepa que es la profesión de mamá y que mamá sale de casa para ganarse el dinero. Y esos son los valores que quiero darles a mis hijos, que tanto mamá como papá trabajan para ganar dinero para su estabilidad y para su vida.
-Hablando de gafas de sol ¿de qué color es el cristal con el que miras la vida?
-(Ríe) No me gusta nada el color rosa, pero diría rosa porque siempre me gusta ver el lado positivo de las cosas, el lado más bueno, el más disfrutón e intento siempre sacar partido a todo. Aunque te diré que en muchas ocasiones soy como una montaña rusa e igual que a veces estoy con una alegría tremenda, hay momentos en los que me da un bajón. Pero por lo general siempre intento mirar todo con positivismo.
-¿También cuando tus niños te la lían?
-(Ríe) Claro. Si algo me ha dado la maternidad es un poco de paciencia. Soy una persona muy impaciente y muy nerviosa pero es que con los niños, de alguna manera, te hacen respirar un par de veces profundamente y tienes que tener esa tranquilidad.
-En marzo cumpliste treinta y cinco, ¿qué tal te han llegado?
-Bien, con tranquilidad, en familia, porque tampoco hay mucho más que se pueda hacer y bastante asumido. Al menos este año no he llorado, en los cumples siempre lloro. Es verdad que debo tener ya mi crisis de los cuarenta –ríe-.
-Nunca te ha importado cambiar de imagen, de rubia, morena... pero recientemente compartiste una foto natural, con canas.
-Me teñí antes de ayer por un tema profesional, pero llevaba seis meses sin teñirme y era el color de mi pelo y encantada. La verdad que tengo solo un mechón. Me gusta, forma parte de cada uno. Ahora lo llevo bien, cuando se me llene todo el pelo a lo mejor ya no lo llevo tan bien –ríe- pero de momento...
-¿Eres muy crítica contigo misma?
-Estamos tan expuestos que te mentiría si dijera que no. Cuando estoy interpretando un papel me da igual salir como salga porque es el papel que estoy interpretando y no busco estar guapa. En cambio, sí hago un evento como el de hoy, pues sí, me gusta ponerme los tacones, que no me los pongo nunca, porque siempre en mi vida voy en deportivas...
-Del confinamiento has sacado cosas positivas.
-Ha sido un momento duro para todo el mundo porque ha habido mucha gente que ha perdido a familiares o amistades, pero sí queremos ver las cosas positivas, pues mira, lo hemos pasado en familia, que en ninguno momento creo que una familia se hubiese podido reunir durante tres meses seguidos, tener esa convivencia, para bien y para mal, porque al final también te hace ver hasta dónde tienes paciencia; pero luego es muy bonito, todos unidos y compartiendo esos momentos familiares que de otra manera no los hubieras compartido.
-Hace tiempo dijiste que con tres te plantabas, pero resulta que hay un nuevo miembro en la familia.
-(Ríe) Sí, claro. Tenemos un perrito, llegó por mi cumpleaños. León se llama, es un Golden Retrevier, es una maravilla. Me encantan los perros yo siempre he tenido y creo que a los niños les viene muy bien convivir con una mascota.
-Ahora que Rosauro es patrono de la Fundación del Teatro Real ¿vais más a menudo?
-Pues reconozco que a óperas no había asistido tan asiduamente como estoy yendo ahora. Y es increíble poder estar en el Teatro Real disfrutando de estas óperas, que todavía estoy conociendo... la gente siempre dice que tienes que entrar en este mundo con las italianas, porque son más fáciles y en eso estoy, disfrutándolo mucho. La cultura es segura, la gente tiene que saber que puede ir al teatro, al cine, a los espectáculos.
-Siempre buscando nuevos retos Amaia.
-En una ópera, obviamente no, pero trabajar en un musical me fascinaría porque es tan difícil interpretar, cantar y bailar durante dos o tres horas… verlo me maravilla.
-Un nuevo descubrimiento el mundo del la Ópera.
-Sí, estoy haciendo un nuevo descubrimiento. Nunca es tarde para aprender.
-El otro día coincidisteis con Cayetana Rivera, los duques de Huéscar... ¿Tenéis mucha relación?
-Estábamos cenando en el mismo restaurante y al terminar fue esto que te saludas a la salida, son encantadores y maravillosos, pero no hay una relación con ellos. Luego ponían que habíamos cenado juntos, pero no fue así.
-¿Y qué reto deportivo te has puesto este año?
-(Ríe) Este año no me he puesto ninguno… no sé, golf… es como muy de verano. Algo pensaré, ríe de nuevo.
-Una año triatlón, otro escalada, a lo mejor te animas con el puenting.
-Claro, como cada año una cosa, que si triatlón, que si escalada. A lo mejor haces ahora puenting o algo así. Es como qué pesada, seguro que dice un montón de cosas y luego no hace ninguna (ríe). Puenting ya hice, todo lo que tenga que ver con volar me gusta mucho.
-¿Cuál es tu papel soñado que te gustaría hacer pero aún no te ha llegado?
-Un papel de acción, creo que a lo mejor en España no estamos tan acostumbrados, pero sí un Kill Bill o algo porque al final también es un reto físico y eso me gustaría. No solo a la hora de interpretar sino el reto físico también me interesa.
-Sigues practicando deporte?
-Ahora he vuelto un poco a la rutina. Soy de gimnasio y con un entrenador personal que si no me entra pereza.
-¿Te gusta hacer vida social o eres más casera?
-Me gusta hacer vida socia y disfrutar de todo lo que tengo alrededor e incluso trabajando me gusta encontrar el momento para estar con los compañeros y salir un momento del personaje y de la serie que esté haciendo y tomarme algo y desconectar. Y al mismo tiempo soy casera también pero me encanta que vengan los amigos o la familia a casa.
-El año pasado se quemó Puro Beach el club de playa de Rosauro. ¿Qué tal va la reconstrucción?
-No lo sé, eso forma parte de la vida empresarial de Ros y lo lleva él. Pero para este verano no va a haber nada todavía. Creo que va para más largo.