Dentro de unos días, Carla Pereyra celebrará su segundo aniversario de boda con Diego Simeone, con quien contrajo matrimonio en una íntima ceremonia, en Argentina, en junio de 2019, y casi tres meses después, en la Toscana. Es un momento de grandes alegrías en casa de la modelo y el entrenador de fútbol, después de alzarse el Atlético de Madrid con el título de campeón de Liga y vivir con emoción, la pasada semana, la boda de Giovanni, el hijo mayor de Diego, con Giulia Coppini, en Ibiza, de la que informamos en estas páginas. Hablamos con Carla de sus prioridades hoy, su vida en familia con sus niñas —Francesca, de cuatro años y Valentina, de dos— y nos da las claves de su forma física.
—¿Qué es lo que más aprecias de tu vida familiar?
—El proceso de crecimiento en el que estamos es maravilloso, interactuar con los peques es fantástico.
—¿El mejor momento junto a tus hijas cuál es?
—Las mañanas, cuando nos levantamos y vamos los cuatro al cole, charlamos mucho y compartimos ese momento siempre en familia
—¿En qué momento vital estás?
—Como mujer, la maternidad siempre te cambia y mis prioridades ahora son mucho más esenciales, como pasar tiempo con ellas, crecer como familia, cuidar de los míos... Eso me hace muy feliz.
“El mejor momento del día con las niñas son las mañanas, cuando nos levantamos y vamos los cuatro al cole, charlamos mucho y compartimos ese momento siempre en familia”
—Empezaste muy joven en la moda, ¿qué te ha dado y qué te ha quitado?
—Me ha dado la posibilidad de conocer mucha gente muy interesante, creo que eso es un tesoro... Por otro lado, me fui muy joven de casa, me hubiera gustado pasar más tiempo con mis padres.
—¿Sientes que hay algo que te quede o que te gustaría hacer?
—Nada, es un momento que ya pasó. Hoy me divierto haciendo estos pinitos porque siempre son buena excusa para ver a amigos del ambiente.
—¿Cómo es tu día a día en la actualidad, Carla?
—Me despierto a las siete y media, hago mis estiramientos, despierto a la familia y nos vamos al cole, entreno por las mañanas y luego ya lo que marque mi agenda... Cada semana es diferente, pero reparto el tiempo entre las inversiones familiares, la decoración de los pisos, las fundaciones con las que trabajo y algo de moda siempre hay...
—¿Nos puedes desvelar tu mejor truco de belleza, más allá de los dos litros de agua y ocho horas de sueño?
—(Ríe). Creo que sentirte plena y ser agradecida con el momento, eso se refleja... Cuando uno está en su punto de equilibrio, todo es más armónico. Aunque tengo mis momentos en los que colapso, como todo el mundo, pero es vital la alimentación para ese proceso... Mucho verde cada día, equilibrar los tiempos y escuchar a tu cuerpo.
—¿Cuáles son las claves de tu tipazo, Carla?
—Desde hace siete años, entreno cuatro o cinco veces por semana... La clave es la constancia y el esfuerzo, pero debes encontrar algo que te vaya bien y con lo que te sientas cómoda para poder aguantar en el tiempo.
—¿Tienes un entrenador personal que te marque las pautas a seguir?
—Trabajo desde hace siete años con Crys Díaz, ella me ha enseñado y guiado mucho en este proceso.
“Francesca es muy dulce, buena hermana y sociable... Valentina es más audaz, más valiente y ¡ha dado un pelín más de guerra! Pero cada una me divierte muchísimo a su manera”
—¿Y cuál es la rutina que sigues?
—Como te decía, entreno cuatro veces por semana y hago un día de yoga, además, siempre estoy en movimiento con las peques, cosas de la casa... No paro quieta… Pocas veces me verás frente a la televisión, por no decir nunca.
—¿Qué horas del día rescatas para dedicártelas a ti misma?
—Alguna mañana que ellas van al colegio y, entre reuniones, me meto algo de belleza en agenda.
—¿En la alimentación también eres cuidadosa?
—Muy cuidadosa, en casa procuro no tener azúcares, comer muchas verduras a diario, hidratos saludables... y, por suerte, todos en casa nos hemos adaptado muy bien a estos cambios.
—¿Qué tipo de menús, por ejemplo, se pueden comer en tu casa?
—Cocinamos mucho vegano, aunque, como argentinos, nos encantan los asados, pero la clave es el equilibrio en todo. Lo que sí te puedo decir es que el mundo de lo vegano, las especias, los frutos secos, es apasionante y se pueden hacer menús deliciosos ¡y no te faltará de nada!
—Algún capricho te darás… ¿A qué no te puedes resistir?
—A un momento con mi marido o una amiga y mi copita de vino... Es el momento de desconexión y de capricho, porque lo dulce no me apetece nunca.
—¿Eres tan exigente contigo misma en todo?
—Soy demasiado exigente, a veces no es tan bueno porque pierdo ese equilibrio, pero, en fin, son procesos de aprendizaje en la vida también.
“Desde hace siete años, entreno cuatro o cinco veces por semana y un día hago yoga, además, siempre estoy en movimiento con las peques, no paro quieta…”
—Como dices, también te mantiene en forma no parar con las niñas, ¿quién es más traviesa de las dos?
—Francesca es muy dulce, buena hermana y sociable... Valentina es más audaz, más valiente y ¡ha dado un pelín mas de guerra! Pero cada una me divierte muchísimo a su manera.
—Valentina acaba de celebrar hace poco su segundo cumpleaños, ¿cómo es?
—Es muy inteligente, habla y canta y se ha quitado sola el pañal, tiene habilidades motrices que destacan. Es para comérsela.
—Francesca tiene ya cuatro, ¿qué te sorprende de ella?
—Sus preguntas, una más intensa que la otra. Me sorprende de repente, a las ocho de la mañana, con pensamientos mas allá de su edad... Creo que es parte de cómo las educamos también.
—Vinculada al mundo de la moda de siempre, ¿cómo te gusta vestirlas?
—Me gusta que sean niñas, están en el momento de todo rosa y unicornios, que no es mi preferencia, pero creo que, si las hace felices, se lo puedo permitir. Yo soy más de líneas y colores puros, por mí irían con linos, sedas y organzas naturales y fluidas.
—Después de tantos años en Madrid, ¿te sientes en casa?
—Argentina está en mi corazón, pero Madrid es mi casa y siempre lo será.
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