Lleva más de quince años en la música, pero es ahora cuando Álex García-Obregón está decidido a triunfar. “Mis influencias son el rock, funk, electrónica, el indie… Todo catalizado bajo mi personal prisma pop”, explica a ¡HOLA! el cantante, de 33 años, que es el segundo de los tres hijos de Juancho, el hermano de la Ana Obregón. Más allá de ser el sobrino de la presentadora, Álex acaba de lanzar el single Humans, el adelanto de un próximo álbum, que llamará All Of The Above y que lanzará a finales de año o 2022. “El nombre del disco significa ‘todo lo de arriba’. O ’todas las respuestas anteriores’. Hace referencia a mi poco interés en definirme y también a mi lado más espiritual y cósmico”, nos explica el artista, que se hace llamar ‘Al Ex’ –@al_exofficial, en Instagram–, renunciando a su sonoro apellido.
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–¿Cómo definirías la música que haces?
–Soy un cantautor productor moderno, algunos lo llaman bedroom producer, con curiosidad y capacidad para varios estilos musicales. Canto en español e inglés y mis influencias oscilan entre el rock, el funk, la electrónica, el indie rock... Todas catalizadas bajo mi personal prisma pop.
–Háblanos de Humans, el adelanto este nuevo proyecto que estás preparando.
–Humans es el primer single de All Of The Above y el videoclip lo he dirigido y editado yo mismo. La canción tiene aires electrónicos mezclados con ambientes acústicos. Es un tema que tiene alma, ritmo y fuerza, llena de dobles mensajes sugerentes. Habla del día en el que por fin nos sentimos todos del mismo lado, exentos de estereotipos y prejuicios, de racismo, de las innumerables e injustas guerras y crisis precocinadas, de todo tipo de negligencias humanitarias, políticas, tecnológicas y científicas… Humans propone hacernos fuertes por la riqueza de nuestras diferencias y alcanzar el punto de encuentro en las similitudes que sí compartimos. Es también un recordatorio del mágico poder de creación y manifestación de los seres humanos y de la responsabilidad que debemos tener con nuestro planeta y todos los seres que hay en él.
–¿Cuándo saldrá el disco completo?
–Con seguridad, el álbum verá la luz en este año o el siguiente. La idea era publicar singles poco a poco, de manera independiente, pero estoy en conversaciones con algunos sellos y contactos. Te confieso que es verdaderamente complicado estar solo a la hora de componer, producir, distribuir, hacer marketing, llevar las redes sociales, bookear conciertos, ensayar, hacer prensa y promo… Ahora mismo no puedo dar más detalles, pero muy pronto se verá el porqué del retraso.
“He tenido todo tipo de trabajos: he vendido seguros, he sido comercial y técnico de atención al cliente, he hecho alguna cosilla de modelo y soy profesor de guitarra… Hay facturas que pagar y la industria de la música es complicada. He llegado a tener tres trabajos a la vez”
–¿Cuándo empezó tu contacto con la música a nivel artístico?
–Empecé a tocar la guitarra a los diez años porque vi a mi primo mayor Hugo con una guitarra eléctrica un verano y quedé absolutamente fascinado. Empecé con clases y, en muy poco tiempo, estaba tocando decentemente, componiendo mis primeras canciones, participando en galas para Yamaha.
–¿En qué momento te animaste a grabar?
–Cuando empecé a componer, a los doce, me di cuenta que tocar no me saciaba. A los dieciocho empecé a aprender producción musical con Ableton Live –programa de ordenador–. También monté mi banda, The Waste Of Time, con los hijos de mi profe de guitarra, el gran Rodolfo del Fresno, que son Abel y Pablo del Fresno, y con David Bao, a la batería. A veces, no se creían que la banda contratada fuera con chavales tan jóvenes. Vueltas del destino, años más tarde, les llamé a ellos para la producción de mi disco en solitario y para grabar ciertas partes. Pablo ha sido el encargado de hacer la masterización y darle el último toque de gracia al disco. Son grandísimos músicos y verdaderos amigos.
–¿Tienes alguna colaboración soñada?
–Me encantaría colaborar con Mónica Naranjo. Con once años me disfracé de ella en una fiesta, peluca rubia y morena unidas y todo. Es muy posible que tenga un pequeño crush con ella –flechazo–, desde entonces (ríe). Me parece un derroche de talento, elegancia y buen gusto, técnicamente inmaculada y espectacular siempre. También sería un sueño colaborar con Alejandro Sanz y Pitingo, por los que tengo una grandísima admiración. Por otro lado, tengo amigos que son músicos maravillosos, como Guille Furiase o Pional, con los que me encantaría hacer algo bonito en el futuro.
–En al proyecto te haces llamar Al Ex, a secas. ¿Crees que los apellidos pueden jugar en tu contra?
–Escogí no usarlo por varios motivos, pero no por pensar que puede jugar en mi contra. En un principio, no quería ‘aprovecharme’ de la fama del apellido porque quiero labrarme mi propio camino a mi manera y con mi propio esfuerzo. A nivel internet, obviamente hay mucha literatura existente con el apellido y el nombre Álex… Por Alessandro, claro. Entonces, preferí empezar de cero. Todo el mundo siempre me dice que debería usarlo. Creo que, al final, dará igual que se me conozca por mi nombre completo o por un pseudónimo si hago bien mi trabajo. Estoy superorgulloso de mis apellidos y de mi familia, a la que adoro.
–¿Qué opina tu familia sobre tu faceta artística?
–Mi familia siempre me ha apoyado desde el principio. Empezando por mi padre y madre, que han visto cómo lo daba todo en lo que realmente amo. Entiendo que es duro ver cómo tu hijo se propone hacer una carrera complicada y el sufrimiento que conlleva a veces, pero siempre han sabido arroparme y entenderme. El resto de mi familia, como hermanos, tíos, primos y abuelos, todos siempre me han apoyado y animado. Son testigos de la pasión que tengo desde muy pequeño, porque siempre tengo una guitarra pegada a mí o me agarro a los pianos.
–¿Cuesta hacerse un hueco en la música?
–Cuesta. Hay mucha competencia y ciertas barreras de entrada a la industria y al mercado, pero todo es aprender las claves, trabajar mucho, ser humilde y creértelo a la vez, y tener la suerte de encontrarte a las personas correctas por el camino. No es imposible si lo puedes soñar. La perseverancia hasta casi el punto de locura es un factor fundamental. Por lo menos, llevo quince persiguiendo a la música. He trabajado haciendo bolos, en orquesta, como ghost writer, componiendo para publicidad o cine... Mi deseo es que este álbum solo sea el principio de una larga carrera discográfica.
“Mi primo Aless es un ángel que ha dejado un enorme vacío, pero también, una lección de vida que nos hará recordar la colosal valentía y tenacidad que demostró en su lucha contra el cáncer.”
–A pesar de llevar tantos años dedicado a la música, tienes un trabajo convencional. Cuéntanos a qué te dedicas.
–Soy graduado en Comunicación Publicitaria y me dedico a la creatividad, al diseño gráfico, al marketing, a la edición de video y VFX, además de al diseño web. He trabajado en agencias, multinacionales y mucho como freelance. Aparte, he tenido todo tipo de trabajos: he vendido seguros y productos financieros, he sido comercial y técnico de atención al cliente, he hecho alguna cosilla de modelo… También soy profesor de guitarra y he trabajado en producción audiovisual. Antes de la pandemia, estaba haciendo el micromusical de los Beatles, 50 Years Without Lucy, en el teatro Tribueñe, en Madrid. La verdad que no es sencillo compaginar vida normal con vida de artista. Sobre todo, en las primeras etapas, en las que no te comes un colín. Hay facturas que pagar y la industria de la música es complicada. He llegado a tener tres trabajos a la vez.
–Pese a todo, no has querido seguir con los negocios inmobiliarios, que es un sector en el que tu familia tiene un gran peso. ¿Por qué?
–Simplemente, escogí mi propio camino. Me siento tremendamente afortunado y orgulloso de la familia que tengo y de lo que han conseguido con su capacidad de trabajo y perseverancia.
–También trabajaste en Polar Marketing, la agencia de tu primo Aless Lequio. ¿Cómo recuerdas esa etapa?
–La recuerdo con mucho cariño. Trabajé como creativo en la agencia y realizamos campañas y acciones muy bonitas. Aless me dio una oportunidad cuando estaba en un momento complicado y es algo que agradeceré siempre. Ser testigo de lo que construyó junto con su socio, Nacho Ansorena, desde la cultura de trabajo hasta el buen ambiente que había en la agencia, fue toda una experiencia y un placer. Aprendí muchísimo del equipo y, sobre todo, de Nacho y Aless, que llevaban el negocio impecablemente. En mi opinión, revolucionaron la nueva industria del marketing digital y fueron pioneros en España del Influencer Marketing actual. Aprovecho para mandar un saludo muy fuerte a toda la familia de Polar Marketing, que les echo de menos a todos.
–Tu primo también desarrolló una faceta musical y hasta llegó a compartir vídeos de canciones suyas rapeando. ¿Solíais hablar de música con él?
–Aless y yo éramos muy cercanos, como hermanos. Desde luego, uno de los mejores amigos que tendré. Aprendimos muchísimo el uno del otro y disfrutábamos de interminables conversaciones existenciales, de filosofía, espiritualidad, proyectos de futuro… Por supuesto, también de música. Durante estas noches de charla, también grabamos juntos en el estudio de mi casa. Estas grabaciones que tenía de él las pude incorporar en algunos de los temas de mi nuevo disco: he usado su voz, como loop, en un par de canciones. Es algo que a él le hacía mucha ilusión. Siempre creyó en mí como músico y siempre me decía que sabía que me iba a ir muy bien.
–¿Alguna vez te ha tentado la idea de probar como actor, como tu tía?
–¡Es un poco como mi profesión frustrada! He hecho alguna cosilla fuera de mis videoclips, delante de la cámara, aunque no tengo ningún tipo de formación. En la universidad, durante mi Erasmus en Holanda gane el ‘Oscar’ a mejor actor en un concurso de cortos.
–¿Y en televisión?
–La televisión también me interesa mucho. Echo en falta un programa de música en televisión de entrevistas, música en directo… Me encantaría conducir un programa así. En la cuarentena creé mi propio podcast, The Alien Room. Allí entrevisto, en inglés y español, a distintos invitados sobre temas espirituales, esotéricos, sobre arte o noticias “alternativas”… Creo que soy buen comunicador. Si no hiciera música, seguro habría perseguido una carrera en cine o tele.
“De mi abuela siempre recordaré la última de esas miradas que compartimos. En sus preciosos ojos verdes vi el universo y me transmitió paz, amor y serenidad.”
–Antes hablábamos de tu primo Aless, cuya triste pérdida se produjo hace un año. ¿Qué destacarías de él?
–Alessandro era una de estas personas que cuando entra en una habitación la iluminaba. Tenía una facilidad para crear buen ambiente y buen rollo al instante, en cualquier situación. También tenía una madurez y sensatez enormes que sabía encender y apagar con mucha gracia. Es un ángel que ha dejado un enorme vacío, pero también, una lección de vida que nos hará recordar la colosal valentía y tenacidad que demostró en su lucha contra el cáncer. También su actitud ante la vida en general, el saber reírse y disfrutar activamente del presente desde el corazón. Admiro de él todo: su ingenio, su fuerza, su inteligencia, su empatía, su generosidad... Para mí, es un ejemplo en todos los sentidos. Era un ser humano extraordinario.
–No sé si por edad tenías tanta relación con él, como tu hermana Marta y tu prima Celia, pero, ¿qué recuerdos guardas de él?
–Es verdad que yo soy un poco mayor, pero conectábamos perfectamente. Algo que hacía como nadie era ser el pegamento entre todos los primos a pesar de las edades dispares. Era superdetallista, atento y predicaba y practicaba mucho el valor de la familia, la unión, la hermandad… Siempre voy a recordar esas noches en Mallorca viendo las estrellas desde la playa, tocando música, hablando de cómo íbamos a encontrar el éxito en lo nuestro y muriéndonos de risa hasta las tantas.
–¿Cómo se encuentra tu tía Ana en estos momentos?
–Por el enorme respeto que le tengo a mi tía, no me gusta hacer declaraciones al respecto. Pero sólo quiero decir que la quiero mucho y que estoy tremendamente orgulloso de ella y de Alessandro padre, por la fuerza, unión y espíritu de superación que están demostrando. Como familia, son un ejemplo para todos nosotros.
–Tu familia está llena de grandes mujeres. ¿Qué puedes decir de tu abuela, que acaba de fallecer?
–Mi abuela era una mujer ejemplar llena de clase y de una gran de inteligencia emocional. Era y siempre será la piedra angular de la familia. Siempre estaba atenta al más mínimo detalle para que todo el mundo estuviera cómodo y feliz. Compartíamos el amor por la música y había una conexión muy especial.
–Qué bonitas palabras, Álex.
–Mi abuela y yo nos mirábamos en silencio, de manera cómplice, durante segundos, y parecía que habíamos mantenido una conversación de horas. Siempre recordaré la última de esas miradas que compartimos. En sus preciosos ojos verdes vi el universo y me transmitió paz, amor y serenidad.
–Tu padre, Juancho, es una persona totalmente desconocida. ¿Qué nos puedes decir de él?
–Es un hombre elegante, discreto, sensible, bueno, inteligente y generoso. Es una de las personas más importantes de mi vida. Aunque en ocasiones no hayamos estado del todo de acuerdo en algunos temas, siempre nos entendemos e, incondicionalmente, me apoya en todo lo que hago.
“No sé qué percepción tendrá la gente, pero somos una familia totalmente normal, con nuestras risas, nuestras riñas y muchísimas anécdotas y momentos compartidos. Un poco como de serie”
–Hablemos un poco más de ti. ¿Tienes pareja?
–Ahora mismo, no. He aprendido a valorar mi soltería. Creo que hay que saber salir con uno mismo antes de salir con otra persona. Pero estoy abierto a tenerla, si encuentro a esa chica que me deslumbre, con la que puedo tener una conexión intelectual, emocional y física de otro mundo y que me quiera bonito.
–¿Eres ligón o exigente? ¿Te conquistan o conquistas?
Soy bastante romántico y amigo de mis parejas. Cuando alguien me gusta de verdad, lo doy todo. Creo que la posibilidad de un proyecto conjunto de futuro es también importante a mi edad. Después de haber sido un poco golfo en mis veintes (ríe), tengo ganas de encontrar a alguien especial. Es posible que sea exigente aunque, a veces, no saldría ni conmigo mismo (echa una carcajada).
–¿Qué crees que es lo que más llama la atención de tu personalidad?
–Pues soy un Piscis bastante de manual: muy sensible, creativo, empático, observador y, a veces, impulsivo. Otras le doy muchas vueltas a todo. Prefiero mantener un perfil discreto a ser el protagonista y no soporto la mala educación y la falta de respeto y de consciencia. También diría que soy perfeccionista casi hasta la locura y muy transparente. Si algo o alguien no me gusta, se me nota al instante. Además, siento un fuerte vínculo con las causas perdidas o las injusticias del mundo.
–¿Cómo has crecido siendo un García-Obregón, que es un apellido tan conocido?
–Me considero muy afortunado de la familia que tengo y la vida y educación que mis padres se han esforzado mucho para darnos a mis hermanos y a mí. Mi vida ha sido más peculiar por mis propias decisiones que por el apellido que tengo, la verdad. No sé qué percepción tendrá la gente, pero somos una familia totalmente normal, con nuestras risas, nuestras riñas y muchísimas anécdotas y momentos compartidos. Un poco como de serie (ríe).