Divorciados, pero siempre unidos. Así es como, al parecer, Sara Carbonero e Iker Casillas se han planteado vivir su nuevo estado civil: de una manera modélica y totalmente civilizada. Y todo apunta a que lo están cumpliendo al pie de la letra.
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Han pasado tres meses del famoso comunicado en el que la periodista y el exportero hacían pública su separación, pero, sorprendentemente y pese a esta drástica decisión, el afecto sigue reinando entre ellos. Tal y como anunciaron, en su relación la prioridad es el bienestar de sus dos hijos, Martín y Lucas, de siete y cinco años.
“Tanto Iker como yo nos sentimos enormemente orgullosos de la familia que somos. Hoy, nuestro amor de pareja toma caminos distintos, pero no lejanos, puesto que continuaremos juntos en la maravillosa tarea de seguir siendo padres dedicados, como hasta ahora lo hemos hecho. Es una decisión muy meditada y que tomamos de mutuo acuerdo”, se podía leer en el escrito que difundieron el pasado 12 de marzo.
Prueba de la buena sintonía que existe entre la guapa toledana y su exmarido es la imagen que Casillas compartió con sus seguidores, hace unas semanas, con motivo de su cuarenta cumpleaños, en la que ambos aparecían sonrientes al lado de sus pequeños.
Juntos de nuevo
Ahora, Sara e Iker han vuelto a estar juntos, como atestiguan las imágenes que ilustran estas líneas. En estas fotografías, las primeras de la expareja desde que anunciaron su ruptura, la periodista y el exguardameta aparecen en el coche del deportista. Iker, que días después de aquel 12 de marzo abandonó la casa que compartía con Sara y sus hijos para instalarse en un piso de soltero, quiso enseñarle la vivienda a su exmujer, momento en el que las cámaras los captaron entrando en la urbanización de las afueras de Madrid donde se encuentra el inmueble.
El encuentro se produjo días antes del quinto cumpleaños del más pequeño de sus hijos, Lucas, que fue el pasado 2 de junio. Aunque, esta vez, la celebración familiar no ha trascendido, su madre quiso compartir su felicitación con sus seguidores. Además de publicar una foto del niño, le dedicó una extensa carta: “Otro cumple atípico, distinta ciudad, pero la misma ilusión. Y una vez más todo te vendrá bien y serás el niño más feliz del mundo porque “tú mandas en tu día” y nos regalarás un puñado de sonrisas, esa sonrisa única y genuina tuya”, comenzaba el mensaje. “Hoy te celebramos a ti, a tus ocurrencias y a tu revolución y damos gracias por que nos eligieras. Mientras tú pedirás que no te miremos soplar las velas para que tu deseo sea secreto”, continuó para añadir: “Los que tenemos la suerte de conocerte sabemos que eres un alma libre, un pequeño salvaje, independiente, un disfrutón por naturaleza, un “malandro” al que no le gusta estar en primer plano, un quitapenas profesional”.
“Eres un alma libre, un disfrutón por naturaleza, un quitapenas profesional”, fue la felicitación que Sara dedicó a su hijo Lucas por su quinto cumpleaños
Rumores de venta
Tras su divorcio amistoso, en el que habrían acordado que Sara mantiene la custodia de los dos hijos —mientras que el exportero tendría un régimen de visitas de lo más flexible— y que continuaría viviendo en la casa familiar, situada en la exclusiva urbanización La Finca, últimamente han cobrado fuerza los rumores que apuntan que este chalet ya tiene nuevos propietarios.
La pareja puso la casa a la venta en abril del año pasado y, de acuerdo con Viva la vida , ha sido adquirida por una familia de empresarios. Según afirmaron en el programa, la presentadora se ha mudado a una casa en Boadilla del Monte, cerca de la primera vivienda que compartió con su exmarido cuando comenzaron su historia de amor, hace diez años, y muy próxima también al piso de Iker. Desde el primer momento, el exfutbolista ha querido seguir cerca de ellos para así, entre otras cosas, poder llevar y recoger a sus hijos del colegio.