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Tras la gran revelación en la anterior gala de Mask singer 2, donde Isabel Preysler se quitaba la máscara de Gatita, el formato de Antena 3 sorprendía a todos los espectadores y mostraba quién se encontraba bajo el espectacular traje de Mariposa, que había perdido contra Flamenco en el asalto final: Esperanza Aguirre. Aunque los jueces se decantaban por María Teresa Campos, Celia Villalobos o Mayra Gómez Kent, al descubrir la identidad del precioso insecto que había cantado en francés e inglés, se quedaban perplejos. "Esto ha sido una locura. ¡No sabéis lo que pesa esto! Es como llevar un becerro. Ahora estoy más cómoda porque veo. Con esta máscara he podido compredender a la gente que no puede ver. ¡Valor no me falta! En cuanto a las pistas, mi deporte es el golf y aunque antes no me gustaba nada, ahora también la cocina", comenzaba explicando la política y ex presidenta de la Comunidad de Madrid. Además, Arturo Valls hacía referencia a que se parecía a Campanilla, personaje de Peter Pan, y ella no dudaba en contestar que no tenía nada que ver: "Ella iba ligera. No sabes lo que pesa esto. ¡Una barbaridad!".
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El presentador bromeaba que con las grandes alas le había dado en alguna ocasión y ella confesaba el principal motivo por el que se había atrevido a participar en este concurso. "Acepté esta propuesta porque me encanta cantar. No tengo voz pero sí muy buen oído. Pero cantar es lo que más me podía divertir", explicaba. "No me siento nada identificada con Mariposa, pero qué bonitos eran el vestido y las alas. Eso sí, pesaban mucho. No se podía bailar con ellas. ¡Casi 40 kilos! No sé si alguien más joven habría tenido más movilidad. No sé lo que van a hacer con el traje, pero era precioso", añadía. El presentador tenia muy claro que era la primera vez que Esperanza, que partipará también en la versión celebritie de Bake Off, cantaba en público pero la política aclaraba que "no", que durante el cumpleaños de un compañero de profesión (Alfredo Pérez Rubalcaba) le tocó cantar delante de todos en un acto con mucha gente. Y no solo eso, la exministra expresaba que, a pesar de estar encantada con su participación, lo cierto era que había tenido muchos problemas con la máscara porque casi no podía ver con ella: "Iba dando tumbos. Solo veía un trozo del suelo, era muy difícil".
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En cuanto a cómo había mantenido el secreto sobre su participación en Mask singer: adivina quién canta, Aguirre revelaba que solo se lo había contado a su marido: "Me dieron permiso, pero no lo sabía nadie más. Nada de nada, y eso que desaparecí varios días para grabar las canciones, para probarme el traje...". Además, la madrileña confesaba también lo duro que había sido estar tanto tiempo sin hablar, ya que en su profesión la palabra es imprescindible. "La verdad es que fue muy difícil, pero es que a mí me suelen reconocer por el pelo y por la voz. No utilicé ninguna técnica para distraer a los investigadores porque les vi muy distraídos", comentaba. Arturo Valls hacía alusión a que gracias a Caiga quien caiga, programa en el que entrevistaron a Esperanza, la política se había hecho más popular. "A mí entonces no me conocía nadie. El formato me hizo famosa en toda España a pesar de que ya llevaba 13 años en el ayuntamiento. Mis asesores me decían que no hablara con vosotros y yo hasta me ponía las gafas", contó.