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El último programa de Supervivientes: Tierra de nadie ha mostrado que la rivalidad entre los concursantes ya es evidente justo cuando se cumplen dos meses de su estancia en Honduras y la final se aproxima. Mientras que Omar Sánchez revelaba que algunas de sus compañeras no habían respetado la norma de guardar en secreto el contenido de los pergaminos que habían encontrado, dejándolas como consecuencia sin sus respectivos privilegios, Tom Brusse optaba por recurrir a las trampas para intentar ganar una de las pruebas. Ocurrió en la semifinal del juego de líder, que consistía en un reto de equilibrio en el que el superviviente decidió deshacerse de Omar, el rival que estaba a su lado, mediante varias patadas. Aunque este gesto le costó la descalificación y una reprimenda de Lara Álvarez, no se vio reflejado en un castigo por parte del público, que eligió con sus votos que él fuera el nominado de la semana que merecía salvarse.
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Sobre un tronco y con una pequeña cuerda como agarre, los concursantes tenían que intentar no caer al agua mientras Lara Álvarez complicaba cada vez más el juego pidiendo a los participantes cerrar los ojos, levantar una pierna, colocar una mano en la espalda y por último soltar la cuerda. Aprovechando la posición sobre una pierna, Tom Brusse ha dado un total de tres patadas a su compañero Omar Sánchez, que estaba a su lado en la prueba, hasta que finalmente el superviviente caía al agua desequilibrando también a Olga Moreno. "Una cosa es mover el tronco y otra cosa es lanzar la pierna a tu compañero. Las normas las ponemos nosotros. Cuando se os dan unas normas es para que juguemos las cosas de manera limpia. Una cosa es la estrategia y otra empujar a un compañero", le regañaba la presentadora.
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Tras visualizar la imágenes y comprobar las trampas de Tom Brusse, Supervivientes repitió la prueba, sin contar con él ni con Melyssa, que había caído antes de que todo ocurriese. Finalmente, Lara Sajén y Olga Moreno se hacían con la victoria clasificándose para la final del juego de líder. Mientras tanto, el exconcursante de La isla de las tentaciones bromeaba calificando su actitud como "juguetom", haciendo un juego de palabras con su nombre.
El público salva a Tom Brusse de la nominación
A pesar de todo lo ocurrido, aún quedaba otra de las grandes sorpresas de la noche. Omar Sánchez, Tom Brusse y Melyssa tenían que enfrentarse a la ceremonia de salvación para comprobar quién se salva de la expulsión y se queda en el concurso una semana más. Todo con la ausencia de Carlos Alba, ya que, aunque es el cuarto nominado tendrá que abandonar Supervivientes independientemente a los votos de la audiencia por sus problemas de salud.
El primero en saber que seguía nominado fue Omar, de tal forma que la decisión final quedaba entre Tom Brusse y Melyssa, resultando él quien continuaba en Supervivientes gracias a los votos del público. El superviviente apenas pudo contener la emoción, ya que no se esperaba que resultase favorito frente a su exnovia y, eufórico, no dudó en agradecer a la audiencia su cariño y especialmente a Sandra Pica, ajeno a que ella está rehaciendo su vida en España. Ante tanta emoción, Tom Brusse hizo la promesa de que, a partir de ahora, jugará sin hacer trampas en ninguna de las pruebas: "el 'juguetóm' no va a llegar a los límites", bromeaba.
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