Rocío Flores no será concursante de la próxima edición de Gran Hermano VIP, o al menos eso es lo que ella afirma de forma categórica. "Buenos días. Después de ver en varios sitios digitales que se ha publicado mi posible participación" en el reality de rostros conocidos, "desmiento la noticia por completo, no es real. Feliz martes", ha escrito la joven en un mensaje para todos sus seguidores. La hija de Rocío Carrasco se ha mostrado por tanto rotunda y tajante a la hora de negar su fichaje por el programa de Telecinco, después de las informaciones publicadas por algunos medios en los últimos días que la sitúan dentro de la casa de Guadalix. Cabe recordar que la hija de Rocío Carrasco ya estuvo vinculada a dicho formato, entonces como defensora en plató de su padre, Antonio David Flores, cuando éste formó parte del casting de la última temporada ofrecida en 2019.
¿Qué nos quiere decir Rocío Flores al llevar el traje fucsia de Rocío Carrasco?
Es más, uno de los grandes momentos que nos dejó aquel año fue la noche en la que la nieta de Rocío Jurado fue a visitar a su progenitor durante el encierro, para transmitirle todo su ánimo cuando éste estaba nominado. "No quiero verte llorar más, no te lo mereces. Estoy aquí para darte fuerzas y tranquilizarte, de verdad. Haz lo que te salga del corazón. Disfruta, respeta y olvídate de lo de fuera. David, Lola… todos están bien. No sabes la cantidad de gente que se está movilizando para que estés aquí. Me siento orgullosa de ti, te adoro y te quiero con locura", le decía la hija a su emocionado padre delante de las cámaras, mirándole de frente mientras le cogía de las manos. Aquella escena en Gran Hermano VIP quedará posiblemente grabada para siempre en la memoria de Rocío Flores y Antonio David, todo lo contrario que en la madre de la joven, Rocío Carrasco.
El primer photocall de Rocío Flores, marcado por las polémicas familiares
El pasado 21 de marzo, en el estreno de su serie documental, la protagonista hacía una confesión demoledora sobre el día que tocó fondo, hecho directamente relacionado con la aparición de su primogénita en el reality de Mediaset. Desconsolada, Rocío Carrasco recordaba que llevaba desde hace años en tratamiento psiquiátrico y psicológico, al serle diagnosticado un síndrome ansioso depresivo cronificado en el tiempo. La gota que colmó el vaso sucedió en agosto de 2019, cuando se enteró de que su hija, con la que no se hablaba desde 2012, sería colaboradora de GH VIP para defender a su padre, que entraba a concursar. "Ese día determino que no puedo. Que ya había hecho lo posible tras poner en conocimiento de la justicia una actitud y unas actuaciones que consideraba maltrato. La única manera de que todo se terminara era quitándome de en medio. Me tomé varias pastillas", relató.
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Fue su marido, Fidel Albiac, quien la salvó al entrar en la habitación y ver que no se levantaba, trasladándola rápidamente a las urgencias del hospital. De ahí, la ingresaron "en una planta especializada" en la que tomó conciencia "de la barbaridad que había hecho", contaba con la voz entrecortada. En cuanto a Rocío Flores, GH VIP supuso un auténtico punto de inflexión en su trayectoria vital y profesional, ya que fue su primer trabajo regular para la pequeña pantalla tras apenas querer ligar su presencia a los platós con anterioridad. A partir del Gran Hermano en el que estuvo su padre, la hija de Rocío Carrasco sí ha estrechado lazos con la industria televisiva, siendo concursante de Supervivientes en 2020 y, posteriormente, comentarista del reality de aventuras en los diferentes espacios de la cadena y también como tertuliana en El programa de Ana Rosa, donde sigue colaborando en la actualidad.
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