No hay que tomar por oráculos los dichos populares que circulan por Hollywood, como aquel que dice que ‘segundas partes no son buenas’. Los más románticos de la urbe californiana quieren que Jennifer Lopez y Ben Affleck, 17 años después de haber roto su compromiso, se conviertan en la gran esperanza de quienes retoman una intensa historia de amor y logran, al menos, igualar en romanticismo a la primera parte. En las siguientes líneas, vamos a recordar a tres parejas, cien por ciento hollywoodenses, que tras un sonado divorcio, acercaron posiciones, y regresaron al altar.
Taylor & Burton, amores reñidos…
Se enamoraron durante el rodaje de Cleopatra . Ella, con sus ojos violetas de gacela, cautivó al galán que fungía de Marco Antonio. Ambos estaban casados, se divorciaron de sus respectivas parejas y, en 1964, en Montreal, se juraron amor eterno. Duró una década. Aquellos diez años fueron de todo menos tranquilos: amour fou , peleas, escándalos, alcohol… El divorcio llegó en 1974. Dieciocho meses después, lo intentaron de nuevo. Pero donde hubo fuego, revivió ese mismo fuego, pero más turbulento. Al poco tiempo, los protagonistas del bautizado como ‘matrimonio del siglo’ se divorciaron de nuevo. De su historia de amor quedaron las joyas de escandalosos precios y las cartas apasionadas (’No puedo vivir sin ti. Lo eres todo para mí: el aire que respiro, mi sangre, mi mente, mi imaginación’).
Wood & Wagner, el infortunio
En 1975, Natalie Wood contó que cuando tenía diez años se cruzó con Robert Wagner por los estudios de Century Fox, y pensó: “Un día me casaré con él”. Se cumplió su deseo dos veces. La primera boda se celebró en 1957, cuando Hollywood se había rendido a sus pies. La segunda, en 1972, una década después de su primer divorcio. Lamentablemente, en 1981, cuando la actriz tenía cuarenta y tres años, se cayó al agua desde la borda de su yate, The Splendor, y murió ahogada. En 2018, los investigadores reabrieron el caso y buscaron una ‘mano negra’ en todo el asunto. Como dato curioso de toda esta trama: poco antes de que Natalie naciera, una anciana había leído la mano de su madre: “Su hija —preconizó— será una gran estrella, pero deberá tener mucho cuidado con las aguas oscuras”. Por este presagio, se mantuvo siempre alejada del agua y nunca aprendió a nadar.
Melanie & Don, amigos forever
A los catorce años, Melanie Griffith conoció a Don Johnson. Se casaron cuatro años después. Aquel matrimonio adolescente no duró ni seis meses, pero, en 1989 sus vidas se volvieron a cruzar. En esta ocasión, su matrimonio se prolongó por siete años y, fruto de ese amor, nació Dakota Johnson. Melanie y Don, a pesar de los tiempos oscuros, siempre conservaron la amistad, y ella jamás ha ocultado que él fue su primer amor.