Norma Duval está destrozada. Acaba de perder a su madre, Purificación Aguilera, que falleció de muerte natural, después de llevar once años enferma, el pasado fin de semana. Cerca de cumplir los noventa años, la madre de la artista era una persona dependiente que recibía el amor, la atención y los cuidados tanto de sus hijos como de sus nietos.
Aquejada de Alzheimer, Purificación se fue apagando poco a poco y ya no salía para nada de la casa de Norma, donde vivía y donde su hija estaba en todo momento pendiente de ella. Desde que se desató la pandemia, y especialmente en las últimas semanas, Norma solo se separaba de su lado para atender sus compromisos profesionales.
En octubre de 2016, fue una de las últimas ocasiones en que pudimos ver a la cantante con su madre, durante la presentación de una campaña solidaria con motivo del Día del Cuidador, iniciativa puesta en marcha por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. La actriz se mostró muy cariñosa y emocionada con su madre, a la que abrazaba en todo momento. “Cuidaré de mi madre hasta que se vaya”, aseguró entre lágrimas Norma, embajadora de esta acción de cara a concienciar a la sociedad. Además, quiso mandar “un mensaje de aliento” a todas aquellas personas que sufren la misma adversidad, deseándoles “que no se desanimen porque hay momentos muy duros”, expresaba entonces. “Me siento muy identificada con todas ellas”, reconocía.
El martes, Norma y su familia despidieron a Purificación Aguilera, cuyos restos descansan en el cementerio de San Isidro junto a su marido, Albino Martín Moreno, fallecido en 2002, y su hija Carla Duval, que murió en octubre de 2010, a los cuarenta y cinco años, tras una larga enfermedad.