Desde hace más de una semana, Tamara Falcó trata de hacer caso omiso a unas informaciones bastante incómodas sobre Íñigo Onieva. Algunos medios acusan al novio de la marquesa de Griñón de infiel y de haber organizado fiestas secretas durante las restricciones sanitarias. Finalmente, Íñigo ha terminado tomando medidas legales al considerar que su honor, intimidad e imagen han sido vulnerados. A pesar de todo, Tamara confía plenamente en su novio, como dejó constancia el pasado sábado 22, cuando disfrutó de la hípica junto a él, la madre de Íñigo, Carolina Molas, y el actual marido de esta, el empresario José Ignacio Guadamillas.
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“No soy muy celosa y hay que confiar. Cuando conocí a Íñigo, ya sabía cómo era. Pero es molesto estar en boca de todos por una razón injusta”, reconoce Tamara
En cualquier caso, la marquesa de Griñón salió en su defensa dos días después, al entrar por teléfono al programa radiofónico de Federico Jiménez Losantos: “Si lo conocieran, sabrían lo cariñoso que es. Es cariñoso con el perro, con su madre, con sus amigos… ¡Con todo el mundo! Si tuviera la más mínima duda, otro gallo cantaría”, afirmó Tamara. “No soy muy celosa. Si alguien está contigo, tienes que confiar en él. Cuando conocí a Íñigo, ya sabía cómo era”, declaró antes de añadir: “Es molesto estar en boca de todo el mudo por una razón que es injusta”.
“Si le conocieran, sabrían lo cariñoso que es. Si yo tuviera la más mínima duda, otro gallo cantaría”, añade la marquesa