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El pasado mes de noviembre Francisco y Cayetano Rivera emprendían una batalla legal para recuperar los trajes de luces y los enseres que les dejó su padre en herencia y que supuestamente Isabel Pantoja guarda en Cantora, tal y como puso de manifiesto su hijo, Kiko Rivera en La herencia envenenada. Después de haber presentado un requirimiento notarial a la cantante, ella respondió que esta petición se basaba en un documento privado de 1987 -el cual asegura no recordar haber firmado- y se remitía a la escritura de partición, en la que no figuran estos enseres ya que solo aparecen los bienes con un valor económico y no sentimental, como es el caso. Seis meses después de que el abogado de los hermanos Rivera Ordóñez, Joaquín Moeckel, presentara la solicitud ante notario, esperando a que la artista enmendara el error de manera civilizada sin necesidad de llegar a juicio, ha dedicido aparcar la reclamación judicial.
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Una decisión sorprendente después de los complicados útimos meses que llevan de lucha. No obstante, el abogado ha señalado que se trata de una cuestión de piedad. "Me apiado de ella. A mi sí me importa la situación anímica de las personas y esta mujer me da pena", explica Moeckel, en representación de sus clientes Francisco y Cayetano Rivera Ordóñez, a la periodista Paloma García Pelayo en su blog de Look. El letrado explica que esperaban que tuviera sentimientos y lo entendiera, pero viendo la situación en la que se encuentra ahora debido al conflicto con su hijo Kiko Rivera, sus problemas con Hacienda, y la delicada salud de su madre, han decido aparcar el tema. "Esta señora está imputada en una querella en la que le piden tres años de cárcel, tiene graves problemas con Hacienda, además de una madre enferma. Nos da pena", asegura aludiendo que no cree que vaya a atender una demanda civil de enseres en estos momentos.
-Francisco Rivera, sobre la polémica generada en torno a la herencia de su padre: 'Hay mucho más'
Esto no significa que los hermanos Rivera Ordóñez tengan pensado abandonar la causa de reclamar lo que consideran que es suyo. "En el año 87 se firma una escritura, el cuaderno particional y se firman unos documentos anexos, trajes de chaqueta, estoques... Son todos firmados por todas las partes. En ese documento anexo y que las partes dicen que si existe contradicción sea el documento el que prevalezca. Se hace una serie de asignación de enseres. Hay enseres para ellos y otros que son objeto de sorteo -como 24 capotes para sortear-", indicó Moeckel, cuando hizo el requerimiento notarial, pero Isabel Pantoja no cumplió lo indicado en ese documento de 1987 y no entregó ningún objeto. Entonces el abogado contó que Carmina Ordóñez inició entonces un procedimiento judicial en Sevilla en el año 90, donde pedía sus bienes y los de sus hijos, a lo que el juzgado le respondió que podía pedir lo suyo, pero no lo de sus hijos. Más tarde en 1994, un juzgado de Alcobendas dictó una sentencia "por la que falla y condena a Pantoja a hacer entrega de una lista de enseres. Se falla a favor de Fran y Cayetano, y Pantoja recurre".
Las sorprendentes declaraciones de Kiko Rivera en el programa La herencia envenenada, en las que aseguraba haber visto los trajes de luces y otros objetos en una habitación de Cantora, después de años creyendo que los habían robado, hizo que sus hermanos Francisco y Cayetano decidieran retomar el conflicto que surgió hace tres décadas tras la muerte de su padre.