El nuevo juego de recompensas y castigos organizado por Supervivientes ha revolucionado a los concursantes e, incluso, las nominaciones. En grupos y por turnos, debían encontrar unas piedras marcadas por un número que indicaba a qué tendrían que enfrentarse durante los próximos días. Además, a medida que la prueba iba avanzando los premios han sido mejores, pero sus penitencias también más duras. Desde una pieza de fruta o un postre hasta la nominación directa, pasando por un destierro de dos días sobre una plataforma en el mar, los supervivientes tendrán que hacer frente a la nueva mecánica del programa y al destino que les ha tocado.
De Omar Sánchez a Sylvia Pantoja: ¿qué es lo que más ha sorprendido para mal a los supervivientes?
La primera ronda la han jugado Tom Brusse, Sylvia Pantoja y Alejandro Albalá y la cantante se convertía en la primera en obtener su piedra y, por tanto, tenía la posibilidad de cambiarla por la de alguno de sus compañeros después de que Lara Álvarez le leyese una pista. No lo hizo y ahora ella será la única encargada de recoger almendras y caracolas para todo el grupo, además de limpiar la playa de todas las cáscaras. Por su parte, Tom Brusse obtuvo una papaya para él solo y Alejandro Albalá se mantuvo con la intriga sobre qué sería el contenido de su piedra hasta el final.
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Después llegó el turno de Giamarco y Omar Sánchez, en el que éste sí decidió cambiar el resultado por el de su compañero llevándose un pincho de tortilla, mientras que el italiano será el encargado de limpiar la playa con un rastrillo. Misión que se tomó muy bien y que no vio tanto como un castigo, sino como un trabajo ecológico. La siguiente pareja en enfrentarse a la prueba fue la formada por Lara Sajén y Carlos Alba. La superviviente utilizó su derecho de poder intercambiar la piedra con su compañero y se equivocó de lleno, puesto que mientras que el chef se hacía con un brownie de chocolate, la bailarina tendrá que vivir los próximos días aislada en una plataforma sobre el mar. Tan solo podrá bajar de ella para ir al baño y serán sus compañeros quienes le faciliten alimento y agua.
Olga Moreno y Melyssa Pinto se enfrentaban a la recompensa más esperada y a la penitencia más dura. La mujer de Antonio David Flores ganó y se convirtió en inmune en las próximas nominaciones, garantizando su estancia en la isla una semana más. Por el contrario, Melyssa ha obtenido la nominación directa, a la que ha asegurado enfrentarse con miedo pero con fuerza. Finalmente llegó el turno de Alejandro Albalá, a quien se le ofreció cambiar lo que le hubiera tocado por cualquiera de los premios del resto de supervivientes. El ex de Isa Pantoja no quiso quitarle la recompensa a nadie del grupo y salió beneficiado, puesto que consiguió la llamada de un ser querido.
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