Sevilla acogió este sábado todo un acontecimiento de la aristocracia española con el bautizo de Rosario Fitz-James Stuart y Palazuelo, la hija de los duques de Huéscar, una cita que congregó a un nutrido grupo de familiares y allegados de la casa de Alba que no quisieron perderse la celebración en un día tan señalado para la pequeña y sus padres. Fue una jornada de sol y altas temperaturas más propias del verano en la capital hispalense para un evento que tuvo lugar desde las ocho de la tarde en distintos puntos de la ciudad.
De la parroquia de San Román al Palacio de Dueñas, el festejo nos dejó una serie de momentos clave, curiosidades y anécdotas de principio a fin como fue la emoción de los abuelos, Carlos Fitz-James Stuart y Matilde Solís; la tierna escena de la niña cogiendo la medalla a su salida de la iglesia; la reaparición de los condes de Osorno una semana después de su boda; la buena sintonía entre Cayetana Rivera y Bárbara Mirjan... A continuación, recordamos esos y otros instantes que han marcado la que fue, sin duda, una fecha inolvidable para todos aquellos que la vivieron.
La emoción del duque de Alba al visitar el lugar donde reposan las cenizas de su madre
"Claro que sí", reconocía el primogénito de Cayetana Fitz-James Stuart a los reporteros cuando le preguntaban si se había emocionado durante el acto. No era para menos, pues resultaba inevitable para él recordar a su madre al encontrarse en el lugar donde descansan sus restos desde 2014. "Muy emocionante ver al Cristo, vayan a verlo porque es muy bonito", instaba el duque de Alba a los periodistas en alusión al Santuario de los Gitanos donde se encontraban. Por su parte, Matilde Solís, abuela de la niña, también se paró unos segundos ante la prensa para definir lo acontecido como "un momento precioso". Además, preguntada por cómo se había portado la bebé durante la ceremonia, explicó que "muy bien".
La tierna escena de Rosario Fitz-James Stuart y Palazuelo cogiendo la medalla con su mano
Tras su primera parada en la Parroquia de San Román, donde Rosario recibió las aguas bautismales, los duques de Huéscar se desplazaron unos 300 metros con su hija para acudir a la iglesia de la Hermandad de los Gitanos. Allí, presentaron a la pequeña ante el Jesús de la Salud y la Virgen de las Angustias, pero fue al salir de esa sede cuando las cámaras captaron una de las escenas más tiernas y entrañables de la tarde. Era el ver a la niña de ocho meses cogiendo y jugueteando con la medalla de la cofradía que se le había entregado tanto a ella como a su madre, Sofía Palazuelo. Todo elllo estuvo acompañado por el canto de un grupo de hermanos que, primero, interpretaron una Salve para, después, poner el broche de oro con dos sevillanas dedicadas al Rocío.
La reaparición en público de los condes de Osorno, tan solo una semana después de su boda
Como era de esperar, Carlos Fitz-James Stuart y Belén Corsini fueron dos de los invitados que más expectación causaron en el bautizo. Tan solo una semana después de su enlace de cuento de hadas en el Palacio de Liria, los recién casados reaparecían felices y radiantes en Sevilla para asistir al bautizo. La condesa, que lucía un vestido estampado en tonos azul y rosa de manga francesa y largo midi con cuello perkins, fue preguntada por cuándo comenzarán su luna de miel: "Esperemos que pronto", respondía. A continuación, se produjo un momento de lo más chocante y simpático cuando los reporteros le comentaron si tienen ganas de aumentar la familia. "Ya veremos, ¡me estáis presionando!", contestó ella entre risas con humor y espontaneidad.
El pequeño mareo que sufrió Fernando Martínez de Irujo por el intenso calor en Sevilla
El bautizo de la que está llamada a ser Duquesa de Alba se celebró, como decíamos al principio, en medio un fuerte calor en Sevilla. Un 29 de mayo que bien podría parecer un 15 de agosto en la capital andaluza, puesto que las altas temperaturas no eran cualquier cosa y podían afectar de una manera u otra a los presentes a este tipo de eventos. Eso lo notó en sus propias carnes Fernando, el hermano menor del duque de Alba y tío abuelo de la pequeña, quien tuvo que abandonar la ceremonia religiosa antes de lo que le hubiera gustado tras sufrir un pequeño mareo. Vestido de elegante traje, el tiempo meteorológico le jugó una mala pasada, aunque todo quedó finalmente en un pequeño susto para el aristócrata de 61 años.
La buena sintonía entre Cayetana Rivera y Bárbara Mirjan durante el bautizo de Rosario
La hija de Eugenia Martínez de Irujo y la novia de Cayetano parece que han hecho muy buenas migas, prueba de ello son las imágenes juntas de complicidad que nos han dejado en este evento familiar. Cayetana Rivera acudió al bautizo junto a su madre, como hizo el pasado fin de semana en la boda de los condes de Osorno. Mientras, Bárbara Mirjan asistió de nuevo sin la compañía de su chico, aún recuperándose de la obstrucción intestinal que padeció hace dos semanas y por la que tuvo que ser operado. En cuanto a sus estilismos, la joven lució este sábado un diseño rojo anaranjado de corte midi con detalles geométricos bordados en azul de la colección de Inés Domecq, un conjunto de falda y top llamado 'Cayetana Rojo' que, casualmente, comparte el nombre con ella. Por su parte, Bárbara apostó por un estampado de Rocío Peralta (diseñadora especializada en trajes de flamenca) que simulaba un mantón de Manila.
El interior del Palacio de Dueñas, lugar de la celebración, en una imagen compartida por Enrique Solís
"Sevilla. Color. Olor. Flamenco. Arte. Pureza". Con estas palabras describía Enrique Solís la bella y significativa estampa de la que era testigo en esos momentos. El empresario, hijo de Carmen Tello, acudió junto a su pareja, la modelo Alejandra Domínguez, y compartía ese mensaje junto a una fotografía del interior de Palacio de Dueñas, donde tuvo lugar la celebración posterior al bautizo. Se trata de la majestuosa residencia que posee la Casa de Alba en la ciudad hispalense, uno de los lugares favoritos para la recordada Cayetana Fitz-James. Cuenta, entre otras instancias, con un impresionante patio principal que incluye arcos mudéjares, columnas del S. XVI, una pintoresca fuente, sus palmeras y los parterres que delimitan los pasillos de acceso al interior de las dependencias palaciegas. Su nombre se debe al Monasterio de Santa María de Las Dueñas, cuyas monjas se encargaban de dar servicio a reinas y esposas de los reyes de Castilla San Fernando y Alfonso X el Sabio.