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alejandro nones en una imagen de archivo © GettyImages

Alejandro Nones nos habla del éxito de ‘¿Quién mató a Sara?’, su experiencia con el coronavirus y su situación sentimental

Aprovechando el estreno de la segunda temporada de la serie Netflix, conversamos con el actor venezolano sobre su singular familia y los retos afrontados a lo largo de sus 38 años, entre otras curiosidades


Actualizado 27 de mayo de 2021 - 20:07 CEST

Los últimos meses están resultando especialmente agitados para Alejandro Nones. Por un lado, ha superado la COVID, al igual que el resto de su familia. Por el otro, el actor venezolano está  arrasando con la serie     ¿Quién mató a Sara?  , cuya segunda temporada acaba de estrenarse en Netflix. Sin embargo, nos confiesa que no está siendo consciente del boom mundial por su frenética agenda. De hecho, Alejandro, instalado en Ciudad de México por el rodaje de una nueva ficción llamada Malverde, se encuentra despierto a las seis de la mañana, horario de la capital azteca, para atender por teléfono a ¡HOLA! “En el último mes y medio, no he parado ni un día”, nos señala. Eso sí, lejos de lamentarse, el actor se muestra completamente agradecido por todo lo que está viviendo, mientras nos comparte algunas curiosidades de su vida, opina sobre las escenas más sugerentes que le ha tocado protagonizar y nos aclara los romances más mediáticos que le han atribuido.

Alejandro Nones, actor de \'¿Quién mató a Sara?\'.© Mauricio Villahermosa
El actor venezolano está arrasando con la serie ‘¿Quién mató a Sara?’

— ¿Cómo estás viviendo el éxito tan grande de ¿    Quién mató a Sara? 
—Por un lado, estoy muy contento y sumamente agradecido agradecido. Ni siquiera puedo asimilar todo lo inesperado que ha sido todo esto. Por otro lado, estoy a full. Ahora son las seis de la mañana en Ciudad de México y estoy haciendo promoción con distintos medios de todo el mundo. Mientras, estoy rodando una serie. En el último mes y medio, no he parado ni un día. Eso también hace que lo esté viviendo un poco agitado, por decirlo de alguna manera. No es lo mismo hacer tu proyecto y tener tiempo para promocionarlo y vivir todo lo que pasa. Pero qué bueno que haya trabajo. Eso es maravilloso.

—¿Cómo te sientes al formar parte del grupo de los malos de la serie? ¿Por qué crees que los productores han vuelto a confiar en ti para el papel de malo?
—(Ríe) Bueno, he hecho también de buenos. Cada vez esa etiqueta de bueno y malo va cambiando. Cada vez los personajes son un poco más humanos.

—¿Qué tienes en común con tu personaje?
—En verdad, nada. A la hora de crear un personaje, intento que genere una energía diferente. En el caso de la serie que estoy haciendo ahora –Malverde–, el personaje es muy cercano a mí, pero, cuando creé el personaje de Rodolfo –el que interpreta en   ¿Quién mató a Sara?, lo encontré en una energía muy lejana a la mía y eso es interesante. Yo soy un amante de la vida, empedernido y experimentado. Me gusta conocer, viajar, comer… Rodolfo está muerto por dentro. Tampoco tiene voz propia y a mí es muy difícil cerrarme la boca. Somos muy diferentes.

Alejandro Nones con sus compañeros© @alenones
Alejandro Nones, junto a Manolo Cardona, Carolina Miranda y Eugenio Siller, sus compañeros de ‘¿Quién mató a Sara?’.

—¿Cómo han sido las grabaciones de ¿Quién mató a Sara?, que se vieron interrumpidas con el estallido de la pandemia? ¿Hubo miedo?
—Cuando las grabaciones se reanudaron a los cinco meses del confinamiento, todos teníamos muchas ganas de volver. Estábamos muy agradecidos y muy contentos por hacer lo que uno ama en la vida, después de tanta incertidumbre y tanta ansiedad de pasar tantos meses encerrados. Creo Netflix tomó las medidas con mucha seriedad, con mucho protocolo y todo salió adelante de manera positiva.

—¿Has pasado el coronavirus?
—A mí me dio, sí. A casi toda mi familia también, pero, hasta ahora, todos bien. Mi padre se complicó bastante, pero, gracias a Dios, todo salió bien y no ha habido ninguna pérdida.

—¿Te ha quedado alguna secuela?
—No. Me noto cansado, pero la verdad es que estoy ya casi al cien por cien.

“Me dio el coronavirus. Ahora me noto cansado, pero ya estoy casi al cien por cien. A mi padre se le complicó, pero, gracias a Dios, todo salió bien”

—En varias ocasiones, has confesado que tienes muchas ganas de trabajar en España. ¿Hay algún proyecto a la vista?
—Desde 2019, estoy empezando a centrar un poquito: conseguí mánager y volví a España para conocer directores de casting y empezar a hacer audiciones. Quedé en un par de proyectos que, por cierto, no se pudieron hacer porque eran muy inmediatos.

—¿Cuáles?
—¡No! (Ríe). Si no se hacen, no existen, no cuentan (ríe).

—¿Te has arrepentido de no participar en ellos?
—Para nada. Siento que las cosas pasan que tienen que pasar. Por supuesto, me encantaría trabajar en España. Mi madre vive en Madrid, al igual que mi hermana y mis sobrinos. Voy todos los años a España, de toda la vida. Ojalá pueda trabajar pronto allá. Hay que ver qué es lo que dice la vida. En esta carrera, he aprendido que, hasta que no está hecho el proyecto y con fecha de estreno, no ha pasado nada. Se han cerrado proyectos que luego no salen…

—Pero tienes planes de viajar pronto a nuestro país, ¿verdad?
—Termino de rodar en junio y la intención es ir a España. No sé por cuánto tiempo, pero tengo varias cosas pendientes que tengo que hacer. Ojalá sea una temporada. Es verdad que ahora, como nunca en mi carrera, estoy teniendo más ofertas de trabajo. Es muy difícil qué va a pasar en el futuro.

Alejandro Nones, junto a Ginés García Millán, en \'¿Quién mató a Sara?\'.© Netflix
Alejandro Nones, junto a Ginés García Millán, en ‘¿Quién mató a Sara?’.

—De todas formas, ya has trabajado con españoles. En ¿Quién mató a Sara?, coincides con Ginés García Millán. Anteriormente, compartiste elenco con Paz Vega, en otra serie mexicana llamada Cuna de lobos. ¿Cómo fue trabajar con ella?
—Paz es divina. Soy muy buen amigo de su marido, de hace muchos años.

—Claro, Orson, su marido, también es venezolano.
—Sí, pero le conocí una vez que fui a España, jugando al fútbol con Carlos Baute, que es muy amigo mío. También uno de los mejores amigos de Orson es muy buen amigo mío de México. Siempre que voy a España, nos vemos. Cuando ellos estuvieron viviendo en Los Ángeles, también vivía yo. Somos buenos amigos.

—Hablemos un poco de tu vida y de algunos datos curiosos. ¿Es verdad que tienes diez hermanos?
—¡Sí! –echa una carcajada–. La historia es un poco complicada, pero, en mi cabeza, así la vivo. Mi padre y mi madre nos tuvieron a mi hermana y a mí. Se divorciaron cuando yo era un niño, muy chiquitito, y, luego, se volvieron a casar por su lado. Mi madre tuvo dos hijos y mi padre otros dos, pero el esposo de mi madre tenía tres antes de casarse con ella y la mi esposa de mi padre, también dos. Entonces, como yo era un bebé, crecí como si fueran todos hermanos.

—Las celebraciones familiares debe de ser curiosas. De todo menos aburridas.
Sí, claro. De todo menos aburridas (ríe). Después de las vacaciones con la familia, uno necesita otras vacaciones (ríe).

“Paz Vega es divina. La conocí a ella y a su marido a través de Carlos Baute, que es muy amigo mío”

—En un principio, querías ser artista, pero no en el campo de la interpretación: empezaste en la música con sólo nueve años.
—Sí. La música siempre ha sido parte de la vida, como todas las artes. Pero, desde que me acuerdo, siempre tuve una conexión muy especial con el cine, que es de las cosas que más loco me puede volver en la vida. Simplemente, toqué música desde pequeño porque era lo más cercano y más fácil. Viniendo de un lugar, de una familia y de un entorno como el mío, verte como artista era complicado y algo atípico. Lo más cercano y lo más orgánico era estudiar música. Pero no porque nunca haya visto lo de la actuación, porque, cuando veía una película en la televisión, siempre me decía: “Yo me veo haciendo eso”.

—¿Cantabas o sólo eras músico, que te fuiste a La Habana a estudiar percusión con solo diecisiete años? Lo pregunto por si nos encontramos un disco tuyo en el mercado en el futuro.
—¡No, no, no! (ríe). Lo mío es la actuación, a lo que quiero entregar mi vida. Amo cantar y me vuelvo loco, pero soy cantante del Tony 2 –un conocido piano bar de Madrid–. A mí me verás cantando allí, con un par de copas, y ya está (ríe). Pero yo no soy un profesional del cante y nunca lo sería. Bastante complicado es ser actor como para meterme en otro rollo.

—También trabajaste como modelo en los comienzos de tu carrera. ¿Cuesta que a uno le tomen en serio como actor cuando se tiene un físico tan llamativo?
—Puede que un poco sí. Es como el modelito o el modeluqui, como dice mi mánager de España (ríe), que quiere ser actor. Pero lo entiendo. También depende de la seriedad de la actitud y compromiso que uno tome por las cosas. Nunca fue algo en lo que yo me clavara o me afectara, porque excusas para el rechazo en la vida de un actor van a haber todas. Como actor, vives siempre rechazado. Si te clavas en sufrir cada vez que te rechazan, por la educa que sea, lo vas a pasar muy mal y vas a tener una vida muy amarga. Lo importante es convertirme en el mejor actor que pueda ser.

Alejandro Nones.© Mauricio Villahermosa
“La música siempre ha sido parte de mi vida, como todas las artes”.

—En ¿Quién mató a Sara?, enseñas tu cuerpo en varios capítulos. ¿Qué piensas cuando lees un guion y encuentras que hay una escena donde te toca mostrar carne?
—Son escenas incómodas, porque hay un montón de gente y uno está más enfocado en que la compañera esté cómoda, se sienta protegida… Y luego interpretar. Hoy en día, entiendes que es algo que tienes que hacer y ya está, pero no es algo que pienses: “Qué bien”.

—Me refería a si tienes pudor a la hora de hacer este tipo de escenas.
—Sí, algo de pudor siempre se tiene. Pero, con los años, uno intenta fluir. Lo importante es contar una historia y contarla con verdad. Lo de sufrir… Ya no.

—Supongo que el pudor lo perdiste con tu primera película, donde realizaste un desnudo integral. Empezaste fuerte.
—Después de hacer Así el precipicio, sí, te quedas más tranquilo… El pudor está perdido.

“Entreno desde hace muchos años y el actor tiene que estar sano. Si tienes que hacer una escena de cama, no tienes que dar lástima –ríe–. Pero no centro mi vida en el cuerpo. Al contrario. Soy comilón empedernido”

—¿Qué proyectos estás preparando?
—Estoy haciendo una serie de que es de época, que transcurre en 1910, que es una época muy importante en la Historia mexicana, porque es la época de la Revolución. Ando como casi de bandolero, a caballo y revolver en mano. Estoy disfrutándolo mucho.

—Entonces, estarás muy en forma. ¿Cuántas horas dedicas al gimnasio y al deporte?
—Ahora entreno con un entrenador personal por videollamada y llevamos muchos años juntos, pero no soy un tipo en el que esté clavado en el físico y en el cuerpo como el pilar de mi vida. Al contrario. Soy un comilón empedernido. Hay que disfrutar de la vida. Por supuesto, hay que cuidarse por salud y el actor tiene que estar sano. Si tienes que hacer una escena de cama el día de mañana o qué sé yo, también no tienes que dar lástima (ríe). Pero no estoy demasiado clavado en el tipo de cuerpazo. Para mí, no es lo importante ni en lo que baso mi trabajo. En lo que yo me parto el alma es ser mejor actor.

Alejandro Nones, en una imagen de archivo.© GettyImages
Entre sus próximos proyectos, hay una serie de época, ambientada en 1910, una fecha muy importante en la Historia mexicana “porque es la época de la Revolución”.

¿Quién mató a Sara? está funcionando muy bien en el mercado anglosajón. ¿Lo latino no vuelve a estar de moda en Estados Unidos?
—Lo latino tiene un buen rato. En los últimos años, se han hecho películas y obras de teatro latinas que han sido muy exitosas en los Estados Unidos. También son historias habladas en inglés, pero relacionadas con el mundo latino o escritas por algún latino. Creo que sí, hay una cierta atracción hacia el mundo latino. Nosotros tenemos muchas historias que contar y conectan con todo el mundo. De todas formas, intento no ponerle etiquetas a nada, porque, cuando uno las pone, se cierra al mundo. Como actor, quiero contar historias al mundo y que las vea la mayor cantidad de gente posible.

—¿Hace cuánto tiempo que no visitas tu país, Venezuela?
—Hace como un año y medio. O algo más. Antes iba mucho más, pero mi círculo familiar cercano ya no vive en Venezuela y las excusas para ir son cada vez menores. Cuando voy es porque un amigo se casa o cosas así.

—¿Tienes pareja actualmente?
—Estoy soltero.

—Una buena noticia para tus fans.
—(Ríe) Estoy soltero desde un poco antes que empezara toda esta locura. A finales de 2019 terminé la relación y, sin darme cuenta, llevo un buen rato sin novia.

“Estoy soltero desde antes que empezara esta locura. No tengo prototipo ni un manual de cómo tienen que pasar las cosas. Dejo que la vida me sorprenda”

—¿Te gusta disfrutar de la soltería o prefieres estar en pareja?
—Las dos cosas tienen su encanto. Me parece que las cosas bonitas de la vida se disfrutan un poco más en pareja. Me da mucha paz y tranquilidad estar en pareja. Pero, en los últimos dos años, he estado tan enfocado en mi carrera que entiendo que es complicado. Yo dejo que la vida me sorprenda. En cualquier momento, llegará alguien.

—¿Ligas mucho o prefieres que te liguen?
—No sé. No creo que las cosas tengan que suceder de una manera. Es bonito conquistar y ser conquistado. Cada cosa tiene su encanto.

—Se te ha vinculado con mujeres muy diferentes, de la actriz Eiza González a la empresaria María Asunción Aramburuzabala –la sexta persona más rica de México–. ¿Tienes algún prototipo de mujer?
—(Ríe) Con ninguna de las dos que mencionaste he tenido nada. Yo no tengo un prototipo o una forma… A mí me tiene que gustar alguien y hay emociones en la vida… No tengo un prototipo ni un manual de cómo tienen que pasar las cosas. Yo dejo que la vida me sorprenda.