Paloma Cuevas vuela en solitario y con una gran sonrisa en esta nueva etapa de su vida. Después de dar prioridad absoluta a la carrera de Enrique Ponce durante los años que duró su matrimonio, ahora ha llegado el momento de emprender el vuelo.
Está más guapa, serena y elegante que nunca y la vida se abre ante ella llena de buenas noticias. Si mira hacia atrás, solo encuentra buenos recuerdos, después de haber pasado página, deseando siempre lo mejor al padre de sus hijas... Y si lo hace hacia el futuro, todo son proyectos.
“Hay que seguir creyendo en la vida, el amor y la familia por encima de todo”, nos decía en una de sus últimas entrevistas
Es una mujer positiva, alegre, divertida, emprendedora y, por encima de todo, una madre entregada que ahora organiza con toda la ilusión la Comunión de la segunda de sus hijas , Bianca, de nueve años, que se celebrará muy pronto. Empezando por el vestido de plumeti y bordados artesanales con el que su hija recibirá el sacramento y que ha creado mano a mano con Rosa Clará , la diseñadora con la que también prepara desde hace meses una colección de fiesta exclusiva que llegará a 4000 puntos de venta, en 86 países. De ella nos ha mostrado una pequeña pincelada, después de viajar a Barcelona, donde ha estado trabajando estos días para realizar “sueños y proyectos que ilusionan”.
Un mundo nuevo para ella que explora desde la discreción, aunque no es la primera vez que diseña. A lo largo de los años son muchos los vestidos que creó para la firma y que ha llevado en importantes celebraciones... Pero ahora su pasión se convierte en todo un reto. El lanzamiento está en marcha y Paloma no puede estar más emocionada.