Jana Pérez siempre tuvo claro que quería ser actriz. Ha pasado temporadas en Grecia, India, Turquía, Estados Unidos... y de cada experiencia ha aprendido algo, aunque fue su viaje a Reino Unido, concretamente a Londres, el que lo cambió todo. Se ha preparado a conciencia para cumplir su sueño y, de momento, las cosas no le van nada mal. Después de trabajar con Bradley Cooper en un anuncio de helados, compartir pantalla en una película con Ewan McGregor y formar parte de la serie española Fariña, Jana es una de las protagonistas de The One, que está siendo todo un éxito en Netflix. "Estoy muy contenta con la serie en general, está siendo de las más vistas a nivel mundial. Me llegan buenas críticas, parece que a la gente le está gustando y eso es lo que más me importa", nos cuenta emocionada. Con ella hemos hablado de todo lo que ha vivido como actriz durante estos años, pero también hemos podido conocer su lado más íntimo y personal, hablando de sus planes de ser madre en un futuro, de su pasión por las artes marciales, la admiración que siente por su madre y de su faceta como diseñadora de kimonos. ¡No te pierdas la entrevista!
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- Para los que todavía no te conocen, ¿quién es Jana Pérez?
Me considero una niña muy alegre, humilde, fuerte, trabajadora y ambiciosa. Me encanta estar cerca de mi gente, de mis amigos y mi familia. Adoro viajar, la gastronomía y las cosas sencillas. El buen vino, la playa, leer y una puesta de sol. Charlar con amigos de la vida y compartir inquietudes.
- ¿Empezaste primero como modelo o como actriz?
Comencé mi trayectoria como modelo desde bien pequeña porque mi madre empezó a llevarme a castings siendo muy joven. Mi primer trabajo como modelo fue para una revista de bañadores de una marca alemana, tan solo tenía siete años. Recuerdo que lo disfrutaba mucho, no me parecía trabajo y supongo que el hecho de haber empezado tan joven me dio seguridad con la cámara. Siempre me sentí actriz, y tenía muy claro que iba a ser actriz de mayor. Ahora pienso que ojalá hubiera empezado antes como actriz, habría disfrutado antes... pero es que en todos mis primeros años de modelo nunca encontraba el tiempo necesario para sumergirme en la actuación. Siempre estaba viajando de un lado a otro. Recuerdo que cuando estuve en la India me propusieron aprender indi porque alguien de Bollywood muy interesado en mí había llamado a mi agencia. De hecho, me comparaban siempre con Katrina Kaif, una actriz muy famosa. En ese momento se despertó una gran curiosidad en mí, llevaba mucho tiempo pensándolo y alguien me dijo: 'Si quieres ser actriz, qué prefieres ¿Bollywood o Hollywood?'. Me fui de la India pensando en volver algún día. Regresé en algún momento pero solo por trabajo, no volví a vivir allí más y la verdad es que, a pesar de ser un país muy diferente al nuestro, guardo momentos inolvidables. Fue una experiencia realmente única.
- ¿Siempre tuviste claro a lo que querías dedicarte?
Siempre, ¡desde que era una niña! Cuando me preguntaban qué quería ser de mayor siempre decía modelo y actriz. También me hubiera gustado ser astronauta, pero eso mejor en otra vida.
- Primero empezaste trabajando fuera, ¿por qué no en España?
Londres siempre fue mi destino favorito y, cuando el trabajo me llevó a esta maravillosa ciudad, me enloqueció. Allí fue donde decidí formarme como actriz y empezaron a llegar las oportunidades. Si no fue en España fue porque pasé muchos años trabajando como modelo viajando por el mundo entero y no veía momento de ponerme a estudiar hasta que llegué a la gran ciudad de Londres.
- Has vivido en Grecia, India, Turquía, Estados Unidos... ¿eres una trotamundos?
Sí, totalmente. Me encanta viajar y si es por trabajo mejor, porque te permite conocer mejor la cultura y estar en contacto con la gente autóctona. Así ha sido mi vida, por lo menos los últimos 15 años. En cada viaje buscaba un momento para escaparme y vivir experiencias. O si alguna vez me había salido un trabajo de unos días fuera, intentaba alargar el viaje para aprovecharlo mejor. Turquía fue mi primer viaje. Estaba en Barcelona y, cuando me lo propusieron, me pareció muy tentador. Me dio algo de miedo viajar sola tan joven y tan lejos, pero me encantó. Allí conocí a un montón de chicas que venían de Brasil, Rusia, Alemania… aprendí ingles con las brasileñas y era muy gracioso, porque se me pegaba el acento y acababa hablando como ellas. Vivíamos en un piso todas juntas y nos llevaban a los castings en coches grandes. Nos cuidaban, pero nosotras debíamos cuidarnos más, sobre todo en los castings donde pasábamos solas y habían muchos clientes de firmas de lencería. Era una vergüenza porque éramos muy jóvenes y muchos se aprovechaban de la situación. Nos hacían probar transparencias, cosas que no eran necesarias... y si luego te quejabas en la agencia debías ir con cuidado también para que no te quitaran otras oportunidades. Solían tener muchas normas y había que respetarlas. En el resto de lugares es algo parecido, pero nada comparado con lo que viví en Turquía. Aun así, Estambul me pareció mágico. Luego con los años fui aprendiendo, ganándome el respeto y escogiendo bien las agencias. Sin duda, la mejor agencia en la que he estado está en Nueva York, IMG, donde me llevaron a las puertas de Sports Illustrated o Victoria´s Secret.
- ¿Cuál es tu lugar de residencia?
Ahora mismo Madrid. Estoy muy feliz de estar en la capital, aunque echo mucho de menos viajar. Espero que pronto podamos movernos como antes, sin restricciones y con la misma libertad de la que disponíamos.
- Muchos te recordarán por tu papel en la serie Fariña, ¿qué significó para ti formar parte de un proyecto tan exitoso?
Fariña fue un regalo que me llegó sin esperarlo. Fue el proyecto que me hizo volver a España. Vivía feliz en Londres y cuando me dieron el papel recuerdo gritar muy fuerte. Pasaron casi seis meses desde que hice el casting, lo que me hizo pensar que ya no sería para mí... así que luego me llevé una gran alegría. Aprendí muchísimo con Carlos Sedes y Jorge Torregrosa, nuestros grandes directores que estaban al pie del cañón. Y también con mi compañero Javier Rey, quien se comportó como un autentico profesional. Yo estuve un poco nerviosa al principio. Me imponía mucho trabajar con un personaje tan fuerte y me invadía la exigencia de estar a la altura del resto de mis compañeros. No conocía a nadie y apenas habíamos ensayado, así que fue un auténtico aprendizaje y un lujo conocer Galicia y estar trabajando en esas tierras con tan buen equipo. Ya han pasado unos años y les sigo echando mucho de menos. Mantengo muy buenos recuerdos.
- Trabajaste junto a Bradley Cooper en un anuncio de helados, ¿cómo es las distancias cortas?
Muy guapo, humilde y carismático. Un chico de lo mas normal a pesar de ser quien es. Fue un placer conocerlo, congeniamos mucho y puedo decir que hubo química. Nos reímos mucho durante el rodaje y pasamos momentos muy divertidos. Él fue quien me animó mucho a prepararme como actriz. En aquel entonces estaba buscando una buena escuela de arte dramático y en cuanto regresé a Londres, donde yo vivía, empecé a estudiar. ¡Y pensar que estuve a punto de irme de aquel casting cuando al llegar vi a tanta gente! Suerte que me quedé, porque mereció mucho la pena. La paciencia es toda una virtud y en este mundo, me he armado. No me ha quedado otra.
- También coincidiste con Ewan McGregor, ¿te gustó la experiencia?
¡Sí, mucho! No fui del todo consciente hasta que lo tuve aun palmo de mí. Ahí fue cuando me dije a mímisma '¡Dios mío, estoy junto a Ewan McGregor!'. Trabajar con él fue una experiencia increíble, tuve un papel pequeñito en la película, pero muy agradecido. También me sorprendió gratamente coincidir con Stellan Skarsgard, con quien había trabajado antes en Cenicienta, me hizo muchísima ilusión volver a compartir escena. Es alguien a quien admiro mucho. Me encantaría volver a trabajar con él.
- ¿Sueñas con ser una estrella de Hollywood?
Ya estuve por Los Ángeles viviendo una temporada y me encantó, fue duro pero hay realmente buenas oportunidades. Nno descarto volver algún día. Poder llegar a Hollywood es todo un reto, claro que sí, es un sueño, el famoso 'sueño americano'. Lo tuve siempre hasta que vi Lalaland… bromeo. ¡Me encantaría! Poder trabajar a las órdenes de Tarantino, con quien tuve el lujo de compartir un cigarrillo en unos premios Bafta de Londres una vez; trabajar junto a Judy Dench o Angelina Jolie o coincidir con Joaquin Phoenix o Michael Fasbender… ¡sería un hermoso sueño! Aunque realmente con lo que sueño de verdad es con poder dedicarme a esto toda mi vida y mantenerme con los pies en la tierra. Aprender mucho de cada experiencia vivida y poder interpretar diferentes personajes y llevarlos a fondo. Es un oficio muy complicado que requiere mucho trabajo, esfuerzo y sacrificio. Es muy necesario mantener una estabilidad emocional, un equilibrio contigo misma y no perder nunca la esperanza, si realmente te gusta el oficio y quieres dedicarte a ello.
- Ahora triunfas en Netflix con The One, ¿cómo te llegó este papel?
Me llegó estando en Tarifa, donde disfrutaba unos días de vacaciones. Estuve estudiando y preparándome la prueba durante el viaje y cuando llegué al hotel me grabé y la envié. A los pocos días me pidieron ir a Londres a hacer una prueba presencial con la directora de casting, Lauren Evans, Catherine Morshead y mi compañera de escena Zoe Tapper. Era realmente una prueba para vernos juntas, conocernos y funcionó bien. Nos pasamos los teléfonos al salir y nos deseamos suerte. Después de varias semanas nos confirmaron a las dos y nos pusimos en contacto para celebrar la noticia. Me alegré muchísimo de que coincidiéramos, me gustó mucho trabajar con ella. Estoy muy contenta con la serie en general, está siendo un éxito, siendo de las más vistas a nivel mundial. Me llegan buenas críticas, parece que a la gente le está gustando y eso es lo que más me importa.
- ¿Te identificas con tu personaje?
Me identifico con ella porque es una mujer valiente que arriesga y no tiene miedo, se siente un alma libre y no muestra sus debilidades. Pero Sofía es una persona que oculta sentimientos y cosas que le pasan. Yo no puedo guardarme nada, todo lo que me pasa lo expreso. Tampoco sé mentir tan bien como ella, porque en seguida se me nota todo, me pongo nerviosa y lo paso mal. Prefiero decir la verdad, aunque duela. Una verdad es una verdad.
- Para los que todavía no hayan visto la serie, ¿por qué se la recomendarías?
Es una serie futurista, muy interesante, en la que una prueba de ADN te permite conocer a 'tu media naranja'. Hoy en día, en la realidad, tenemos aplicaciones con las que podemos conocer gente, incluso hay parejas que se han conocido y enamorado así. Ahora bien, si realmente pudiera existir una prueba de ADN con la que te llevaran a conocer a tu media naranja, ¿se animaría mucha gente y haría el test? Sería increíble… Es una serie que hay que ver, es ligera y está llena de suspense y misterio. Animo a todo el que no la haya visto a que la vea.
- ¿Cómo eres en la intimidad?
Muy cercana y cariñosa. Me gusta estar con los míos, cocinar, ver películas y series y jugar al ajedrez. Organizar fiestas, aunque ahora pocas, pero me gusta estar con gente y juntarme con los míos.
- ¿Nos puedes contar algo que nadie sepa sobre ti?
Me apasionan las artes marciales. Estuve preparándome con mi entrenador de Londres entrenando para su propia compañía. Tuvimos que entrenar muy duro aprendiendo diferentes tipos de artes marciales: jiu jitsu, Muay Thay, boxeo y kickboxing para luego poder rodar un curso que describía cómo aprender artes marciales en tres semanas. Ese era el objetivo, y salió bien, aunque fue durísimo. Además del entrenamiento, tuve que mantener una dieta especial proteica y tomar muchos suplementos para ganar resistencia en el entrenamiento. Puede ser que esto lo lleve en mis genes, mi abuelo fue campeón de boxeo en España y en mi familia casi todos los hombres han sido cinturón negro de judo y otras artes marciales.
- ¿Tienes algún referente o ejemplo a seguir?
A mi madre, por supuesto. A quien amo más que a nadie en el mundo y porque la considero una mujer muy fuerte, luchadora y valiente. En el mundo del cine, adoro a Angelina Jolie, me parece una gran persona, además de una mujer guapa e inteligente. La admiro por todo lo que ha conseguido en la vida: además de ser una gran actriz, es productora, directora, guionista, modelo, icono feminista, madre y siempre tan solidaria y comprometida con las casusas sociales, ayudando a los que más lo necesitan. Es de admirar.
- ¿Cómo estás viviendo la pandemia?
Ahora bien, pero porque ya me estoy empezando a acostumbrar a esta nueva era que estamos viviendo. Al principio tuve mucho miedo y me obligué a dejar de ver noticias y ver vídeos que corrían por las redes. Ha sido muy heavy lo que nos ha pasado y no lo hubiéramos imaginado nunca. Nos ha venido a todos de sorpresa y nos ha fastidiado, a unos más que a otros, pero todos nos hemos visto afectados. A mí me ha servido para descansar y poder hacer todo lo que tenía pendiente que por falta de tiempo nunca podía. Hice mucho yoga, leí y vi todas las series que pude de Netflix. También tuve mucho tiempo para pensar en el proyecto que tanto llevaba rondándome por la cabeza y al salir del confinamiento, felizmente lo pude llevar a cabo. Así, en plena pandemia se creó Kimona by JP, con mucho amor y mucha dedicación.
- ¿En un futuro te ves casada y con hijos?
La verdad que me encantaría pero, si te soy sincera, me sigo sintiendo muy joven para ello. No sé, me gustaría mucho pero no veo el momento. Todavía tengo mucho que vivir y trabajar para ello. Me gustaría sentirme más realizada como actriz para disponer del tiempo necesario y formar una familia. Todavía es pronto.
- Además de tus trabajos como modelo y actriz, tienes una firma de kimonos
El kimono es una pieza que siempre me ha encantado. Su origen y su cultura me fascinan. Es por ello que decidí crear una marca exclusivamente de kimonos. Llevaba mucho tiempo pensando en crear algo que no tuviera nada que ver con la interpretación pero que pudiera compaginar. A veces también necesito desconectar y no estar siempre pendiente del teléfono "esperando la noticia". Kimona by JP me ha dado la relajación que necesitaba para mi actriz, creando y desarrollando un negocio propio con ilusión, manteniéndome al mismo tiempo ocupada en otra cosa que también me gusta y que tiene que ver con la moda pero desde la parte más creativa. Me gusta diseñar, producir y estoy aprendiendo mucho en este nuevo mundo, en el que me he sumergido conociendo cosas nuevas y cultivándome con el marketing digital, las redes sociales y otros temas que nunca antes había tocado.
- ¿A quién te gustaría ver con uno de tus diseños?
A Rosalía.
- Para terminar, ¿qué proyectos tienes para estos meses?
Por el momento estoy trabajado mucho con la marca de kimonos, en la que acabo de lanzar la primera colección cápsula para este 2021. Se necesita mucha dedicación porque la idea es ir lanzando diferentes piezas únicas constantemente de aquí al verano. De cada modelo habrá dos o tres piezas como máximo, además de los básicos de algodón orgánico y lino, que siempre estarán presentes: esa es la esencia que quiero mantener. Por lo demás, estoy recibiendo proyectos nuevos pero muchos se van posponiendo debido a la pandemia. Son tiempos difíciles. Por eso hay que mantener la calma y tener mucha paciencia. Pero seguir activo de una manera u otra. Estoy preparada para cuando me llegue el siguiente papel. De momento, trabajando con ilusión con Kimona by JP y cuidándome mucho.