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Rocío Carrasco ha sido rotunda al asegurar que se le va quitando el miedo que ha sentido en las dos últimas décadas por culpa, según ella, de Antonio David Flores. Así lo he expresado en los últimos minutos del episodio 12 de Rocío, contar la verdad para seguir viva emitido este miércoles en Telecinco, en el que ha añadido que, al contrario de lo que pueda pensar mucha gente, ella nunca ha estado sola en todos estos años. "Estoy rodeada de mi gente, que me ayudan cada día que me levanto y que han estado conmigo en los peores momentos de mi vida", aseguraba. De hecho, enviaba un mensaje para dejar claro que siempre ha estado apoyada y acompañada en las situaciones más delicadas por las que ha pasado indicando que "no me han dejado estar sola nunca".
© GtresonlineEra entonces cuando quiso tener un detalle con aquellas personas en las que más se ha apoyado estos últimos años, entre los que se encuentra Fidel Albiac, y también su suegra. "Tengo un marido que ha estado 24 horas del día a mi lado y tengo a mi suegra, que ha sido la persona más maravillosa que yo he conocido en este mundo, aparte de su hijo, la persona más honesta", indicaba Rocío Carrasco. "A la cual estoy eternamente agradecida porque ha sido como mi madre", añadía. Tal es la unión entre las dos que a lo largo de toda la serie documental ha llevado en su muñeca izquierda una pulsera de cuero oscuro que su suegra le regalo cuando empezó a salir con Fidel y que también lució el día de su boda en 2016. Finalizaba su respuesta matizando que "yo no estoy sola, era lo que él [Antonio David] quería y no lo estoy", insistía con seguridad y con firmeza.
La serie documental de Rocío, contar la verdad para seguir vida culminaba con una declaración de su protagonista sobre cuáles son sus planes a partir de ahora, después de que haya podido relatar los hechos, tal y como ella los vivió, tras 25 años de silencio. "Ahora a intentar dejar de malvivir, intentar vivir, hacer una vida medianamente normal dentro de mis posibilidades, intentar seguir para adelante, terminar de curarme...", confesaba, a lo que matizaba que no iba a intentar recuperarse por completo, sino que lo iba a conseguir. Lo hacía convencida y con fuerza: "Yo de esta me tengo que curar, que me va a llevar tiempo, yo lo sé, pero yo puedo".
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Finalmente afirmaba no tener miedo a lo que pudiera pasar a partir del momento en que finaliza su serie documental y que se encuentra preparada para todos los ataques que le lanzen. "Estoy aquí, ahora que venga quien quiera, ya está bien de amedrantarse, ya está bien de callarse...", decía asegurando que no iba a preocuparse por lo que se dijera desde este mismo instante. "Que cada uno haga lo que quiera que aquí estoy", dictaminaba Rocío Carrasco como máxima expresión de la nueva etapa que comienza.
