El nombre de Carlota Casiraghi está ligado al glamour de Mónaco y de las damas Grimaldi. Sin embargo, la hija de la princesa Carolina siempre ha evitado la sobreexposición, apareciendo en público en contadas ocasiones. En los últimos años, centrada en su vocación de filósofa, ha ido blindando cada vez más su vida privada y reduciendo su vida social. Y esa actitud se hizo más patente tras su boda, hace dos años, con el productor de cine Dimitri Rassam.
Con su club de lectura, Carlota reivindica a diferentes escritoras que han jugado un papel importante en la emancipación de la mujer
Pero desde que fue nombrada embajadora y portavoz de Chanel, el pasado diciembre, Carlota ha vuelto a la escena social con más presencia que nunca. Además de convertirse en la protagonista de una espectacular campaña, asiste a todos los desfiles de la maison, organiza los encuentros literarios Rue Cambon (aunando así sus dos pasiones, la moda y los libros) y, para sorpresa de todos, durante la presentación de la colección crucero 2021-2022 de la casa, en Les Baux-de-Provence, la hija de la princesa de Hannover se subió al escenario y se puso a cantar. Con su belleza y su voz grave y sensual, fascinó a todos los presentes. Sin ninguna duda, Carlota es la nueva estrella del Principado.