“No me lo pensé en absoluto y me ha parecido muy interesante poder participar en una mesa redonda con dos doctores y una paciente que nos ha contado en primera persona un testimonio muy valioso”, nos dice Nuria Roca , que amadrinó, hace unos días, el encuentro El gran reto del asma grave, juntos cambiamos el rumbo, que, con motivo del Día Mundial del Asma, organizó Gsk para dar visibilidad a una enfermedad que afecta a más de doscientos treinta y cinco millones de personas de todas las edades en el mundo. En forma de mesa redonda, el acto fue moderado por la periodista Esther Vaquero.
—Nuria, supongo que te llegan muchas propuestas, ¿qué te decidió a participar en esta iniciativa?
—Sobre todo, el desconocimiento. Es una enfermedad que se ha convertido en la gran desconocida, aunque la tengamos todos muy presente, y es muy interesante conocer cómo se desarrolla, qué efectos tiene, saber que todos podemos ser enfermos de asma porque puede aparecer en cualquier momento y creo que es importante la visibilidad y la difusión.
—¿Te lo pensaste mucho o enseguida dijiste sí?
—No me lo pensé en absoluto, me pareció además muy interesante el poder hacer una mesa redonda con dos doctores, con una paciente como ha sido Julia, que nos ha contado en primera persona un testimonio muy valioso, con Esther Vaquero y la verdad es que era muy fácil el poder decir qué bien que me hagáis partícipe.
—¿Tienes o conoces algún caso cercano que haya sido el detonante?
—No tengo casos cercanos familiares de enfermos de asma. Sí que conozco gente y amigos que la padecen y, bueno, es cierto que, cuando los propios pacientes son conscientes de la enfermedad y se autocontrolan, pueden llevar una vida normal.
—¿Cuál es el gran reto en una enfermedad como el asma grave?
—El gran reto es el que han puesto sobre la mesa los doctores, es decir, que exista un plan real para poder abordar la enfermedad, que exista visibilidad y que existan intenciones políticas para que ese plan sea una realidad.
“El gran reto es que exista un plan real para poder abordar la enfermedad, que exista visibilidad e intenciones políticas para que ese plan sea una realidad”
—Como persona muy conocida, que estás en los medios, con tantos seguidores en redes ¿te sientes comprometida en ayudar cuando se te requiere?
—Yo creo que tiene que ser algo que a ti te apetezca hacer y que tú quieras hacer. Tampoco estoy muy de acuerdo en que a alguien, por ser conocido, se le tenga que exigir un comportamiento de determinada manera o una forma de actuar de determinada manera. Yo creo que eso va intrínseco en la persona y cada uno da lo que quiere dar.
—¿El hecho de que sea una enfermedad muy asociada a los niños te sensibiliza especialmente siendo madre?
—Por supuesto, yo creo que cualquier enfermedad que pueda estar cerca de un niño, todos ahí nos volvemos tremendamente vulnerables y efectivamente el asma es una enfermedad que puede aparecer en edad muy temprana y, si esa visibilidad fuera mucho más real, creo que atajaríamos, por supuesto.
—¿Qué te preocupa como madre en estos tiempos que corren, Nuria? Además, que las preocupaciones van cambiando a medida que los niños van creciendo.
—Pues mira, ahora mismo mi máxima preocupación como madre y como ser independiente e individual es que terminemos con esta pandemia de la forma más responsable posible, es decir, vacunándonos todos. Y a partir de ahí, que recuperemos todo lo que hemos perdido y sobre todo la libertad.
—Sigues en mil proyectos, compatibilizando tele, el teatro, escribir, la familia, ¿cómo logras todo y, sobre todo, durante tantos años seguidos?
—Pues —ríe— teniendo buena organización. Para eso tienes que tener un buen compañero, que, en este caso, también está muy ajetreado, entonces nos cuesta más conciliar, y... durmiendo poco —vuelve a reír—.
—Llevas más de veinticinco años en el mundo de la tele. ¿No parece un poco paradójico que mucha gente te haya descubierto en El Hormiguero?
—No, porque los más jóvenes no tienen por qué estar pendientes de ti en absoluto, pero, claro, El Hormiguero es un programa que tiene muchísima difusión y mucha audiencia, entonces, la gente a la que no le eres tan familiar pues, evidentemente, a lo mejor por primera vez te ven ahí.
—Juan y tú siempre habéis trabajado juntos, pero ahora con más intensidad. ¿Seguís formando un buen equipo en el plató como pareja televisiva y en casa también?
—Ríe—. Si no lo formáramos, no estaríamos juntos. Nosotros somos una pareja que nos queremos, nos admiramos , nos lo pasamos bien y eso está tan presente en casa como en el trabajo. Cuando nos toca trabajar juntos lo disfrutamos muchísimo porque nos gusta estar juntos, y cuando no, también.
—¿Qué tal Tamara como compañera de trabajo?
—Tamara es fantástica, es amiga, un ser maravilloso y la verdad es que me lo paso muy bien con ella.
—Ahora eres una influencer y prescriptora de tendencias con más de ochocientos mil seguidores. ¿Cómo vives esto?
—Bueno, pues con mucha naturalidad y mucho sentido del humor —nos dice sonriente—.
—¿Qué tal va el programa de tele nuevo que ya está grabando?
—El programa de tele nuevo es una maravilla, Family Feud es un formato extraordinario, nos lo hemos pasado muy bien haciéndolo y creo que la gente lo va a disfrutar mucho en casa.
—Estás también con la obra de teatro La gran depresión, ¿cómo está siendo esta aventura sobre las tablas?
—La gira está siendo para mí un descubrimiento maravilloso y Antonia San Juan es divina, Félix Sabroso es el mejor director que he conocido y ahora seguimos con la gira por Canarias y en septiembre venimos a la península.
—No todo el mundo sabe que eres arquitecta técnica de carrera, ¿alguna vez has ejercido o te hubiera gustado probarlo?
—A ver, he ejercido... Bueno, pues si tienes en cuenta que mi último año de carrera, estuve en un estudio de arquitectura de pasante, pues... Pero más allá de eso, presentar el proyecto y hacer las reformas de mi casa, he estado muy pendiente de ellas pero ya está —ríe—.
—Acabas de cumplir cuarenta y nueve años y estás mejor que nunca.
—Mejor que nunca, dice, ¡qué va! —ríe—. Creo que es importante la actitud. La belleza tiene mucho que ver con la actitud.
—Cuál es tu sueño cumplido y cuál tu sueño por cumplir?
—Pues mira, sueños cumplidos muchísimos. Absolutamente inimaginables. Y sueños por cumplir, todo lo que venga.