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m ximo huerta© GettyImages

Máximo Huerta nos habla de cómo está afrontando uno de los momentos más difíciles de su vida

Su madre y él fueron ingresados al mismo tiempo en el hospital de Manises a causa de sus respectivos problemas de salud: ‘Estamos unidos en lo bueno y en lo malo’


23 de mayo de 2021 - 10:30 CEST

Este último año no ha sido fácil para nadie. Sobra enumerar los motivos. Pero las ganas de dar carpetazo a estos fatídicos meses, en el que el coronavirus paralizó el mundo. son aún mayores para algunos, como es el caso de  Máximo Huerta , que, además, tiene que enfrentarse a un complicado trance familiar. En los últimos tiempos, el presentador y escritor se ha mostrado muy preocupado por el estado de salud de su madre, Clara Hernández, que hace unos días tuvo que ser ingresada a consecuencia del tumor que se le detectó el año pasado en uno de sus ojos. A ello se suma el accidente doméstico que él sufrió recientemente en su casa, una caída que le produjo una   fractura en la mano  que le ha obligado a pasar por el quirófano. Ya de vuelta a casa y a su trabajo en la televisión valenciana, À Punt, hemos podido hablar con el presentador para que nos hable de cómo está afrontando uno de los momentos más difíciles de su vida y de cómo evoluciona su lesión.

Maxim Huerta© @maximohuerta
Máximo Huerta sufrió una rotura de los metacarpios de su mano izquierda a causa de un accidente doméstico.

- Máximo, ¿cómo te encuentras?

- Aunque aún no tengo movilidad en la mano, me encuentro mejor. Me han quitado la escayola hace unos días y ahora voy a empezar con la rehabilitación.

- ¿Cuánto tiempo necesitarás para estar completamente recuperado?

- De momento, me ha quedado la mano con un efecto pinza y me dicen que tendré que recuperar la movilidad en un plazo de dos meses. Al parecer, el movimiento que no consiga recuperar en ese tiempo, ya no lo recuperaré. Espero que, con la rehabilitación, consiga recuperarlo al cien por cien.

- ¿Qué fue lo que te pasó exactamente?

- Subiendo una noche a mi madre a su habitación para ayudarla, tropecé en las escaleras. Al caerme, para sujetarme, me apoyé mal y me fracturé los metacarpios de la mano izquierda. La rotura fue grave e iba a peor, así que finalmente los médicos decidieron que lo mejor era operarme. Me han puesto una placa y ocho clavos.

Maxim Huerta© @maximohuerta
En la imagen, el popular presentador y escritor con su madre, Clara Hernández, con la que guarda una relación muy especial

- Para colmo de males, tu madre también tuvo que ser ingresada al mismo tiempo que tú ¿no?

- Así es. Ya ves, los dos estamos unidos en lo bueno y en lo malo. No recuerdo cuántos días hemos estado, pero nos ingresaron a la vez en el hospital de Manises. A ella, por culpa de una anemia, una deshidratación y otros asuntos. Todo a consecuencia del tumor que le detectaron hace tiempo y que, por la edad que tiene, la ha dejado muy flojita.

- ¿Cómo se encuentra ella?

- Ya está en casa también y está mejor, pero sigue débil y flojita de ánimo.

- ¿En qué estadio se encuentra el tumor?

- En la última resonancia que le han hecho, nos han dicho los doctores que no ha avanzado, que se ha quedado paralizado. No sé como es la expresión que utilizan ellos, pero ni avanza ni retrocede.

Maxim Huerta© @maximohuerta
Una entrañable imagen de Máximo con su madre, a la que le detectaron el pasado año un tumor en un ojo: “Está mejor, pero sigue débil y flojita de ánimo”.

- Cambiaste de vida para dedicarte a ella y dejaste Madrid para instalarte de nuevo en tierra natal, Valencia.

- Sí, me vine cuando los médicos comenzaron a ver problemas en el ojo de mi madre. Al principio, pensaron que podría ser un problema de sequedad y que, con unas gotitas, bastaría para solucionarlo, pero luego descubrieron que lo que tenía era un tumor. En ese momento, fue cuando decidí volver con ella al pueblo para cuidarla. Soy ahora como un padre, estoy todo el rato pendiente de ella y eso a veces la molesta, pero es lo que hay (risas). Curiosamente, la mudanza me coincidió también con un cambio de trabajo y me he quedado en la televisión autonómica valenciana, À Punt, donde estoy presentando por las tardes el magazine Bona Vesprada.

- ¿Se puede decir que has ganado calidad de vida a pesar de los problemas?

- Sí, si no fuera por los problemas de salud que nos han ido fastidiando, estaría muy bien, porque el programa que estoy haciendo me gusta muchísimo y estar de nuevo en el hogar familiar es comodísimo. Vivo en la casa del pueblo de siempre, a quince minutos de los estudios. También me ha encantado volver a estar con los amigos de siempre. Y ahí algo muy especial: que me siento muy querido en la tele, en la de siempre, en la que empecé. Y eso, sin lugar a dudas, me hace trabajar muchísimo más a gusto.


A la izquierda, Máximo Huerta comenzó a presentar a primeros de año un magazine vespertino en la televisión autonómica valenciana. A la derecha, el presentador y escritor también ha debutado como actor en la serie valenciana ‘L’ alqueria blanca’, donde se mete en la piel del juez Varela: “Pensé que se trataría de un “cameo”, pero no, es un papel con una relevancia clave en las tramas”.
© @maximohuerta
A la izquierda, Máximo Huerta comenzó a presentar a primeros de año un magazine vespertino en la televisión autonómica valenciana. A la derecha, el presentador y escritor también ha debutado como actor en la serie valenciana ‘L’ alqueria blanca’, donde se mete en la piel del juez Varela: “Pensé que se trataría de un “cameo”, pero no, es un papel con una relevancia clave en las tramas”.

- También has debutado como actor, ¿cómo te surgió la oportunidad?

- Participaba en obras amateurs y era una experiencia maravillosa. Un día se me ocurrió decir en el programa que me encantaría participar en L’ alquería blanca (la serie estrella de la cadena y me lo propusieron. Pensé que se trataría de un “cameo”, pero no, es un papel -el juez Varela- con una relevancia clave en las tramas.

- ¿Cómo está siendo la experiencia?

- Ha sido una mezcla de vértigo y placer, pero estoy orgulloso del resultado. Mira que yo no suelo estar contento con lo que hago, porque soy muy exigente conmigo mismo: siempre encuentro pegas. Pero aquí, no sé si al sentirme libre de mirar a cámara, con esa luz y con el talento de mis compañeros arropándome, la verdad es que estoy encantado.