En tiempos de la añorada duquesa Cayetana de Alba, existía una leyenda según la cual, se podría atravesar España pisando sólo las fincas de su propiedad. Algo muy similar se puede trasladar al patrimonio de Bill Gates, que desde hace unos años suma otro récord a sus numerosos logros: es el mayor propietario de tierras de cultivo de Estados Unidos.
La noticia del divorcio de su mujer, Melinda Gates, ha hecho que se generen un sin fin de preguntas sobre el futuro y el reparto de la inmensa fortuna del fundador de Microsoft, cuyo imperio incluye hogares en cinco estados norteamericanos; una flota de automóviles; una colección de arte que incluye un códice de Leonardo Da Vinci, barcos y varios jets privados.
A sus bienes se suman las grandes extensiones de superficie que desde hace más de una década el magnate ha ido adquiriendo de forma discreta a través de su grupo inversor Cascada Investments. La última de ellas, a primeros de año en la región de Horse Heaven Hill, en el estado de Washington, donde desembolsó casi 170 millones de dólares por varias parcelas que suman una superficie total de más de 6.400 hectáreas.
Según un informe de la revista estadounidense The Land Report, entre terrenos agrícolas, de transición y de recreo, el multimillonario acumula un total de 108.000 hectáreas. Todo esto sumado a las vastas fincas en las que se alzan el resto de sus propiedades (casas y ranchos) demuestra que una ardilla podría cruzar el país desde la Costa Este a la Oeste y de Norte a Sur sin salir de sus dominios.
Las propiedades de mayor tamaño se encuentran en Arkansas, Nebraska y, principalmente, Luisiana, donde dispone de más de 28.000 hectáreas en las que cultiva desde maíz dulce hasta algodón o soja, pasando por trigo, caña de azúcar o arroz.
El cuarto hombre más rico del mundo también adquirió otras 11.000 hectáreas en tierras de transición y recreativas cerca de Phoenix y que, según informaba en 2017 el periódico digital Arizona Republic, fueron compradas por el matrimonio de filántropos para transformarlas en un barrio con espacio para 80.000 hogares; más de 1.600 hectáreas para escuelas, oficinas y tiendas; y 1.400 hectáreas para zonas abiertas de esparcimiento.
El propio Bill Gates explicó el por qué de esta obsesión por las tierras de cultivo. En marzo pasado, durante su participación en un foro de la plataforma Reddit, donde habló con los usuarios de las redes sociales, aclaró que su grupo de inversión decidió hacer estas adquisiciones, aunque, dijo, el motivo “no está relacionado con el clima”.
Sin embargo, el magnate agregó que el sector agrícola es importante, ya que puede ayudarnos a resolver problemas medioambientales como la deforestación. “Con semillas más productivas podemos evitar la deforestación y ayudar a África a hacer frente a las dificultades climáticas que ya tiene. No está claro hasta qué punto pueden ser baratos los biocombustibles, pero si lo son, pueden resolver las emisiones de la aviación y los camiones”, declaró el filántropo estadounidense.
Recordemos que entre las propiedades del rey de las tierras agrícolas, se encuentran además su residencia Xanadu 2.0 en Medina, Washington, en una parcela de 20.000 metros cuadrados, la mansión que adquirió en 2020 en Del Mar (San Diego), con fabulosas vistas al océano Pacífico; una finca ecuestre en Wellington, Florida, así como ranchos en Cody, Wyoming y en Santa Fe, Nuevo México.