El hecho de nacer en el seno de una de las familias más ricas del mundo no siempre implica tener la vida resuelta. O sí, todo depende de cómo se mire. Jennifer, Rory y Phoebe, los tres hijos de Bill y Melinda Gates, lejos de ser unos diletantes herederos, han sido educados bajo una estricta disciplina para moldear su carácter; como ejemplo, sus padres no les permitieron tener teléfono móvil hasta los catorce años.
Al margen de esta anécdota, lo que realmente llama la atención es que el magnate tecnológico ha repetido en varias ocasiones que sus hijos “solo” heredarán 10 millones de dólares cada uno. La cifra, una más que considerable cantidad de dinero que les podría asegurar el futuro, resulta insignificante si se tiene en cuenta que es menos del 1 por ciento de la fortuna de Gates, estimada en torno a los 130.000 millones de dólares.
El cofundador de Microsoft argumentó que las razones por las que tomó esta decisión se debían a la búsqueda de un “equilibrio” para que sus hijos puedan “tener la libertad de hacer cualquier cosa, pero no recibir una gran cantidad de dinero para que puedan salir y no hacer nada”. Durante una charla en Reddit en el pasado, el multimillonario declaró: ”Definitivamente creo que dejar a los niños cantidades masivas dinero no es ningún favor para ellos”. También aseguró: “Algunas personas no están de acuerdo con esto, pero Melinda y yo nos sentimos bien”.
Sin embargo, tras su separación del cuarto hombre más rico del mundo, Melinda Gates podría estar pensando en dar un giro a los planes de su exmarido respecto a sus hijos. Según expertos en divorcio consultados por Page Six, hay una pista en la demanda presentada por la empresaria que indica que podría perseguir cambiar la herencia de sus tres hijos.
Melinda ha nombrado a los mejores abogados fiduciarios y patrimoniales como sus representantes en su solicitud de divorcio, junto con las habituales águilas legales matrimoniales, algo muy inusual, al parecer en un proceso de divorcio. De acuerdo con el citado medio estadounidense, esta medida indica que Melinda, como cualquier mujer, quiere proteger a sus hijos y, por tanto, tiene planes para su familia que difieren de los de Bill.
En la solicitud de divorcio, la ingeniera y filántropa aseguró que existía un acuerdo de separación, y los expertos dicen que si los parámetros de la herencia de la pareja no se detallan en el pacto, “cualquiera de las partes podría cambiar la cantidad que heredarán sus hijos”.
Las destacadas abogadas de divorcio Harriet Newman Cohen y Martha Cohen Stine señalan que la decisión de Melinda de divorciarse, y potencialmente cambiar la herencia de sus hijos, sigue una trayectoria de empoderamiento femenino expresada cada vez más por la filántropa. Newman Cohen dijo: “Bill Gates anunció con orgullo al mundo que dejaría $ 10 millones a cada uno de sus tres hijos, y que el resto de los miles de millones quedarán para la caridad... ahora que Melinda tiene el control, tal vez ella quería dejar más para sus hijos de $ 10 millones cada uno. Quizás ella no estuvo de acuerdo”. Añadió que la fracción de fondos que se deja a los hijos es “equivalente a desheredarlos”.