Durante más de seis décadas, el amor ha sido el protagonista principal de la vida de Ana Obregón Navarro y Antonio García Fernández. Su matrimonio ha sido el mejor ejemplo para la numerosa familia que han formado juntos, compuesta por cinco hijos, once nietos y un bisnieto a los que se han dedicado por completo y sin condiciones a lo largo de su vida puesto que todos ellos han sido siempre su debilidad y a la vez su motor. Quizá uno de los secretos del éxito de la pareja ha sido precisamente ese, el rodearse de sus seres queridos para celebrar a su lado las buenas noticias y apoyarse en los momentos más complicados. Gracias a esto, tanto Ana como sus hermanos, Celia, Amalia, Javier y Juan Antonio, han crecido rodeados de ese cariño incondicional. Todos ellos han sido, son y serán una piña pase lo que pase puesto que así se lo han transmitido sus padres y también se lo han inculcado a sus hijos. Y, aunque nada va a ser igual para ellos a partir de ahora, seguirán siendo inseparables y teniendo presentes esos recuerdos que se necesitan "para seguir respirando" tal y como dice la actriz.
-Ana Obregón pone en marcha un bonito proyecto relacionado con su hijo Aless
Uno de los episodios más difíciles que había tenido que afrontar la familia hasta ahora ha sido la pérdida de Aless, quien adoraba pasar tiempo con los suyos y tener cerca a sus abuelos. El único hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio falleció el 13 de mayo de 2020, dos años después de ser diagnosticado de cáncer. Desde el momento en el que sus seres queridos conocieron su enfermedad, todos ellos se volcaron en transmitirle todas sus fuerzas, aunque lo cierto es que él mantuvo hasta el último momento un gran sentido del humor. Sus tías Celia y Amalia así como su prima Celia Vega-Penichet, a la que consideraba una hermana, viajaron con frecuencia a Estados Unidos, donde el joven empresario se sometió a la primera fase del tratamiento de la mano del doctor Josep Baselga. También se desplazaron a Barcelona horas antes de su fallecimiento y no se separaron ni un solo momento de su hermana ni en viaje de vuelta a Madrid ni en el entierro ni en el posterior funeral, al que ya se pudieron sumar el resto de los familiares, demostrando una vez más su gran unión.
En verano de 2015, concretamente en el mes de septiembre, hicieron gala nuevamente de que mantenerse unidos es la mejor manera de hacer frente a momentos adversos como fue el ingreso de Ana a causa de un derrame cerebral, en cuya recuperación estuvieron todos muy implicados. Tampoco se separaron de ella dos años más tarde, al someterse a una cirugía cardíaca, y cuando en abril de 2021 tuvo que pasar de nuevo por el hospital, en el que vimos a todos muy pendientes de su evolución. Ya dada de alta, al llegar a casa se produjo un romántico momento entre ella y su marido, quienes volvieron a dar muestra de que formaban un tándem perfecto y de que estar todos juntos es la mejor medicina para sobrellevar los problemas. Tal como solía decir Aless orgulloso al hablar de los suyos, son "la familia que eligiría en mil vidas si de eso se tratara".
Celebraciones y veranos inolvidables
Los García Obregón hacen frente ahora a una dolorosa pérdida, pero si echan la vista atrás tienen la inmensa fortuna de haber vivido juntos instantes inolvidables que los acompañarán para siempre como sus bodas, los felices nacimientos de sus niños, los bautizos de los pequeños o los veranos en 'El Manantial', su casa de Mallorca, que ha sido testigo de mágicas puestas de sol, aventuras y risas compartidas. En este refugio balear, Ana y Antonio reunían a sus hijos y nietos para pasar a su lado de unos días de relax en los que, dejando de lado los compromisos profesionales, lo único que importaba era disfrutar al máximo los unos de los otros. De hecho, tanto Ana como su hijo y sus sobrinos han compartido en alguna ocasión pinceladas de esas inolvidables etapas estivales en las que el matrimonio estaba pletórico teniendo a los suyos cerca las 24 horas del día. Una de las anécdotas más simpáticas tuvo lugar en verano de 2019, cuando Aless y sus primas recrearon en esta vivienda esas imágenes de la infancia que sus abuelos guardaban con tanto cariño.
La alegría, el optimismo y el buen humor es lo que ha caracterizado a los miembros de esta numerosa familia que siempre se ha reunido también para brindar por los éxitos de todos ellos y celebrar las buenas noticias. Tiempo atrás vimos por ejemplo a Ana y su hermana Amalia muy atentas a la hija de esta última, Carolina Aresu, en sus competiciones ecuestres, o a Javier García Obregón apoyar a su sobrino Aless en esos proyectos empresariales que puso en marcha con Polar Márketing. En este sentido también contó con el respaldo de su primo Javier, quien a su vez formaba parte de su grupo de amigos.
Entre los eventos que propiciaban las reuniones de todos los Obregón se encuentran también las Nochebuenas, las Nocheviejas (en muchas de ellas Ana no ha podido estar porque se ha encargado de retransmitir las campanadas desde la Puerta del Sol) y los cumpleaños de los diferentes miembros de la familia. En junio de 2020 celebraban por última vez con Ana María el inicio de una nueva vuelta al sol mientras que en febrero veíamos, por ejemplo, cómo se desplazaban hasta la casa de Ana María y Antonio para soplar junto al empresario las 95 velas de su tarta.