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Aunque no ha querido hacerlo público hasta ahora, Ivonne Reyes ha pasado unos meses terribles. No sólo por haber sufrido el coronavirus en primera persona, porque ese no ha sido el problema que le ha tenido ingresada durante diez días en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Como ha revelado a ¡HOLA!, la presentadora venezolana ha padecido una grave infección que le ha llevado a temer por su vida. “Me despedí de la gente”, nos ha confesado en la presentación de La estilista, la nueva novela de Fiona Ferrer, celebrada este jueves 20 en el Hotel Wellington de Madrid. Allí Ivonne nos ha hablado también de su reinvención como coach y de su situación con Pepe Navarro, tras enterrar el hacha de guerra.
© GettyImages—¿Cómo estás viviendo esta nueva etapa de la pandemia?
—Estaba un poco con ansiedad por venir a esta presentación… Bueno, con ansiedad… Es muy exagerado… Preocupada, por cómo sería todo. Pero me encanta ver a la gente y saber lo que ha hecho durante la pandemia… Por ejemplo, que Fiona haya sacado su libro y podamos estar con ella. Todos hemos ido haciendo cosas, renovándonos y reinventándonos.
—¿Cómo has pasado este año tan convulso?
—En el 2020 me dediqué a estudiar Coaching Ontológico, que es el estudio del ser humano y a nivel social. Empecé el año anterior, me fui a Estados Unidos, México… Luego, volví a España. Sólo pensaba estar unos días, ¡pero comenzó la pandemia y me dio el COVID!
—¿Cómo ha sido tu experiencia?
—Lo pasé en marzo del año pasado. Perdí el olfato y el gusto. Pero, en octubre, tuve sepsis, que es infección de todos los órganos, y ahí sí que me tuvieron que ingresar. Estuve diez días muy grave.
—¿Cómo?
—Sí, es que no lo he dicho. Me dio fiebre de 40, 41… Durante unos días, estuve en la UCI. Hasta me despedí de todo el mundo.
—Pero, ¿fue provocado por el coronavirus?
—No, por una bajada de defensas. El coronavirus lo pasé en marzo, aunque eso te hace tener las defensas bajas… Luego, el no comer bien, el no descansar… El agotamiento físico, mental… El estrés que hemos tenido todos… Como coach, estaba haciendo charlas para grupitos de diez personas y no paraba. Ahí me afectó, hasta el punto de terminar en el Ramón y Cajal.
—¿Ya estás bien?
—¡Sí! ¡No me morí! (ríe) Soy una superviviente de la sepsis, porque normalmente los enfermos no suelen salir vivos.
© GettyImages—Entonces, ¿estuviste a punto de morir?
—Sí, sí. Literalmente. En ese momento, lo que quería era dormir.
—¿Cómo dormir?
—Dormir.
—Pero, ¿de morir?
—Sí. Estaba tan cansada… Quería acabar ya, porque no podía. Es que no sientes otra cosa… La gente que ha pasado por eso lo sabe perfectamente. Lo único que quieres es dormirte. La gente dice: “Pobre, estabas solas”. Pero es que, en esos momentos, no sabes si vas a despertarte o no. Sólo quería dormir y que se acabara todo.
“Estaba tan cansada… Quería acabar ya, porque no podía. Lo único que quería era dormirme. En esos momentos, no sabes si vas a despertarte o no”
—Nos contabas que te has reintentado como coach. Explícanos cómo ayudas con tus sesiones.
—Trabajamos en base a serie de preguntas. Hay que rodearse de gente positiva, comer bien, hacer deporte, descansar y escuchar el cuerpo. Si no, te pasa factura y terminas en un hospital. Es muy importante mantener las defensas arriba en todos los sentidos y, sobre todo, rodearte de gente positiva. También leer mucho, que somos muy incultos con el tema de la nutrición y de la salud.
—¿Y eso es lo que enseñas con el coaching?
—Eso en general. En el coaching, si tienes un problema, un quiebro o un bache, ayudo con sesiones.
—Y tú que eres una superviviente…
—Hombre, en muchos sentidos, sí. Ya no sólo a nivel de familia, como sabes –su hermano falleció inesperadamente, en 2016–, sino también de amigos. El que era mi novio falleció también… De enfermedades…
—¿Cuáles son las reacciones cuando tus clientes se enteran de que eres tú quien ofreces el coaching?
—Al principio, se extrañan, les choca… Ay, Ivonne Reyes. Pero eso dura muy poco.
© GTres—¿Cómo se encuentra tu hijo? ¿Ha pasado la pandemia contigo?
—Sí. Está muy bien. Está estudiando Acting, actuación, que le encanta. Está arrancando, haciendo sus castings. Pero me prohibió que hablara de él…
—La buena noticia es que, por fin, has enterrado el hacha de guerra con Pepe Navarro.
—Sí. Pero prefiero no hablar del tema. Lo que he aprendido de la pandemia, la sepsis y todo es que no hay que invertir el tiempo en lo que no merece la pena.
—Pero celebrarás que se haya resuelto una situación tan complicada.
—Sí. Por nosotros, sí. Y ya está.
—De hecho, has renunciado al dinero de la pensión.
—Sí. Todo lo que leíste está OK, pero no quiero hablar de ello.
“El tema de Pepe Navarro me aburre. Lo que he aprendido de la pandemia, la sepsis y todo es que no hay que invertir el tiempo en lo que no merece la pena”
—Entonces, ¿están solucionadas las cuestiones legales con Pepe Navarro?
—Pregúntaselo a él. No quiero…
—¿Te aburre el tema?
—Mucho. ¿A ti no? Es un tema muy tedioso y yo estoy en otro rollo.
—¿Mejor hablamos de amor?
—¡Estoy abierta al amor! Pero estoy tranquila, que he estado enferma.
—Ahora te toca disfrutar.
—No te creas que después de estar en la cama de un hospital y creer que vas a morir… Literalmente… Porque una sepsis es bastante dura. De hecho, quiero colaborar con alguna fundación para tratar a personas.
© Fernando Junco—¿Para compartir tu experiencia?
—Sí, porque es bastante más duro de lo que la gente se piensa. Compartir para salir adelante y subir esas defensas..
—El verano está a la vuelta de la esquina. ¿Tienes algún plan para estas vacaciones?
—Iré haciendo en el día a día, con lo que la vida me vaya regalando. Pero he salido empoderada.
