"Nos sentimos enormemente orgullosos de la familia que somos", dijeron al separarse, y así, en familia, han querido celebrar el 40 cumpleaños de Iker Casillas. El actual adjunto a la dirección de la Fundación Real Madrid sopló las velas junto a Sara Carbonero y sus dos hijos, Martín y Lucas. No faltaron los globos, ni la tarta, ni las sonrisas, ni los brazos. Es la primera vez que les vemos juntos tras su separación y el amor que compartieron durante tantos años de unión no se ha terminado, simplemente se ha transformado. "Nuestro amor de pareja toma caminos distintos pero no lejanos puesto que seguiremos juntos en la maravillosa tarea de seguir siendo padres dedicados como hasta ahora lo hemos hecho", aseguraron cuando decidieron, de mutuo acuerdo, comenzar una nueva vida. "El respeto, el afecto y la amistad permanecerán siempre", añadieron.
Horas antes de la fiesta familiar, la periodista dedicó este cariñoso mensaje a su exmarido: "Feliz vuelta al sol. Que las vistas desde ese cuarto piso sean maravillosas. Te lo mereces". Y después se fue a la radio para preparar la entrevista de la cantante Miriam Rodríguez.
La nueva vida de Iker y Sara
A sus 37 años, Sara afronta esta nueva etapa sentimental con el cariño de sus mejores amigas, entre las que se encuentran Isabel Jiménez, Raquel Perera y Vicky Marcos, y la ilusión de proyectos profesionales tan gratificantes como su trabajo en Radio Marca o Slow Love.
Iker, por su parte, ha llegado a los 40 en un momento de grandes cambios, tanto personales como deportivos. "Esas escaleras me llevan a los 40. ¡Allá que voy! ¡Que la fuerza me acompañe! ¿Alguien de verdad me puede confirmar que los 40 de hoy son los 30 de hace años?", bromeó. Dos años después de su infarto y retirado oficialmente del terreno de juego, el de Móstoles ha comenzado una nueva etapa como adjunto al director general en la Fundación Real Madrid, pero no deja de soñar. "Me gustaría formarme como directivo, me gustaría cambiar muchas cosas del fútbol. No quiero ser entrenador, no me apetece viajar, ya he viajado mucho y además tengo dos niños pequeños", afirmó en una entrevista concedida a su compañero Santiago Cañizares.
Lo más importante, el bienestar de Martín y Lucas
Iker y Sara confirmaron su separación el 12 de marzo, tras 11 años de relación, casi cinco de casados y dos niños en común, Martín, de siete años, y Lucas, que está a punto de cumplir cinco. Unas semanas más tarde, según Diez Minutos, la expareja acudió al Juzgado de Pozuelo de Alarcón (Madrid) para firmar su divorcio. Una decisión tomada de manera amistosa que habría facilitado el convenio al que llegaron. Sara mantiene la custodia de Martín y Lucas, pero otorgando un régimen de visitas muy flexible para Iker, porque lo más importante para ambos es el bienestar de sus hijos. "Nuestra prioridad es desde el cariño y el compromiso, compartir el bienestar y la educación de nuestros hijos y protegerlos para que crezcan en un entorno estable y saludable".