,type=downsize)
El pasado 13 de mayo, se cumplió un año de la muerte de Aless Lequio. Su padre, Alessandro Lequio, lo recordó compartiendo imágenes de la graduación del joven en la Universidad de Duke, en Estados Unidos, en 2014. Alessandro guarda un gran recuerdo de aquel día, y no se separa de la camiseta de baloncesto azul de los Duke Blue Devils, con una ‘D’ en mayúscula, que llevaba siempre su hijos.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Son fechas tristes para el aristócrata, que se refugia en su hija pequeña, Ginevra Ena, que en el mes de agosto cumplirá cinco años. La niña que ha tenido el conde Lequio con María Palacios es la alegría y el consuelo del exmarido de Ana Obregón en estos momentos tan difíciles.
Hace unos días, Lequio acompañó a su hija a sus clases de taekwondo. La pequeña de cuatro años continúa con la tradición familiar, ya que su padre es todo un experto en kárate desde hace años y su hermano, Aless Lequio, también practicaba artes marciales. Ginevra Ena, que debe su nombre a su tatarabuela, la Reina Victoria Eugenia de España, que falleció cerca de la ciudad suiza de Ginebra, ya es cinturón blanco con punta amarilla.
Los colores de los cinturones en el taekwondo tienen un significado. El blanco representa la inocencia, debido a que el estudiante no posee conocimientos, mientras que el amarillo significa la tierra de la cual brota la planta y toma raíz, es decir, el cimiento del taekwondo es colocado en el estudiante.
“Educando a una futura campeona”, escribió Lequio el año pasado acompañando ese mensaje con una instantánea de su hija con el uniforme de taekwondo. Sin duda, Ginevra Ena es una de las personas con las que el conde encuentra el sosiego y la energía para retomar la vida con fuerza. Y es que, tal y como el colaborador comentó acerca de cómo superar el duelo: “Cada uno lo lleva como puede”.
Con cara triste, Alessandro vive un momento de recuerdo donde se le nota pensativo y melancólico. Lequio recuerda cada día a su hijo y sigue con sus particulares homenajes a Aless, llevando ropa de él. Esta semana, por ejemplo, lució la gorra de la Universidad de Duke que tenía su hijo. “Aless forever”, dice siempre Alessandro.