La princesa Charlene de Mónaco ha sorprendido hoy al mundo con unas impactantes imágenes publicadas en sus redes sociales. Bajo el lema "Gracias por no olvidarnos", quiere concienciar y poner fin a la caza furtiva del rinoceronte en su país de origen, Sudáfrica. Por este motivo, la princesa de Mónaco no ha dudado en compartir las instantáneas del momento en el que ella misma ayudaba en el rescate de esta especie amenazada. Unas imágenes que están dando la vuelta al mundo por la entrega y sensibilidad que demuestra con el malherido animal.
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En algunas zonas de África y Asia, donde habitan los rinocerontes, varias ONGs intentan trabajar para salvar a estos animales de la extinción después de que en los últimos años se haya multiplicado la caza furtiva. La intención de quienes acaban con la vida de estos mamíferos no es otra que llevarse sus cuernos, que en ciertos lugares son famosos por sus supuestas propiedades curativas y mágicas para terminar con enfermedades como el cáncer. Según aseguran algunas organizaciones, a partir de la pasada década las cantidades subieron de manera alarmante y en los últimos catorce años se han perdido más de 9.200 ejemplares de esta especie.
Es por eso que, como se ve en las imágenes de Charlene, que puedes ver dándole al play al vídeo que se encuentra sobre estas líneas, algunas protectoras han decidido salvarles la vida quitándoles el cuerno de una manera indolora para el animal. La Princesa aparece, luciendo una sudadera de camuflaje y pantalón de chándal de color negro, abrazada a alguno de los rinocerontes que aparecen con los ojos y los oídos tapados, un proceso que ayudará a que puedan sobrevivir incluso si se cruzan con alguno de los cazadores furtivos que rondan por su hábitat.
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En los comentarios de las publicaciones que ha compartido Charlene multitud de sus seguidores alaban su comportamiento y su sensibilidad a la hora de tratar este tema, además de que haya querido utilizar su plataforma para hacer que los rinocerontes y su causa sean conocidos en todo el mundo. La princesa de Mónaco compartía hace unos meses que su vida en Sudáfrica era totalmente diferente de la que viven ahora sus hijos, con posibilidades de viajar y conocer mundo: "Cuando era niña, el día a día y el ritmo de vida en Sudáfrica era muy diferente", recordaba, pero no duda en inculcar a Jacques y Gabriella su propia experiencia, cercana a los animales y la naturaleza, para que crezcan con todos los puntos de vista.