Carlos Fitz-James Stuart y Solís se casará en el próximo 22 de mayo en el Palacio de Liria, será entonces cuando su mujer, Belén Corsini, se convierta en condesa de Osorno. Un título nobiliario que Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, actual duque de Alba, legó al menor de los dos hijos que tuvo durante su matrimonio con Matilde Solís, convirtiéndole no solo en conde de Osorno, una denominación que hace referencia al municipio palentino de Osorno la Mayor, sino también en Grande de España.
La historia de la Casa de Alba
Fue en febrero de 2016 cuando el Boletín Oficial del Estado recogió que en nombre del Rey y por distribución de su padre, Carlos Fitz-James-Stuart y Martínez de Irujo, se expediría la Real Carta de Sucesión con el título de Conde de Osorno a Carlos Fitz-James-Stuart y de Solís. Un título que se remonta a 1445 y que fue concedido por Juan II de Castilla a Gabriel Fernández Manrique, un noble y militar castellano que era tataranieto del rey Alfonso XI de Castilla. Tendrían que pasar varios siglos, concretamente hasta 1902 para que Alfonso XIII, cuando solo llevaba cuatro meses en el trono, dotara a ese título con la Grandeza de España; por aquel entonces y desde el año 1675, la Casa de Alba ya había heredado la titularidad al fallecer sin descendencia la VIII condesa.
Grandes entre los grandes
Son 418 personas las que actualmente, y según consta en el registro de la Diputación Permanente y Consejo de la Grandeza de España y Títulos del Reino, las que ostentan la Grandeza de España, la máxima dignidad que puede tener una persona de la nobleza dentro de nuestro país. Actualmente este título implica solo privilegios protocolarios, ya que los Grandes se sitúan en orden de precedencia justo por detrás de los hijos del Rey, es decir inmediatamente después de Leonor, princesa de Asturias y de la infanta Sofía. Antiguamente ser Grande de España conllevaba grandes privilegios como el de desempeñar diversos cargos de la Corte real o el de tener acceso a un pasaporte diplomático.
Lo más curioso es que el limitado listado de títulos nobiliarios que tienen implicada la Grandeza de España en mayor medida recaen en las mismas personas. Este era el caso de Cayetana de Alba, que llegó a ser dieciocho veces Grande España antes de que comenzara a legar a sus hijos algunos títulos nobiliarios. Precisamente esto mismo es lo que hizo su hijo mayor, Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo y actual duque de Alba. Cuando había pasado un año del fallecimiento de su madre, decidió legar a su hijo Carlos el título de conde de Osorno. Lo mismo sucedió con el título de duque de Huéscar, que recae en el primogénito del duque de Alba, siendo Fernando Fitz-James Stuart y Solís el que lo que ostenta este título en la actualidad.