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Tras el anuncio del futuro enlace de Álvaro Falcó, futuro marqués de Cubas, con Isabelle Junot y las bodas de los hermanos Felipe y Carlos Cortina los próximos 10 de julio y 4 de septiembre, cada vez son menos los solteros disponibles del llamado grupo de cachorros de la ‘jet set’. Uno de los más interesantes de esta influyentes pandilla de amigos, también integrado por Carlos Torretta, marido de Marta Ortega, heredera de Inditex, es Ramón Hermosilla, hijo de la socialite Silvia Gómez-Cuétara y el abogado Ramón Hermosilla. Este empresario, de 38 años, es un poderoso promotor inmobiliario y uno de los hombres mejor conectados de nuestro país. Además, desde hace unos meses, está soltero.
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Licenciado en ADE y Derecho, comenzó su carrera profesional en el sector inmobiliario de la mano de Luis García Cereceda, fundador de la exclusiva urbanización La Finca de Pozuelo de Alarcón (Madrid), y segundo marido de su madre. El matrimonio entre Silvia Gómez-Cuétara, una de las mujeres más elegantes de España, y Ramón Hermosilla, conocido por haber defendido entre otros clientes a Alberto Cortina y Alberto Alcocer en el ‘caso Urbanor’, se rompió en los años 90. Tuvieron cuatro hijos: Ramón, el mayor; Jaime; Silvia, conocida como Chivi, y Victoria. Fue entonces, cuando en 2001, su madre se casó con García Cereceda, constructor cercano a Felipe González y gracias al que Ramón entró en el sector desde muy joven.
Licenciado en ADE y Derecho, comenzó su carrera profesional en el sector inmobiliario de la mano de Luis García Cereceda, fundador de la exclusiva urbanización La Finca de Pozuelo de Alarcón (Madrid), y segundo marido de su madre.
Mientras ayudaba a su padrastro a levantar la urbanización donde hoy residen los famosos más importantes del país, fundó en 2002 la promotora HGC (Hermanos Gómez-Cuétara), un trabajo que combinó con su colaboración en las empresas de Carlos Slim, entonces el hombre más rico del mundo, y buen amigo de su familia. De hecho, su madre, tras quedarse viuda de Luis García Cereceda, fallecido en 2010, empezó a salir con el empresario y coleccionista de arte astur-mexicano Juan Antonio Pérez Simón, considerado mano derecha de Slim.
Ahora Ramón vuela solo. A través de Terralpa, de la que es socio junto al también importante hombre de negocios mexicano Rodrigo Lebois, está detrás de seis de los proyectos más relevantes de Madrid. Se trata de cuatro promociones en Chamberí, llamado “el nuevo Soho de la capital”, y dos en el barrio de Salamanca, la más exclusiva, en el número 11 de la plaza Marqués de Salamanca y el número 3 de la calle Nuñez de Balboa. Para la decoración de estos proyectos cuenta con la prestigiosa decoradora Marta de la Rica Entrecanales, el estudio de decoración de Las 2 Mercedes, Mercedes Peralta y Mercedes Valdenebro o el mexicano Papu Cuaik.
Heredero del imperio de las galletas
México es un país al que Ramón y su familia materna están muy unidos. No es de extrañar, ya que este empresario es bisnieto de Florencio Gómez-Cuétara, uno de los fundadores de la galletas María que hizo fortuna en México al abandonar su Asturias natal. Hoy, sus bisnietos siguen triunfando en México. Es al otro lado del Atlántico donde Ramón pasa buena parte del año y donde firma otros importantes proyectos inmobiliarios y empresariales, como la empresa Arkeero, donde es socio de Alvaro Falcó. Su hermano Jaime también reside en el país azteca con su esposa, Marta Nicolás. Allí es socio y presidente de la empresa de productos financieros Quant Capital. Sus dos hermanas, Chivi y Victoria Hermosilla, también han residido allí, donde triunfaron con su negocio de zapatos, Chivis.
Con respecto a sus aficiones, Ramón es un apasionado del golf, la caza -de hecho tuvo una empresa dedicada a este sector-, del polo y de la Fórmula 1. A caballo entre Madrid y México, asiste a las mejores fiestas, como gala de la Hispanic Society o el MET de Nueva York, y a las bodas de la aristocracia internacional. En su grupo de amigos hay otros solteros de oro como sus buenos amigos Luis Medina , hijo de Naty Abascal; Alonso Aznar, hijo del expresidente del Gobierno, o Willy Álvarez Pickman. Pero Ramón Hermosilla, delfín de Luis García Cereceda y Carlos Slim, solo hay uno, aunque España no lo haya descubierto todavía.