Cada día nuevos datos llegan para sorprendernos y demostrar, una vez más, que la realidad supera siempre…y con creces, la ficción. Hace unos días descubríamos las citas secretas de Jennifer López y Ben Affleck, tres o cuatro en las últimas semanas, fruto, se dijo, de la buena amistad que siempre mantuvieron tras romper su compromiso hace diecisiete años . Pero en un Hollywood ávido de buenas noticias, cada vez hay más pistas que conducen a muchos a pensar que… donde hubo llamas aun hay brasas, a pesar del tiempo, de haber rehecho sus vidas y haber formado sus propias familias, e incluso de haber tenido otras parejas en los últimos años tras sus respectivos divorcios.
Parece que el regreso de ‘Bennifer’ (como los apodó la prensa en el inicio de su mediático romance en los albores del siglo XXI) no es tan reciente como parece y que la reconciliación se venía reconstruyendo desde febrero. Es entonces cuando el actor habría contactado con su exprometida mientras ella rodaba la película Shotgun Wedding en la República Dominicana, en medio de una gran crisis con Álex Rodriguez que finalmente no lograron solventar. Se ha publicado que Affleck sacó su lado más romántico vía whatsApp y después de ver sus fotos en el Caribe la piropeó, le dijo que le gustaría verla…y ella regresó a Los Ángeles en abril. Luego llegó la ruptura definitiva con A-Rod, un par de cenas como amigos…Pero el último paso de la pareja ha provocado ríos de tinta.
Después del concierto VAX Live, al cual ambos asistieron, se refugiaron en Montana. Y hay fotos de ambos en el coche, cogiendo un avión privado…Ahora entramos al lugar donde han pasado unos días aislados de la revolución mediática. Se trata del lujoso resort Yellowstone Club, en Big Sky, una de las estaciones de esquí más exclusivas del mundo y el sueño de cualquier amante del aire libre (encaramada en lo alto del bosque Gallatin National Forest, con la montaña Lone Mountain en lo alto y a sólo unos cuantos kilómetros del parque Yellowstone).
Allí, donde no todos tienen acceso, se veía hasta hace unos días al matrimonio formado por Melinda y Bill Gates, tienen casa también, Justin Timberlake y Jessica Biel…y se escapa Ben Affleck desde hace tiempo en busca de paz y sosiego. No entras si no eres propietario de uno de sus seis tipos de viviendas, con un precio que oscila entre los dos millones por un apartamento a los veinticinco de las impresionantes mansiones tipo rancho rodeadas de terreno para disfrutar de la Naturaleza. Hace años que el director de Argo adquirió allí una propiedad, ideal para pasar tiempo en familia con su mujer, Jennifer Garner y sus tres hijos. De hecho, roto su matrimonio desde 2017, siguen disfrutando de sus días de vacaciones todos juntos (y el año pasado se habló de que el actor había llevado allí a su entonces novia, Ana de Armas).
Tampoco se puede acceder la comunidad residencial privada si no se demuestra una cifra en el banco de 3 millones de dólares, y para garantizar la máxima exclusividad, el complejo tiene establecido un límite de 864 miembros. Ellos y sus invitados pueden disfrutar, entre muchas actividades, de 1,100 hectáreas de nieve, 18 remontes, más de 100 pistas de diferente dificultad, desniveles de más de ochocientos metros, y un enorme parque dedicado solo al snowboard. Además del coste del inmueble, hay que pagar unos 300 mil dólares para ingresar en el club y otros 40 mil anuales. Las posibilidades son infinitas y la privacidad y la seguridad están garantizadas gracias a un equipo formado por extrabajadores del Servicio Secreto, así como su propio departamento de bomberos y el servicio médico de urgencia.
Yellowstone Club fue fundado por el magnate de la madera Tim Blixseth y su entonces esposa Edra, pero el resort quebró en 2008 y Blixseth pasó un tiempo en prisión después de usar los fondos del resort para uso privado. El club fue adquirido en 2009 por CrossHarbor Capital of Boston, cuyo director gerente es miembro de Yellowstone, y desde entonces ha crecido en tamaño y membresía.