“Son, como dicen en Sevilla, buena gente”. Con esta sencilla frase, Carlos Fitz-James Stuart, el actual duque de Alba, explicó cómo eran sus hijos, Fernando y Carlos Fitz-James-Stuart y de Solís. Lo hizo cuando todas las miradas comenzaban a fijarse en los dos hermanos que forman parte de la nueva generación de una de las familias aristocráticas más importantes del mundo y cuyo origen se remonta a al siglo XV. Ahora, cuando se cuentan los días para la boda de Carlos, XXII conde de Osorno, con Belén Corsini, el interés por el discreto nieto de la fallecida Cayetana de Alba se multiplica. ¿Quién es el protagonista del próximo enlace de los Alba? El "sí, quiero" se celebrará en el Palacio de Liria el 22 de mayo y aunque la pandemia ha obligado a los novios a ajustar sus planes, promete ser una de las bodas el año.
A lo largo de los años las informaciones sobre ellos se han medido a cuentagotas y es que esto es algo que caracteriza a la Casa de Alba, apuestan por una vida lo más anónima posible. Sin embargo, cuando el Boletín Oficial del Estado anunció el pasado 11 de febrero de 2016 que, en nombre del Rey, el título del conde de Osorno, que implica Grandeza de España quedaba en manos del joven, trascendió que es un chico deportista, amante del campo, de la navegación, que se mueve por Madrid en moto, que le gusta repetir cada verano el mismo plan en Sotogrande y que disfruta en el segundo plano que por nacimiento le ha tocado. Es su hermano Fernando, solo un año mayor que él y que se casó con Sofía Palazuelo en octubre de 2018, el que ostenta el título del Duque de Huéscar, reservado al heredero de los Alba y por tanto el que está destinado a tomar algún día las riendas de una de las familias más prominentes de la nobleza.
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Esto no quita para que Carlos apoye o represente a su padre en actos oficiales, como cuando presidió la presentación de la ruta turística por cuatro de las casas-palacios más emblemáticas de Sevilla: Las Dueñas, Casa de Salinas, Hospital de la Santa Caridad y Casa de Pilatos. “Mi padre no ha podido venir y yo, encantado de representarle”, dijo en un acto que se celebró en febrero de 2018. Allí mostró un poco más de su carácter y se descubrió como un chico sencillo. Ante la pregunta de los medios de si iba a tomar el relevo de su padre, explicó: “Bueno, tampoco sabría hacer eso ahora, pero siempre que pueda ayudar, ayudaré”.
El conde de Osorno ya que estudió Negocios en el College For International Studies (CIS), la Universidad Americana de Madrid, para después completar su formación en su formación en Boston (Estados Unidos). Una formación que le convierte en un activo para una casa que gestiona diez palacios emblemáticos, diecinueve castillos repartidos por toda la geografía, una de las mayores colecciones de arte que incluyen obras de Rubens, Rembrandt, Goya o Renoir y una biblioteca de 18.000 volúmenes que incluye obras de un valor incalculable como las cartas de los viajes de Cristóbal Colón o un ejemplar de la primera edición del Quijote.
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Todo ello, sin olvidar, que la Casa de Alba es el mayor terrateniente de España con 38.000 hectáreas de explotación agrícola. De hecho, el conde de Osorno, es junto a su hermano, uno de los consejeros de Euroexplotaciones Agrarias SA, presidida por el Duque de Alba y dedicada al sector de la agricultura, la ganadería y la pesca. Además su nombre figura en el órgano de administración de otra veintena de empresas familiares y trabaja en el negocio de productos gourmet Casa de Alba Fine Food, un proyecto de e-commerce con el que ya soñaba su abuela, doña Cayetana, en el que se venden aceites, ibéricos, quesos, legumbres, mieles, vajilla y otras exquisiteces que tienen una conexión directa con la Casa de Alba y que se elaboran con procesos tradicionales.
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Nunca han hablado sobre cómo es trabajar en familia, por eso de que la discreción es su máxima, sin embargo, Carlos Fitz-James Stuart, divorciado de la madre de sus dos hijos, Matilde Solís, sí que ha dicho en varias ocasiones que se siente un “padre afortunado”. “Mis hijos son estupendos, hasta ahora solo me han dado alegrías… Mantenemos una relación normal, basada en un gran cariño mutuo”, dijo el duque de Alba en unas declaraciones recogidas por la revista ¡HOLA!