“Paramos el coche y nos tuvimos que bajar a coger aire. ¿Soy yo la que está viviendo esto? No puede ser. Es la radio, ¿de verdad?”. Así nos cuentan cómo vivieron aquella primera vez que escucharon su música en una emisora. Era el tema Lo echamos a suertes y han pasado veinticinco años. Más discos, conciertos giras… El éxito y, cinco años después, en 2001, Marta y Marilia tomaban rumbos distintos tras una separación que llenó las crónicas de la época. Ambas siguieron vinculadas a la música, Marilia Andrés en España, Marta Botía en Nueva York, ciudad a la que se mudó y donde vive hoy en día con sus dos hijos. Y para celebrar las bodas de plata de Ella Baila Sola , el mejor anuncio ha sido su reencuentro, en una gira que inaugurarán en el Festival Starlite, el 18 de junio , y que las llevará a recorrer numerosos escenarios.
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—¿Cómo surgió esta posibilidad de volver a juntaros?
—Las dos pensábamos que era el momento perfecto y no sabíamos cuántas ganas nos teníamos hasta que hemos estado aquí juntas —cuenta Marta—. Nos propusieron a las dos: “¿Qué os parece si hacemos algo para celebrar el veinticinco aniversario?”. Y era la ocasión perfecta.
—Y en todos estos años, ¿nunca os planteasteis reuniros?
—Es que yo creo que ha sido muy natural ahora y realmente nos ha enriquecido haber hecho otros proyectos, el haber elegido otros caminos y probar. Habernos echado de menos era necesario también para unirnos con más riqueza —responde Marilia—.
“Es verdad que, a veces, no estábamos de acuerdo y fueron muchas horas juntas, muchas decisiones y cosas importantes todas a la vez. Llega un momento que dices: “Vamos a tomar aire””
—Desde que os separasteis, hace veinte años no os habíais vuelto a ver. ¿Cómo ha sido ese reencuentro?
—Muy bonito. De “bueno… vamos a permitirnos un gran abrazo” —responde Marilia—.
—Con la pandemia, no nos podíamos ver. Habíamos estado hablando desde antes, claro, pero el reencuentro físico fue aquí, en Madrid, y con abrazos —añade Marta—.
—¿Y os habéis encontrado muy diferentes?
—¡Nos hemos encontrados mejores! —Responden a unísono entre risas—.
—Yo veo a Marta en su mejor momento ahora mismo —asegura Marilia—. Y yo también siento que estoy en un buen momento. Hemos hablado y nos hemos dado cuenta de que es como si nos hubiéramos visto hace dos días.
—Os subís al escenario el 18 de junio en Starlite Festival ¿hay muchas ganas?
—Todas. Muchísimas —asegura Marilia—. Es nuestro primer concierto y nos hace mucha ilusión que nos hayan invitado a estrenar esta temporada de Starlite. Para nosotras es muy bonito sentirnos arropadas y estamos deseando que llegue ese día para subirnos al escenario y cantar, que es lo que nos gusta.
—Y no solo subirnos después de tanto tiempo —responde Marta—. Para mí es como recordar “¡cuántas veces hemos hecho esto!” Eso va a ser muy impresionante, nosotras encima del escenario otra vez… hemos hecho tantos conciertos… va a ser muy emocionante. Después de este haremos más conciertos.
—¿Habrá nuevas canciones de Ella Baila Sola?
—Lo que tenemos claro —responde Marta— es que no tenemos ni límites ni obligaciones. Estamos disfrutando de este reencuentro tan bonito, de vernos, de tocar juntas. Y todas las posibilidades están abiertas, no nos cerramos a nada.
—Vuestras canciones han permanecido a lo largo del tiempo y escuchándolas ahora fuisteis pioneras en vuestras letras, ese empoderamiento de la mujer mucho antes de la era del Me too.
—Yo creo que sí. No era habitual en ese momento que dos chicas, sobre todo de nuestra edad, contásemos las cosas desde ese punto de vista. Pero a la vez creo que tenemos una historia fabulosa de mujeres que han abierto caminos en todas las áreas de la cultura y nosotras somos un pasito más. Por otro lado, para nosotras fue muy natural hablar desde ese punto de vista y luego hemos descubierto que ha sido inspiración para otras bandas e incluso nos ha unido de alguna forma a hombres y mujeres. Todos vamos avanzando y lo que conseguimos, lo hacemos juntos y al final estamos aprendiendo todos el camino. Pero sí, creo que ha habido mujeres fabulosas antes, nosotras somos un pasito más ahí, pero venimos de nuestras abuelas, que han sido unas luchadoras. Cada una ha puesto su grano de arena y nos sentimos parte de todas y todos. Tuvimos la suerte de contar algo, que se nos escuchase y lo bonito que es que la gente conectó y tenemos esa conexión especial y tan mágica con tantas personas.
—Vendisteis cinco millones de discos, conciertos, fama… y en la cumbre os separáis. ¿Qué ocurrió?
—Así como decimos que este reencuentro ha sido de manera natural, eso también lo fue —responde Marta—. De manera natural se produce un desgaste, tienes nuevas inquietudes, quieres hacer nuevas cosas… Para nosotras fue maravilloso y fabuloso y eso jamás lo hemos negado ni lo haremos, pero también queríamos experimentar más cosas, crecer. Sí que a veces no estábamos de acuerdo en todo, como le pasa a todo el mundo. Y fueron muchas horas juntas, muchas decisiones, muchas cosas importantes todas a la vez. Llega un momento que dices vamos a tomar un poco de aire, de perspectiva, para disfrutar también de la vida. Fue natural y también dijimos “no es definitivo, ya veremos, vamos a vivir otras cosas”. Y no lo fue, porque aquí estamos.
—Desavenencias hay en todas las parejas, y vosotras erais una pareja artística, al fin y al cabo.
—También enriquece no estar de acuerdo –señala Marilia-. Creo que eso forma parte del camino, como en cualquier pareja, o familia que te quieres muchísimo y tienes que tener esas diferencias, pero es que además enriquece el ser diferentes en un proyecto creativo. Estar aquí es maravilloso, celebrando también las diferencias porque no todos tenemos que ser iguales. Lo bonito es que estamos aquí juntos y ya está.
—Ambas habéis seguido vinculadas a la música cada una por su lado, pero personalmente ¿Qué ha sido de vosotras todos estos años?
—Yo por ejemplo he descubierto el yoga y la meditación —responde Marilia— y luego por supuesto la música, que para mí es importantísima y que no deja de formar parte de mi vida. También pinto mucho, me encanta, siempre me ha gustado y es parte de mi proceso creativo.
—Yo he descubierto que tengo dos hijos —ríe Marta—. He estado bastante distraída y ocupada –ríe de nuevo- pero es una de las cosas más fascinantes y más bellas que me han pasado en mi vida. Disfruto cada segundo de tener a mis niños y también disfruto de seguir teniendo mi vida, mi personalidad y no ser solo una mamá. Ser una mujer, ser yo y además una mamá.
—Marta, ahora que estarás más tiempo en España con este proyecto ¿has pensado en algún momento en regresar?
—Siempre he estado yendo y viniendo. Nunca he dejado España, he venido con mis hijos para que estén con su familia de aquí. España siempre ha estado en mis planes, pero no sé si arrancaría raíces otra vez. Ese es otro paso duro ya con niños. Cuando me marché, me fui sola pero ahora con niños… pero nada es definitivo, a mí me gusta mucho la aventura y descubrir cosas nuevas y nunca se sabe.
—Marilia tú eres muy viajera pero ¿has estado siempre en España?
—Sí, soy muy viajera y ha habido épocas con giras de compañeros porque me gusta muchísimo viajar, pero he tenido mi centro aquí.
—Decíamos que no le poníamos puertas al futuro, pero con todo lo que está pasando con la pandemia, ¿dónde os gustaría veros dentro de un año?
—Pues ojalá que sigamos haciendo música, subiéndonos al escenario, haciendo canciones y haciendo a la gente feliz. En un año…¡qué menos! —ríe Marta—.
—Que todos puedan salir de casa, que la gente confíe en que la cultura es segura y que podamos ver a nuestros compañeros tocar también y disfrutar de todo el arte que tenemos en este país y en todo el planta —responde Marilia—. Que la gente venga a los conciertos, que sepa que se cuidan las medidas y que nos alimenta el alma. Es medicina pura.
—¿Cuál de vuestros éxitos os apetece más cantar?
—Tantas canciones... —responde Marta— Pues mira hay una canción que es de las dos, de las primeras que compusimos hace mucho. Es Beso Eterno. Es una canción que le tengo muchísimo cariño, es de las primeras que hicimos juntas.
—Probaremos hasta lo que no nos imaginamos ahora y seguro que hay algo que nos sorprende y como queremos compartir eso, lo más emocionante para nosotras, lo comprobareis en directo –ríe Marilia-.
—¿Con qué os quedaríais de aquellos años de conciertos, giras, de no parar…?
—A mí me encanta que hicimos lo que pudimos en ese momento y me gusta sentir que está ahí, donde lo vivimos y lo que vamos a vivir ahora es desde otro lugar y que siempre tenemos cosa nuevas que decir y que vivir, todos, no solo nosotras —asegura Marilia—. Todas las personas que han crecido con nosotras que ahora van a recibir todo desde este lugar de reconectar. Y también la gente a la que no conocemos, de generaciones distintas.
—Yo voy a ser muy terrenal —dice Marta—. Se me ocurre una cosa que ojalá se pudiera repetir cada vez y es la sensación indescriptible de cuando escuchas tu canción por primera vez en la radio. Luego te hace ilusión y es maravilloso pero no es igual.
—Pues necesitamos una nueva canción, tomo nota…
—¿Cómo fue escuchar la primera canción vuestra que pusieron en la radio?
—Fue Lo Echamos a Suertes. Paramos el coche y nos tuvimos que bajar a coger aire —dice Marilia—. “¿Soy yo la que está viviendo esto? No puede ser. Es la radio, nadie le ha dado al play?” Porque además había cassette entonces, claro. Para los que no sabéis lo que es un cassette (ríe).
—Eso fue como lo más palpable —continua Marta—. Vas llamando a puertas, van pasado cosas, es todo un proceso y nunca sabes cuándo se acaba el proceso, pero de repente estás escuchándote en la radio de verdad. Es que es muy impresionarte.
—Y luego lo increíble era que nos hicieran caso en algún lado —señala Marilia— porque veníamos de componer en casa, no te creías que todo eso pudiera pasarte.