La exitosa actriz Bella Thorne, que consiguió fama mundial al coprotagonizar la serie Shake it up para Disney Channel, nos recibe en su casa de Hollywood por primera vez después de anunciar su compromiso con el cantante italiano Benjamin Mascolo. Después de una extensa vida profesional, comenzó a trabajar como modelo cuando tenía tan solo seis semanas de nacida, Bella sigue adelante con su carrera como actriz, cantante y escritora de éxito internacional. Tras algunos altibajos en su vida, no exentos de polémica y bien documentados en los medios, Bella se encuentra en su mejor momento emocional. Para hablarnos de su gran amor, de sus intensas emociones siempre presentes y de sus raíces cubanas, concede esta íntima entrevista a HOLA! USA.
“Mi primer idioma fue el español… Me encanta hacer esta entrevista para HOLA!, porque siento que la comunidad hispana no sabe que mis raíces también son latinas y esta cultura ha estado presente en gran parte de mi vida”
“Aunque empecé mi infancia hablando español, como soy disléxica, no podía leer ni en un idioma, imagínate en dos… Así que cuando me llevaron a un centro de aprendizaje, nos recomendaron que dejara el español y me concentrara en el inglés porque me resultaba imposible leer absolutamente nada. De hecho, fue hasta los ocho años que pude por fin leer o escribir una página entera o deletrear palabras. Fueron años muy duros, de mucha lucha de niña, hasta que aprendí. Mientras, en la escuela los otros niños se burlaban de mí, sorprendentemente porque hablaba español, algo que todavía no logro entender, porque la mayoría de mis compañeros eran latinos…”.
-Los niños se molestan por cualquier cosa y con cualquiera..., ¿quizá estaban celosos?
-Puede ser, fui modelo desde pequeñita y pasaba mucho tiempo fuera de la escuela… Pero el no hablar español ahora me pone muy triste. Cuando voy a México, por ejemplo, después de unos días empiezo a entender todo, aunque me hace sentir ciertas emociones… –dice mientras que una sombra de tristeza le cruza la cara–. Mi padre murió cuando yo tenía siete años, era cubano, así que como era el idioma en el que hablaba con él, conectarme con el español logra ponerme melancólica. Volver a aprenderlo me cuesta mucho. Hablarlo me trae de vuelta muchas emociones, quisiera superarlo, la verdad.
- Tu padre, Reinaldo Thorne, murió muy joven, a los 44 años, víctima de un accidente de tráfico. ¿Cómo afectó a tu infancia el haberlo perdido de pronto?
- Mucho más de lo que nadie pueda imaginar. Y eso no fue lo peor, sino el sentimiento de saber cómo está afectando toda mi vida. Por ejemplo, ahora. Me acabo de comprometer, eso es algo fuerte en la vida de una persona, y saber que no va a estar ahí el día de la boda para llevarme al altar de su brazo, es un asco. Me afectó demasiado de niña, por obvios motivos, y cuando yo tenga un bebé… Me vuelve loca el pensar que él no estará aquí para conocerlo.
-¿Aún lo echas mucho de menos, verdad?
-Solo puede entenderlo el que haya perdido a un padre o a una madre. Hay muchos momentos en los que no te lo esperas. De pronto estás en algún lugar y alguien hace un chiste y piensas en esa persona ausente y cuánto se hubiera reído con eso, y así, sin esperarlo, boom, la tristeza. Es una emoción que siempre llevarás contigo… –añade después de una breve pausa–. Hablé de ello en mi libro. Siento que la muerte es como una montaña de rocas que se derrumba sobre ti y solo el tiempo lograr moverlas un poco para que por fin entre un hilo de aire y puedas respirar, –dice con los ojos llenos de lágrimas–. No importa cuántos años cumpla yo, siempre voy a estar enfadada por no tener cerca a mi padre. He perdido ya a demasiadas personas de mi familia y es triste, pero perder a uno de tus padres es una tristeza de otro nivel.
-¿Cómo te llevas con tus hermanos?
-Tengo dos hermanas y un hermano y somos muy cercanos. Creo que están orgullosos de ver dónde he llegado. A ellos también les va muy bien en sus carreras. Es una locura cómo estos niños que vinimos de la nada, con unos padres que no tenían nada y empezaron de cero, siempre con problemas económicos, es alucinante cómo hemos logrado nuestras metas y somos, en gran parte, felices. Siempre tendremos nuestras cosas, pero nos llevamos muy bien entre nosotros y siempre estaré agradecida por eso. Tengo amigos que no se hablan con sus familias y yo pienso, ¿cómo podrán?
- ¿Cuál ha sido el mejor consejo que te ha dado tu madre?
- ¡Han sido tantos! Quizá hay algo que resume todos y que me ha traído hasta aquí: la fe que siempre ha tenido en mí. Hubiera sido incapaz de hacer todo lo que he hecho sin su apoyo, trabajando, creando sin cesar… Imagínate a mi madre, viuda y con una niña que no puede leer, ni escribir, pero que quiere actuar y con unas ambiciones enormes. Debe ser tan difícil ser madre y tomar las decisiones correctas para tus hijos. Mi hija quiere hacer esto y quiero que sea feliz y tengo que ayudarle a lograrlo… Ella siempre construyó todo de la nada y siempre logró lo que se propuso. Así es su mentalidad: no necesitas saber cómo hacer las cosas para conseguir lo que quieres, primero empiezas y luego aprendes cómo hacerlo a lo largo del camino, sin importar cómo, se puede lograr. Ese quizá fue su mejor consejo vivo a través de los años. Esa fue su actitud también frente a la audiciones. Me podía llegar una audición para un show de baile, y aunque yo fuera arrítmica o me faltaran los pies, ella me decía, ¡hagamos la audición! ¡tú puedes! –recuerda riendo–. Siempre me ha encantado el cine de terror, dime una película, que te aseguro que ya la he visto. A los dieciséis años, tenía esta audición en la que tenía que aparentar estar poseída. La noche anterior le dije a mi madre muy agobiada, “yo no puedo hacer esto, ¿cómo voy a demostrar tanto atada a una silla, poseída en una escena de diez páginas, y sin poderme mover?” Y ella me contestó: “¿Cómo no vas a poder? ¡Claro que puedes! Gritar, llorar y hacer como que te vas a morir se te da de maravilla en casa… ¡Pues haz lo mismo y a eso solo le sumas que estás poseída!”, –recuerda a carcajadas–. Así que lo hice tal cual y el director, cuando me vio actuar, se quedó helado y me dio ahí mismo el papel antes de salir de la habitación. Fue una gran lección para mí. Mi madre me regaló esa confianza en mí misma, puedes lograr lo que te propongas, siempre.
-¿Te hubieras imaginado de niña todo lo que has logrado hasta ahora?
-No y debo agradecerle todo a mi madre de nuevo. Siempre me dijo: Bella, hoy puedes no tener nada y mañana tenerlo todo. Tiene esa filosofía en todo en la vida.
-¿Cómo reaccionó ella a la noticia de tu compromiso?
-Se puso demasiado feliz. Ella también se acaba de comprometer, no había salido con nadie desde que falleció mi padre y ahora se volvió a enamorar después de tanto tiempo. ¡Voy a tener un nuevo padre! Qué locura. Así que ahora estamos prometidas ambas y vamos a celebrar juntas nuestra fiesta de compromiso.
-¿A quién te pareces más, a tu padre o a tu madre?
-De niña, a mi padre. Era mucho más delgada que ahora y mi cara era más afilada y tenía la frente más grande, con las mejillas marcadas, como él. Ahora que estoy más rellenita, me parezco muchísimo más a mi madre. De hecho, cuando nos ven juntas nos dicen que parecemos gemelas. Ella es pelirroja natural, yo tiendo más a rubia.
-La polémica suele envolver a los actores que empezaron en esta industria siendo niños… Tu vida no estuvo exenta de graves problemas y has afrontado, aunque eres muy joven todavía, momentos muy difíciles de sobra conocidos. ¿Cómo te hace sentir eso? ¿Te gustaría que tus hijos se dedicaran a esto?
-Es una pregunta difícil de contestar… No sabría decirte exactamente cómo me siento al respecto, porque no soy madre todavía. Debe ser una decisión muy difícil, saber cuándo tienes que frenar a los hijos y cuando empujarles a perseguir sus sueños. Quizá consiste en saber cuánto amor siente tu hijo por el sueño que quiere perseguir, porque le va a robar demasiados momentos importantes a lo largo de su infancia, momentos con sus amigos, fiestas, cumpleaños, amistades, porque siempre estás trabajando y nunca vives la vida de un niño normal. Si eso es todo lo que van a enfrentar después, más vale que realmente se mueran por hacerlo y sea verdaderamente su pasión más grande en la vida. Como mi madre me dijo, no va a ser fácil, pero si quieres hacerlo, no vale abandonar cuando las cosas se pongan difíciles. ¿Cómo saber cuándo el niño realmente quiere rendirse y tienes que ayudarle a que encuentre otra cosa que le inspire? ¡Es muy difícil! Honestamente, no sé cómo contestarte.
-¿A qué le tienes más miedo en la vida?
-Uff, otra pregunta complicada… ¿A qué le tengo más miedo? –hace una larga pausa pensativa y continúa–. Le tengo miedo a pasar la vida trabajando constantemente, mi vida entera –dice marcando cada palabra–, haciendo lo que más amo, lo que más me inspira, que se lleva todo mi tiempo y mi energía hasta el punto del agotamiento… Mentalmente en mil sitios a la vez sin estar presente a tope en cada momento que vivo, y cuando mi vida esté a punto de terminar, mirar hacia atrás y preguntarme… ¿Realmente, valió la pena todo el esfuerzo? –dice, mientras vuelven a llenársele ojos llenos de lágrimas–. ¿Mereció la pena todos esos instantes que perdí en el camino? A eso es a lo que más miedo le tengo. Por eso se me hace tan importante crear mi propia familia, tener hijos. Quiero lograrlo, cuando emocionalmente y financieramente esté muy fuerte, quiero darle a mis hijos todo lo que yo no tuve cuando era niña. Quiero poder verles crecer sin la necesidad de estar trabajando, enfocarme en ellos. Quizá mi opinión cambie con el tiempo y quiera seguir trabajando, no sé.
-Hasta ahora mismo… ¿Ha merecido la pena? ¿Te arrepientes de algo?
-No, no me arrepiento para nada. Conociendo mi pasado y entendiendo cuánto me perdí en mi infancia, no me arrepiento. Y a mis hijos les diría, no quiero eso para ti. Pero si verdaderamente te mueres por hacerlo, te ayudaré. Aunque de ninguna manera vas a aparecer en absolutamente todos los trabajos que te den, te vas al cumpleaños de tu amigo porque un amigo es para siempre y no quiero que me reproches un día que te perdiste todas las fiestas de tu niñez.
-¿Cuántos hijos te gustaría tener?
-Me encantaría tener tres.
-¿Cómo te imaginas de madre?
-Uy, creo que voy a ser muy preocupona. Aunque entiendo que no es bueno agobiar a los hijos ni tenerlos sobreprotegidos, saber que cuando cruzan esa puerta, están expuestos a que les sucedan las peores cosas del mundo, ¿cómo puedes dejar que tu hijo salga de casa? Escuché decir a unos amigos que todo se te pasa cuando llega el segundo hijo, te vuelves más relajado. Me imagino que necesitaré el apoyo de Ben para calmarme y recordarme que todo va a estar bien.
-Hablando de Ben… ¿cómo imaginas la boda de tus sueños?
-¡No tengo ni idea! –confiesa divertida–. Todo el mundo me pregunta, incluido él. “Baby, ¿cómo quieres que celebremos nuestra boda?” Y le digo que no sé y le pregunto a él y tampoco sabe. Solo sé que habrá flores por todos lados, todo estará inundado de flores.
-¿Cómo supiste que era él la persona correcta para ti?
-Tantas razones… Cada día me lo demuestra. No bromeo, si te hago una lista de las cosas por las que sé que es él, sería tan larga que nunca terminaría… Llevamos ya dos años juntos y llega un momento en que dices, ¿vamos a dar el siguiente paso? No saldría tanto tiempo con alguien con quien no viera un futuro juntos, quiero crecer junto a esa persona, alguien con quien construir una familia, un negocio, una vida, ¡todo! Soy buena leyendo a la gente, porque en este punto he conocido cada cosa… –dice gesticulando con cara de espanto–, que dicen decir una cosa pero luego actúan de otra forma completamente diferente. Estoy perdidamente enamorada de Ben –reflexiona verdaderamente ilusionada–, y me siento tan afortunada cada vez que hace algo y el corazón me dice que es él, lo sé. A veces yo le digo: “eres mucho mejor de lo que nunca pensé que merecía o que pensé que alguien podría llegar a darme…. Me das muchísimo más de lo que nunca supe que necesitaba, en la forma más cursi que eso pueda llegar a sonar. Eres mejor que lo que nunca imaginé”.
-Hubo algún momento puntual que puedas recordar en el que tu corazón te dijera: es él, definitivamente
-Creo que han existido muchos momentos así… Crees que ya amas a alguien lo más que puedes querer a esa persona y de pronto, algo pasa, algo sucede en la relación y entonces digo, uff, ¡no puede ser! Te amo todavía más, te amo más que nunca, más que en todo el tiempo que llevamos saliendo, qué locura, no puedo ni describirlo con palabras. Todas mis relaciones en el pasado han sido largas, aunque la gente diga lo contrario, ¿qué saben ellos? Y siempre sientes cómo el sentimiento va disminuyendo, cómo declina con el tiempo… Eso nunca me ha sucedido con Benjamin. Siempre le quiero más y más, estamos obsesionados el uno con el otro, de verdad, es increíble.
-En el instante en que se conocieron tú estabas llorando, en uno de tus momentos difíciles, has hablado antes de haber lidiado con la depresión… ¿Qué te lleva a esos rincones de oscuridad y cómo sales de ellos?
-Salgo de la depresión entendiendo que esos momentos son temporales, duren lo que duren: a veces días, a veces meses, a veces años. Saber que al final saldrás de ello, aunque parezca algo lejano, recordar que pasará y que te sentirás mejor. Todos pasamos por momentos así en la vida, momentos bajos mentalmente, físicamente, en los que sientes que no eres bueno para nada… “¡No puedo más! ¿Y si me rindo y me muero y ya?” Siempre tienes que recordarte: es temporal, me voy a sentir mejor más adelante.
-Y a ti, personalmente, ¿qué te lleva a esos rincones oscuros?
-Una mezcla de todo. El estado del mundo, por ejemplo. Saber las cosas terribles que están sucediendo constantemente alrededor me aplasta el cerebro. Siento que los espacios para respirar se nos hacen cada vez más y más chiquitos, nuestra mente se siente claustrofóbica, y las malas noticias con las que nos bombardean se van comiendo todo el espacio de nuestro cerebro. Ahora mismo la depresión ha aumentado muchísimo, pero ni siquiera se habla de ello, porque hay tantas otras cosas terribles pasando que puedes llegar a pensar, “está todo tan mal que lo peor no es que yo me esté muriendo por dentro…” –dice riendo con ganas–. Si quieres estar triste, solo tienes que mirar alrededor, hay cosas terribles pasando, es muy duro lo que estamos viviendo.
-Si las musas te dijeran que solo puedes hacer una cosa en la vida y tuvieras que elegir entre actuar, cantar o escribir...
-No podría decidir. Si solo pudiera quedarme con una, creo que sería escribir. Pero me dolería infinito dejar ir todo lo demás.
-La buena noticia es que eso nunca va a pasar…
-Es verdad, está bien entonces, menos mal… –suspira aliviada.
Este año, Bella Thorne sueña volver a reencontrarse con sus raíces latinas a través de su música.