Iker Casillas ha concedido una entrevista a su amigo Santiago Cañizares en la que ha hablado de sus hijos Martín y Lucas, de siete y cuatro años. Casillas reveló que los niños, nacidos durante su relación con Sara Carbonero, son muy deportistas, pero que solo uno, el pequeño, parece que está dispuesto a seguir sus pasos como portero. "¿Alguno de tus hijos crees que puede llegar a ser futbolista?", le preguntó Cañizares. Y él, sin dudarlo, respondió que sí. "El pequeño, Lucas, que tiene cuatro años para cinco, está ahora que si quiere guantes, que si quiere pantalones, que si quiere camisetas de portero... Yo le preguntado que si quiere ir a fútbol y me ha dicho que sí", comentó orgulloso. "Tú sabes si tu hijo para o no para, al final nosotros no vamos a engañarnos, a mí no tiene que decirme nadie si para o no, pero es que el pequeño para, le veo como se tira, el gesto que tiene, como cae... Y dices: 'Este sí que se tira bien'", añadió.
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Casillas no quiere influir en los gustos de sus hijos. "Yo no soy como mi padre cuando yo era pequeño. Como a mí me gustaba el fútbol estábamos todo el día jugando. Me chutaba el balón y me llevaba a un cole a jugar y a mí me encantaba, pero yo, en ese sentido, no soy un padre que incite a sus hijos al fútbol", explicó. De hecho, Martín no es tan futbolero como Lucas. "El mayor, por ejemplo, ha dicho que el fútbol no le llama mucho, que quiere ser atleta, que le gusta mucho correr, porque corre mucho y quiere ser atleta", dijo.
Cañizares, que también ha sido portero aunque ahora se dedique al mundo de la comunicación, quiso saber si había algo de genética en la pasión de Lucas por el fútbol. "Puede ser, pero igual que lo puede tener más facil porque tiene esos genes y tiene esa manera de caer o lo que sea, también creo que lo tiene mucho más diícil que nosotros, sobre todo, si tu padre ha sido alguien reconocido en el mundo del fútbol porque al final siempre te van a estar comparando. Para ellos también es una presión muy grande a no ser que tenga una personalidad hecha y derecha. Es muy complicado para ellos", reflexionó.
A pesar de las dificultades que se pueda encontrar en el camino, Casillas siempre estará al lado de Lucas si finalmente decide dedicarse profesionalmente al fútbol. "Si él quiere ser portero, por supuesto que sí, mientras que sea buena persona y elija eso, sabes que tienes una responsabilidad y que no es tan fácil, que luego también si no llegas hay mucha gente que se queda triste", señaló, y contó que los niños todavía no son conscientes de su trayectoria deportiva. "No tienen ni idea de lo que hice en su día, sí paraba bien, si paraba mal... Ellos saben que a su padre le paran de vez en cuando por la calle y le piden alguna foto, pero poco más. Cuando ven la parada de Robben, en el Mundial de Sudáfrica, siempre me dicen: 'Mira, papá, esa es tu parada favorita'. Pero no tienen ni idea de lo que significa", declaró entre risas.
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Casillas ha comenzado una nueva etapa como adjunto al director general en la Fundación Real Madrid. "Me gustaría formarme como directivo, me gustaría cambiar muchas cosas del fútbol. No quiero ser entrenador, no me apetece viajar, ya he viajado mucho y además tengo dos niños pequeños", le dijo a Cañizares. "Después de sufrir el infarto estás un tiempo perdido porque no sabes cómo vas a enfocar tu mundo profesional. Al principio se me hizo muy cuesta arriba, pero ahora estoy centrado en la Fundación Real Madrid", aseguró.
Iker Casillas entrena a un digno sucesor en la portería, su hijo Lucas