Marta Castro ha decidido cortar por lo sano y por una buena causa. Nos referimos a su pelo, ya que ha donado parte de su melena para hacer pelucas para enfermos de cáncer. La mujer de Fonsi Nieto nos ha contado cómo ha conocido esta iniciativa y los pasos que ha seguido para llevarla a cabo. Por otro lado, Marta nos ha confesado cómo está resultando estas últimas semanas: hace un mes que ha finalizado su baja de maternidad y ha empezado a compaginar su trabajo con el cuidado del pequeño Hugo, nacido en noviembre de 2020.
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—¿Qué te llevó a donar tu pelo?
—Llevaba mucho tiempo queriéndomelo cortar, pero no sabía cuánto. Entonces, Cora, mi peluquera, me dijo que, si me cortaba más de treinta centímetros, lo podía donar, para mujeres con cáncer y sin posibilidades para comprarse una peluca. Porque las pelucas son muy caras. Yo no tenía ni idea que tuvieran un coste tan elevado y que no las cubría la Seguridad Social. Entonces, cuando mi peluquera me dijo que se podía donar a partir de treinta centímetros, decidí que fuera un poquito más, treinta y dos. Es algo que me hacía especial ilusión.
—¿Cuál es el procedimiento que hay que seguir para donar pelo a esta causa?
—En mi caso, mi peluquera me informó cuál era la longitud mínima para donarlo y luego, lo mandó a la asociación que se encarga de hacer las pelucas. Por cierto, el peluquero de Fonsi, que también tiene cáncer, ha estado recogiendo firmas para que esas pelucas estén cubiertas por la Seguridad Social. Ojalá salga.
—¿Cuál ha sido la respuesta que has recibido de tu iniciativa?
—Muy, muy buena. Mucha gente me ha escrito para decirme qué causa más bonita y, en Instagram, alguna ya lo ha donado. Mucha gente ha llamado a mi peluquería para informarse. Si cortarme el pelo sirve para ayudar a una sola persona, me vale.
“A Fonsi le encanta el resultado. Me ha dicho que por qué no me lo he cortado más”
—Además, el pelo crece.
—Claro, no es un esfuerzo tan grande y es un gesto que luego lo agradecen muchas mujeres.
—¿Qué te ha dicho Fonsi del resultado?
—Le encanta. Me ha dicho por qué no me lo cortaba más (ríe). Me he cortado mucho, eh, que yo tenía el pelo muy largo. Me veo muy bien.
—¿Te ha tocado esta enfermedad de cerca y este gesto ha sido más especial para ti?
—Mi abuelo murió de cáncer y mi tía tuvo cáncer de pecho, aunque ella ya está bien. Desgraciadamente, en estos últimos tres meses, dos amigas de mi edad, menos de cuarenta años, han tenido cáncer: una de pecho y otra de útero. A las dos las han operado, han seguido un tratamiento de quimio y parece que el pronóstico es bueno. Es verdad que siempre asocias la enfermedad a gente mayor. O piensas que no te va a tocar a ti ni a gente de tu entorno.
—Habiendo tenido casos tan cercanos, ¿cuál ha sido la respuesta de tu familia y de esas dos amigas tras donar tu pelo?
—Me han dicho que ojalá hubiera más gente así. Ha sido muy emocionante. Yo animo a chicos y a chicas a que lo hagan. Al final, el pelo crece y es una causa a la que ayudas a la gente. No sé cuántas pelucas podrán hacer con mi pelo, pero, con ayudar a media persona, con media peluca, ya soy feliz. Es un gesto que no cuesta nada y ayuda a muchas personas.
—Por cierto, hace medio año que fuiste madre. ¿Cómo está el pequeño Hugo?
—Es más bueno… Estoy feliz. Estoy trabajando mucho, pero se porta muy bien y me lo pone fácil.
—Entonces, ¿es un bebé trampa?
—Total. Yo quiero tener otro hijo desde que el mismo día que salí del hospital. Pero Fonsi dice que esperemos un poco. Estoy muy, muy feliz.
—¿Cuándo te incorporaste al trabajo?
—A finales de marzo.
—¿Y cómo lo llevas?
—¡No me da la vida! (ríe). Estoy muy contenta porque me encanta mi trabajo, pero también me da pena dejar al bebé… Estaba acostumbrada a estar todo el rato con él, desde que nació, a trabajar hasta las siete de la tarde… Pero estoy muy contenta.