Ha vuelto al trabajo con la misma celeridad con la que ha recuperado su figura, porque, según apunta ella, “después de un año, tenía muchas ganas de volver a encontrarme con la prensa”. Tres meses y medio después de dar a luz a su primer hijo, Darío , nacido de su matrimonio con el tenista Feliciano López, Sandra Gago asistía a la presentación del nuevo modelo de gafas de sol que Tous ha puesto a la venta para el Día de la Madre, una edición especial en la que la firma ha querido contar, por tercer año, con la modelo como embajadora.
—En muchas de tus fotos, Sandra, se ve que las gafas de sol son un complemento prácticamente imprescindible en tus looks .
—Sí. Aparte de ser un complemento perfecto para los días en los que tienes que estar expuesta al sol, es un complemento de moda que queda muy bien.
—¿Cuáles son tus otros básicos?
—Aparte de las gafas, una americana, unos vaqueros y unas zapatillas deportivas con plataforma.
—Este año vas a celebrar tu primer Día de la Madre al lado de tu hijo, Darío, ¿qué sientes al pensarlo?
—Me parece increíble por lo rápido que ha cambiado mi vida. Hace nada estaba en la Universidad y, mira por donde, ahora soy madre. Siempre ha sido mi sueño y lo he hecho realidad muy joven.
—¿Cómo te las arreglas para compaginar tu papel de madre con tu vida profesional y el seguir a tu marido por todo el mundo?
—Haciendo malabarismos (risas). La verdad es que los primeros viajes siempre son más difíciles, pero creo que, conforme vayamos cogiendo ritmo, lo iremos haciendo todo con bastante más soltura. En lo que respecta al trabajo, Feliciano y yo también nos intentamos organizar y, además, contamos con los abuelos, que nos ayudan muchísimo.
—¿Qué tal se porta Darío en los viajes?
—En ese sentido, hemos tenido mucha suerte, porque es buenísimo y muy tranquilo, como su padre.
—¿Seguirás la línea de Ana Boyer y Fernando Verdasco, viajando con la familia por todo el mundo?
—Sí, siempre que pueda organizarme, intentaré que estemos los tres juntos. Es verdad que ahora, con la pandemia, es todo más complicado, pero esa es nuestra idea.
—¿Te cuesta separarte del pequeño?
—Esta ha sido la primera vez y la verdad es que me ha costado muchísimo. Estoy pensando continuamente en él.
—Con un niño tan pequeño, posiblemente, pases noches en vela.
—Sí, alguna que otra, porque, aunque no pasara nada, yo no me podía dormir. Afortunadamente, siempre cuento con la ayuda de Feliciano, que es todo un padrazo.
—-¿Estáis preparando ya el bautizo?
—Sí, estamos en ello. Será algo muy íntimo, porque no puede ser de otra manera, dadas las circunstancias sanitarias, y sus padrinos serán unos amigos nuestros.