iria fern ndez tapias© FERNANDO JUNCO

Descubrimos a Iria, la nieta mayor de Fernando Fernández-Tapias que sueña con tener su propio imperio

La joven, que se perfila como una gran ‘influencer’, sueña con tener su propio imperio basado en la organización de eventos. Estudiante de Relaciones Internacionales en Londres, es amiga de Felipe de Marichalar.


Actualizado 25 de octubre de 2023 - 12:00 CEST

Hace unos meses, Iria Fernández-Tapias, de 23 años, pidió trabajo en una discoteca a la que solía ir con sus amigos para ganarse unos eurillos. Todo fue bien hasta que el gerente reparó en su apellido. “Me dijo: ‘¡Tú no necesitas dinero!’. No me pareció bien. Es como juzgar a un libro por su portada. Por eso nunca me gusta fardar de que me apellido así”, confiesa la nieta  del armador gallego  Fernando Fernández-Tapias sentada ante un café con leche en uno de los sofás del Hotel Urso de Madrid, donde nos recibe para realizar esta entrevista.

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Si hubiera que juzgarla por su portada, podríamos decir que es menuda, rubia, con una amplia sonrisa de dientes muy blancos, voz bronca y aparente seguridad en sí misma. Al abrir las páginas del breve relato de su vida, descubrimos a una joven “muy ambiciosa” que estudia Relaciones Internacionales en la Regent’s University de Londres a la que, además de las guerras y acontecimientos históricos reseñables, le interesa el reguetón, las tendencias -acude con un estilismo de Avelina, la marca de una buena amiga suya- y que, por encima de todo, sueña con emprender su camino y levantar su propio imperio.

© FERNANDO JUNCO

Iria Fernández-Tapias es la mayor de los nueve nietos del armador.

Hija de Fernando Fernández-Tapias, el primogénito del conocido armador gallego con su primera mujer, Chiqui Riva de Luna, es la heredera de una de las sagas empresariales más importantes de nuestro país. Si en Grecia tienen a los Niarchos o a los Onassis, la historia de la náutica española no se entendería sin la figura de su abuelo, Fernando Fernández-Tapias. Durante los últimos meses, el nombre de Iria ha comenzado a sonar con fuerza en los medios de comunicación. A pesar de que tiene su perfil en la red social cerrada, la joven ha notado el creciente interés por su figura. No es de extrañar si se tiene en cuenta que su vida transcurre entre Baqueira Beret y Marbella o que su pandilla incluye a grandes herederos como ella: Felipe de Marichalar, sobrino del rey Felipe VI; Cayetana Rivera, hija de Francisco Rivera y Eugenia Martínez de Irujo, o Almudena Lapique, sobrina de Cari Lapique. Apunten su nombre. Dará mucho de qué hablar.

¿Por qué crees que, de repente, generas interés en la prensa?

—Por el apellido. Yo sé que Iria no es nada.

—¿Cómo has reaccionado al ver tu nombre en revistas y portales de comunicación?

—No lo entendía. Me quedé sorprendida. He vivido la fama con mi familia, pero de manera lejana. Cuando me empezaron a nombrar, lo empecé a leer y me gustó. Que hablen de ti está bien, mientras sea para bien, claro.

—¿Cuál fue tu primer encuentro con los flashes?

—Creo que fue en el bautizo de Alma, la hija de mi abuelo. Había mucha prensa, yo tendría unos siete años. Le decía a mi padre: “¡Baja la ventana y habla!”. Flipé, me creía una princesa.

—¿A qué te gustaría dedicarte?

—Estudio Relaciones internacionales en Londres, pero me veo trabajando en algo relacionado con la organización de eventos. Es algo que me encanta. Organizo las vacaciones de mis amigas, algunas fiestas… ¡Se me da muy bien! Por otro lado también me gustaría trabajar en la empresa familiar. Me gusta la moda.... Lo que sé es que me encantaría tener mi propio imperio.

—¿Te llama la atención el mundo de las influencer?

—Nunca me lo había planteado, pero ahora sí. Creo que se me daría bien. Cuando quiero hacer algo me entrego. Tengo cada vez más curiosidad en este mundo.

—En Grecia tienen a los Niarchos o a los Onassis. En España, los Fernández-Tapias. ¿Cómo es formar parte de una familia tan relevante en la elite empresarial?

—¡Ya me gustaría ser como los Niarchos! Siempre me he sentido muy bien formando parte de esta familia. Mi abuelo formó un imperio desde cero. Tuvo ayuda del padre de mi abuela, pero lo levantó él. Siento mucho orgullo. Es una empresa que salió de la nada... ¡Me emociona!

© FERNANDO JUNCO

“Siempre me he sentido muy bien formando parte de esta familia”, nos asegura Iria.

—¿Qué significa tu abuelo en tu vida?

Mi abuelo ha sido mi héroe. Es un modelo a seguir y lo ha conseguido todo siendo humilde. Yo quiero ser como él. Tener mi propia empresa, montar mi imperio y seguir su legado.

—¿Qué has aprendido de él?

—Es muy gracioso, como yo. Y siempre se está riendo. Le da igual el dinero, la prensa, no ir a determinados eventos… ¡Él mira por su bien y el de su familia!

—¿Cuáles son los consejos que te ha dado?

—Que nunca tire la toalla, que siempre luche por lo que quiero y que estudie. Me ha contagiado su ambición. Me considero una persona muy ambiciosa.

—¿Compartirías los recuerdos de los viajes en barco con tu abuelo?

—He viajado poco con él. He de decir que en los barcos me siento super segura, pero le tengo un poco de miedo al mar. Tras la muerte de mi tío Bosco, le cogí mucho pánico. Lo pasé fatal. Estaba muy unida a él. Pasaba mucho tiempo con él en casa de mi abuela, ya que él vivía allí. Luego se murió mi abuela y fue durísimo de nuevo.

—¿Cómo era tu abuela, Chiqui Riva de Luna?

—Me dicen mucho que me parezco a ella. Era super elegante, pero a la vez hippy. Nunca se sacó el carné. Iba en taxi a todos lados, siempre con su libreta en la que apuntaba las cuentas. Le encantaba pintar. Tengo muchos cuadros suyos en los que me retrataba cuando era pequeña con mi padre, por ejemplo.

© FERNANDO JUNCO

“Mi abuelo ha sido mi héroe”.

—¿Qué parte de éxito tuvo en la empresa de tu abuelo?

—Ella también fue responsable del éxito de mi abuelo. Su padre le enseñó todo a mi abuelo (Ángel Riva Suardíaz era propietario de los antiguos Astilleros del Cantábrico y gracias a él Fernández Tapias se inició en el mundo de los negocios marítimos). Le dijo: “Ahora te toca a ti demostrarlo”. Y lo hizo.

—Estás tan unida a tu abuelo que construyó un barco con tu nombre, ¿no?

—Sí, porque soy la mayor de nueve nietos. Sinceramente nunca lo he visto. Es un naviero que transporta petróleo. Lo vendieron al poco tiempo de nacer, cuando yo era un bebé. Desde que soy pequeña me ha hecho ilusión poder encontrarme con él. ¡Qué ilusión tener un barco con tu nombre navegando por ahí! Desde siempre me sentí muy afortunada y especial porque soy la única nieta con un barco a su nombre.

—Una de las primeras veces que salió tu nombre en la prensa fue por estudiar en el CIS, la universidad en la que también estudian Felipe y Victoria de Marichalar, los hijos de la infanta Elena, ¿por qué elegiste este centro?

—Estudié en el British de Madrid hasta ir a la universidad. Mis tíos Tito y Sandra estudiaron en el CIS y me hablaron muy bien. Me encantó porque es donde he conseguido a mis mejores amistades. Todos nos conocíamos pero no éramos muy amigos. De hecho, con Almudena Lapique no me llevaba muy bien y ahora es mi hermana.

— Los alumnos del CIS habéis dado mucho juego a los paparazzi. ¿Cómo fue lidiar con los fotógrafos que se apostaban a las puertas del centro casi a diario?

—A mí no me afectaba, pero sí a a amigos míos y era terrible. Había días que lo pasaban mal. Incluso la directora tuvo que salir a recogerles. Fue duro.

© FERNANDO JUNCO

En la imagen, Iria Fernández-Tapias posando para ¡HOLA! en el Hotel Urso de Madrid.

—¿Qué relación tienes con Felipe de Marichalar?

—¡Es mi mejor amigo! Y yo la suya, espero. Es una amistad muy bonita. Es lo más. Cuando te quiere, lo da todo. No deja que te hagan ni lo más mínimo. Es muy leal.

—Hemos hablado de tu abuelo, pero no de tus padres. ¿Qué relación tienes ellos? Tu madre, Mercedes Cañizares, es una gran desconocida….

—Mi madre es ama de casa. Soy hija única y ellos llevan 25 años casados. Me llevo muy bien con ellos. Mi relación con mi madre madre es la típica madre-hija. En cambio, mi padre y yo somos como hermanos. Mi madre nos tiene que aguantar a los dos. Siempre estamos de risas.

—Y a ti, ¿te gustaría formar tu propia familia?

—Sí. Quiero tener tres hijos. ¡Me encantan los niños!

Tu abuelo es vicepresidente del Real Madrid. ¿Cuál es tu relación con el club?

—No soy socia, pero me gustaría serlo. Siempre que he ido me lo he pasado super bien.

—Habrás conocido a muchos jugadores...

—No personalmente. Alguna vez he ido al vestuario y son todos muy simpáticos. El que más ilusión me ha hecho conocer fue Asensio pero porque... ¡es un cañón del Colorado! Y Marcelo. Salió del vestuario con su hijo y me enamoré.

—Es uno de los hombres más ricos de España. ¿Qué importancia tiene para ti el dinero?

—No me creo la frase de que el dinero da la felicidad. Es un plus, sí. Teniendo más dinero te puedes permitir más lujos, pero no creo que te haga más feliz. Hace poco pedí trabajo en una discoteca a la que solía ir. Todo iba bien hasta que el gerente vio mi apellido. Me dijo: ‘¡Tú no necesitas dinero!’. No me pareció bien. Es como juzgar a un libro por su portada. Por eso nunca me gusta fardar de que soy Iria Fernández-Tapias.

AGRADECIMIENTOSHOTEL URSO / AVELINA / ANA PICÓN MAQUILLAJE