Es una de las personas más populares de nuestro país, pero lo cierto es que Paula Echevarría no creció rodeada de flashes sino que tuvo una infancia y una adolescencia tranquilas y anónimas. Todo cambió cuando dio sus primeros pasos en la interpretación, un mundo que le permitió convertirse también en un referente de moda y estilo. Actualmente no solo está consagrada como actriz gracias a su participación en títulos de éxito como El comisario, Gran Reserva o Velvet, entre otros, sino también como influencer. Pero, ¿cómo era su vida antes de que miles de personas estuvieran atentas a sus movimientos?, ¿con qué soñaba antes de recibir su primer guion, acudir a una gala de premios o convertirse en embajadora de grandes firmas? Ella misma responde a cuestiones como estas durante su participación en Planeta Calleja, donde se sincera y cuenta aspectos hasta ahora desconocidos de su historia.
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En Kenia, lugar en el que transcurre su aventura con Jesús Calleja, Paula recuerda que hasta los 22 años estuvo viviendo en Candás, donde están sus raíces y también las personas que forman parte de su círculo íntimo. Al recordar el pasado, la actriz considera que sigue siendo la misma y explica orgullosa que conserva las mismas amistades que entonces porque la popularidad no la ha cambiado ni ha hecho que deje de tener los pies sobre la tierra. "Si hubiera sido así, ninguno de mis amigos seguiría hablando conmigo. Mis amigos de siempre no hacen ni preguntas, solo que qué tal en el curro, ya está", le explica al presentador en el episodio que está pendiente de estreno en Cuatro y ya disponible a través de la plataforma Mitele Plus.
Paula, que en abril se convertía en mamá por segunda vez gracias al nacimiento de Miguel Jr, confiesa que fue una "buena adolescente" pero que debido a que su horóscopo es Leo, siempre ha sido muy cabezota. Durante su infancia, además, se fue introduciendo en el mundo de la cultura de la mano de la música y la danza. No en vano, recuerda que estuvo apuntada a bailes regionales, danza moderna, ballet clásico, clases de gaita... En esta última actividad se produjo una anécdota ya que coincidió con José Ángel Hevia. "Toqué la gaita con Hevia en la banda de Gaites de Candás, que él era el director", explica. Sin embargo, todas estas clases las fue dejando y su futuro se desarrolló por otro camino.
El momento en el que todo cambió
El sueño de Paula era dedicarse al Periodismo, pero no pudo estudiarlo porque no le dio la nota ya que ella misma admite con sentido del humor que "no era de hincar codos". Aunque no pudo matricularse en esta licenciatura, sí completó sus estudios formándose como azafata de vuelo, pero nunca llegó a ejercer porque quiso perfeccionar el inglés y se instaló en Londres, donde consiguió trabajo como dependienta.
Echevarría recuerda que en esos meses en la capital del Támesis aprendió sobre todo italiano por sus compañeros de la tienda, las mismas personas que la introdujeron en la interpretación. "Eran pluriempleados, hacían sus sketches o trabajan en producción en una cadena italiana que tenía sede en Londres. Una vez me ofrecieron trabajar allí y ahí fue cuando se me disparó la cosa", detalla. A raíz de aquello se abrió un nuevo horizonte en la vida de Paula, quien inició una carrera como actriz que dura ya dos décadas y en la que sigue encadenando proyectos.