Los seres queridos de Pedro Trapote Mateo, hijo del conocido madrileño, han comenzado a acercarse la mañana de este jueves al madrileño tanatorio de San Isidro para despedirse del ganadero, que fallecía en Las Majadillas (su finca situada en el municipio sevillano de El Castillo de las Guardas) de manera repentina a los 52 años de edad. Una de las primeras personas en llegar a la capilla ardiente ha sido su padre, Pedro Trapote. El dueño de locales tan emblemáticos de la capital como las discotecas Teatro Barceló y Joy Eslava o la chocolatería San Ginés, visiblemente afectado y con su mirada oculta tras unas gafas de sol oscuras, ha acudido en compañía de su mujer, Begoña García-Vaquero, que no se ha separado de su lado.
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El empresario y su esposa, vestidos de riguroso luto, se han reunido con los dos hijos de Pedro Jr. y otros seres queridos en el tanatorio en el que se ha instalado la capilla ardiente, a cuyas puertas hemos visto cómo todos se abrazaban. En estos complicados todos ellos han recibido las condolencias de algunos amigos cercanos como la periodista Ana Rosa Quintana y su marido, Juan Muñoz o Cayetana Rivera Martínez de Irujo, a la que hemos visto despidiéndose con un abrazo de algunos miembros de la familia, a la que han acompañado también el dueño de Viceroy, Juan Palacios, Kike Sarasola, el artista Juan Peña, el empresario Israel Bayón, el estilista Josie, la diseñadora Elena Benarroch, Paloma Segrelles y su hija, Lucio Blázquez o Cuqui y Yolanda Font, entre otros. Por la tarde, antes de celebrarse la misa, la familia ha estado acompañada del matrimonio formado por Jaime Ostos y Mª Ángeles Grajal, Maribel Yébenes, Patricia Cerezo o Juan José Hidalgo.
-Así es la finca sevillana donde Pedro Trapote Jr. cumplió su sueño de ser ganadero
Pedro Trapote Jr, que tenía cuatro hermanos, estaba feliz con su vida en el campo y estaba volcado en las ganaderías de Toros de la Plata y Herederos de Antonio Ordóñez, pero además gracias a su pasión y dedicación al mundo taurino hizo buenos amigos como por ejemplo los hermanos Francisco y Cayetano Rivera. Este último ha mostrado sus condolencias a la familia, al igua lque José Tomás, al que hemos visto cabizbajo y con gafas de sol saliendo del tanatorio. La amistad del diestro de Galapagar con el ganadero era tan estrecha que, según indica ABC, el torero se instaló en Las Majadillas durante el confinamiento.
Desde que se conoció el fallecimiento del ganadero, no han dejado de sucederse los mensajes como el de Vicky Martín Berrocal, quien escribía junto a una foto: "Una triste noticia la que acabo de recibir. D.E.P amigo". Por su parte, el presentador Pedro Ruiz enviaba "un abrazo" a Pedro Trapote, añadiendo que "perder a un hijo no está en el guion natural de la vida". El torero Curro Molina indicaba que se encuentra "roto" y que va a echar de menos su "amabilidad y sencillez" mientras que su compañero, Curro Escarcena, recordaba lo bien que le trató siempre el empresario taurino.
Tal y como pudo saber ¡HOLA!, Pedro Trapote Jr. se encontraba mal y se fue a descansar a su habitación, donde fue encontrado muerto. Desde su entorno confirmaron a la agencia EFE en esas primeras horas tras conocer la noticia que no se conocían las causas exactas del fallecimiento pero que se barajaba la posibilidad de un infarto. Además, explicaron que un día antes, el ganadero, quien era padre de dos hijos nacidos durante el matrimonio que mantuvo con Diana Dominguín Suárez (hija del diestro Pepe Dominguín), había acudido a un hospital de la capital hispalense aquejado de ciertas molestias que, pensaba, se debían al coronavirus.
Un cambio radical con el que cumplió su sueño
Pedro Trapote Jr. llevaba más de dos décadas instalado en Sevilla (antes nació en Barcelona y vivió en MADRID), donde cumplió su sueño de dedicarse a ser ganadero de toros bravos. "Quiero dedicarle mi sacrificio al toro y poner mi grano de arena para su supervivencia", explicaba en un reportaje de Castilla-La Mancha Televisión. En esa nueva etapa que comenzó en el año 2000 contó con el apoyo de su padre, quien es un gran aficionado a la tauromaquia y al que es habitual verle en las plazas con su mujer, Begoña García-Vaquero, para disfrutar de la Fiesta Nacional. "Recuerdo que de pequeño mi padre me llevaba a los toros y por una razón de afición total decidió cambiar de vida y ayudar a mi padre con el tema de las ganaderías", contaba. Padre e hijo adquirieron juntos no solo la finca en la que Pedro ha vivido sino también otra en Constantina llamada Los Tinahones, cuyas puertas abrieron el empresario y Begoña a la revista ¡HOLA! en 2005