El ganadero Pedro Trapote Mateo, uno de los hijos del empresario madrileño Pedro Trapote, falleció ayer en su finca de Sevilla, según ha podido saber ¡HOLA!. El empresario taurino, de 52 años, se encontraba mal y se fue a descansar a su cuarto, donde fue encontrado muerto. Fuentes de su entorno han confirmado a Efe que todavía se desconocen las causas de su fallecimiento, aunque se baraja la posibilidad de un infarto. Al parecer, según las mismas fuentes, en la mañana de ayer Trapote Mateo acudió a un hospital de Sevilla para ser atendido de ciertas molestias que él mismo creía relacionadas con el coronavirus. Aunque en un principio sus restos mortales iban a ser trasladados al Tanatorio de La Paz, de Madrid, todo apunta a que finalmente la capilla ardiente se instalará en el Tanatorio de San Isidro. El ganadero estaba divorciado de Diana Dominguín, madre de sus dos hijos, y tenía grandes amigos dentro del mundo del toro, como Francisco Rivera y José Tomás.
El empresario taurino era propietario de la finca sevillana Las Majadillas, situada en El Castillo de las Guardas, y actualmente mantenía las ganaderías de Toros de la Plata y Herederos de Antonio Ordóñez. La Fundación del Toro de Lidia, cuyo fin es promocionar y defender la tauromaquia, ha dado el pésame a todos los familiares, amigos y compañeros de Pedro Trapote Mateo. La Unión de Criadores de Toros de Lidia, por su parte, también ha lamentado su repentina muerte. "Sentimos el fallecimiento del ganadero Pedro Trapote ayer en su finca Las Majadillas, en El Castillo de las Guardas, en Sevilla. Transmitimos nuestro más sentido pesar a su familia y amigos. DEP", han compartido.
La afición de Pedro Trapote Mateo por el mundo del toro le alejó de Madrid para comenzar una nueva etapa en Sevilla como ganadero. "Mi mayor ilusión como ganadero es sacar adelante los cuatro encastes que llevo ahora mismo", dijo en una entrevista concedida a la publicación Sevillatoro en 2005. "Lo mío es una carrera de fondo, soy un principiante que acaba de aterrizar, pero mi trabajo debe dar sus frutos dentro de mucho tiempo. Tampoco tengo prisas, porque lo de la ganadería es una pasión personal, pero no es nuestro medio de vida", explicó.
Pedro Trapote Mateo decidió ser ganadero "por afición", confesó en la citada publicación, y "porque quiero dedicarle mi sacrificio al toro y poner mi grano de arena para su supervivencia". Su finca sevillana era su mayor tesoro. "Cuando nos hicimos cargo de ella estaba un poco abandonada y era una dehesa dedicada más al cochino ibérico, y poco a poco la fuimos transformando, limpiando de monte y creando una dehesa de hierba junto a todo el encinar maravilloso que tiene", contó en un reportaje para Castilla-La Mancha Televisión.
El ganadero era uno de los hijos del empresario Pedro Trapote, conocido por ser el dueño del Grupo Trapote, que engloba establecimientos tan emblemáticos como el Teatro Barceló, la Joy Eslava y la Chocolatería San Ginés. "Recuerdo que de pequeño mi padre me llevaba a los toros y por una razón de afición total decidó cambiar de vida y ayudar a mi padre con el tema de las ganaderías", reconoció ante las cámaras de la televisión regional.
El lado más personal de Pedro Trapote Mateo
Pedro Trapote Mateo nació el 7 de abril de 1969 en Barcelona. Estaba divorciado de Diana Dominguín Suárez, madre de sus dos hijos. "Nuestra separación llegó cuando nuestros hijos tenían dos años, en ese momento nos divorciamos de mutuo acuerdo", declaró en aquel momento, tal y como puede leer en la página web de su exmujer, que es coach de relaciones, formadora, Inteligencia Emocional y PNL.
"Después tuvimos un contencioso que fue muy desagradable para todos. Nuestra relación se deterioró y se distanció hasta que en un momento dado, Diana me pidió que dejásemos atrás nuestras diferencias por nuestros hijos y me pareció la mejor opción para todos", confesó. "A pesar de las dificultades por las que hemos pasado como expareja, llevarnos bien nos ha beneficiado a todos, sobre todo a nuestros hijos", concluyó.