Para los oseznos, la primavera significa tiempo de descubrir el mundo , eso sí, bajo la atenta mirada de mamá osa, que más de una vez tiene que poner orden. Junto a estas líneas, unos traviesos ‘trillizos’ de un bosque de Alaska están a punto de acabar con la paciencia de su madre, quien intenta darles una ‘clase’ para que aprendan a atravesar el río.
No solo en libertad hacen de las suyas. Abajo, a un intrépido osezno del zoo Pairi Daiza de Bélgica le dio por explorar y escaló hasta una rama a veinte metros de altura, de la que luego no pudo bajar sin ayuda.