Se lesionó la rodilla en Estados Unidos y se perdió algunos torneos importantes a causa de la crisis sanitaria puesto que se contagió de coronavirus. Sin embargo, hace un mes volvió a la competición y afronta con optimismo e ilusión las próximas citas de la temporada, para las que cuenta con el apoyo completo de su familia. Esta misma semana, antes de dar comienzo el Abierto de Estoril, el jugador entrenaba en la pista y tanto su energía como su fuerza con la raqueta conquistaban a su mujer. Al ver al tenista devolviendo sin parar las bolas al otro lado de la red, Ana Boyer respondió efusivamente mediante emoticonos de aplausos y brazos.
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-'Cuánto os quiero', Ana Boyer se enamora viendo a sus chicos en las playas de Doha
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Desde que el inicio de su historia de amor, que comenzó tras coincidir en 2012 en un concierto de Enrique Iglesias, la hija pequeña de Isabel Preysler se ha convertido en el mejor talismán de Fernando en los terrenos de juego. Le ha acompañado a la mayor parte de torneos que ha disputado a lo largo y ancho del mapa, le ha animado cuando el resultado no ha sido el esperado y ha celebrado con inmensa alegría sus victorias. Desde que en marzo de 2019 nació su primer hijo, él también ha estado a su lado en las grandes citas deportivas que luego imita en casa, y es que ya apunta maneras de tenista. Según contaba Ana en las páginas de ¡HOLA!, "está obsesionado con las pelotas en general y en particular con las de tenis. Yo creo que, de ver a su padre entrenar, le encantan las raquetas y el tenis. No dice muchas palabras: papá, mamá y poco más… pelota". Próximamente podrá entretenerse y animar a su papá en compañia del pequeño Mateo, de cuatro meses.
Las noticias más felices
Como contrapunto a la difícil etapa profesional que atravesó Verdasco en 2020, lo cierto es que el año también le dejó buenas noticias y momentos inolvidables. El más destacado, sin duda alguna, el nacimiento de su segundo hijo en diciembre, convirtiéndose así en el protagonista de la Navidad. No fue la única alegría, se convirtió en tío por partida doble puesto que en julio llegaban al mundo Carmen y Valentina, las mellizas de su hermana Sara y su cuñado Juan Carmona. El hecho de haber pasado el confinamiento en Madrid, con los Preysler, también fue importante para el matrimonio, que habitualmente no puede disfrutar de sus seres queridos durante temporadas tan largas puesto que pasan mucho tiempo en Doha y viajando alrededor del mundo. Además, Ana y Fernando están contentos con la gran acogida de Cocowi, una firma de gorras.
La última vez que vimos a la pareja disfrutar con sus seres queridos fue hace una semana, cuando se reunieron para brindar con Ana por su 32 cumpleaños. Un día muy bonito en el que la hija de Miguel Boyer no solo tuvo sorpresas, regalos y cariñosas felicitaciones de sus hermanos, sino también diferentes tartas en las que soplar las velas y poder pedir muchos deseos para los próximos meses, que se antojan muy positivos para los Preysler. No en vano, tienen este verano en Sotogrande la boda de Álvaro Castillejo, sobrino de Isabel, una cita muy esperada por todos ya que el empresario está muy unido tanto a su tía como a sus primos