Tras más de cinco años librando una intensa batalla en los tribunales, Tatiana Akhmedova, exmujer del magnate ruso Farkhad Akhmedov, cuyo patrimonio está valorado en más de 1.150 millones de euros, ha ganado el último asalto del que se ha convertido ya en el divorcio más caro de la historia del Reino Unido, consiguiendo que el fuera su marido durante 22 años y padre de sus dos hijos tenga que abonarle la nada despreciable cantidad de 524 millones de euros.
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Tatiana, que solicitó el divorcio de Farkhad en 2003, aunque no se hizo efectivo hasta el 2015 debido a que durante esos años protagonizaron algunas reconciliaciones, tan solo había percibido hasta ahora 5,7 millones de euros por parte del multimillonario ruso así como lo que ella misma calificó como “un helicóptero oxidado”. Una cantidad que nada tenía que ver con lo que la sentencia del Tribunal Superior de Londres, quien dictaminó que Akhmedov debía otorgar a su exmujer el 41,5 % de su riqueza, o lo que es lo mismo 600 millones de euros, aunque él se negó rotundamente.
Dispuesta a llegar hasta el fondo del asunto, Tatiana acusaba a finales del año pasado a su exmarido y a su propio hijo, de 27 años, de ocultar bienes para asi no pagarle la reclamada pensión, llegando incluso a calificar a su hijo como "lugarteniente" de su padre, tras haber confabulado juntos para ocultar la fortuna de casi 80 millones de euros que le debía. Hechos que el tribunal superior de Gran Bretaña ha constatado tras comprobar que el oligarca ruso había transferido enormes sumas de dinero a su hijo.
"Temur ha aprendido bien de la conducta pasada de su padre y ha hecho y dicho todo lo posible para evitar que su madre reciba un céntimo de los bienes matrimoniales", dijo la jueza Gwynneth Knowles durante la lectura de la sentencia "Le mintió a este tribunal en numerosas ocasiones; órdenes judiciales incumplidas; y no proporcionó una divulgación completa de sus activos", añadía la magistrada, quien concluía que que debía pagarle a su madre 80 millones de euros. Además el tribunal también tuvo en cuenta algunos de los mensajes de WhatsApp divulgados durante uno de los procesos judiciales, en el que Farkhad le decía a su hijo que preferiría "quemar" su dinero que pagar el acuerdo de divorcio de su exesposa. Un mensaje al que Temur respondió diciendo que estaba de acuerdo y afirmando que su madre “no se merecía” ni un céntimo.
Parafraseando a Tolstoi, la jueza concluía el juicio diciendo: “Todas las familias felices son iguales, cada familia infeliz es infeliz a su manera. Con disculpas a Tolstoi, la familia Akhmedov es una de las más infelices que jamás haya aparecido en mi sala del tribunal".
Tras conocer la sentencia un portavoz de Temur señalaba: "Como millones de jóvenes, Temur se ha visto envuelto en la ruptura del matrimonio de sus padres. Nunca buscó tomar partido o involucrarse, pero inevitablemente se vio arrastrado por el vórtice de una amarga disputa familiar". "Sus acciones posteriores solo fueron motivadas por su deseo de poner fin a la guerra entre sus padres" afirmaba. "Si bien no está de acuerdo con este juicio, lo consideraría un precio por el que vale la pena pagar si conduce a un acuerdo razonable entre los dos padres que ama"' acaba diciendo este representante.
Tatiana, por su parte, tampoco se ha quedado callada y ha enviado un comunicado diciendo: "Desde nuestro divorcio en 2016, la conducta de mi exmarido Farkhad ha dejado un rastro de destrucción y dolor a su paso. Ha impulsado una vendetta nacida de sus mentiras, con la que se propuso no solo destruirme a mí, sino también la relación con mi hijo. Afortunadamente, ese vínculo es inquebrantable. Como padre, ha manipulado su responsabilidad parental, como marido ha deshonrado el papel de buen padre y, en cambio, ha tratado de destruir e impulsar su propaganda vengativa para manipular, burlarse y utilizar los tribunales en Inglaterra y en el extranjero. El juicio de hoy es la conclusión inevitable, dado que Farkhad no se comportó de manera honorable en primera instancia. Este acuerdo debería haberse alcanzado de manera amistosa como lo ofrecí en tantas ocasiones. El dinero no reemplaza el daño permanente y las cicatrices de mis hijos o la devastación que Farkhad ha implementado en su propia familia. Como madre y abuela, con mucho gusto asumiré el papel de protectorado sobre mi familia donde Farkhad ha fallado. Siempre supe que mi fuerza prevalecería a través del humo y los espejos presentados por Farkhad y su circo de ilusionistas”.
Durante su matrimonio, la pareja disfrutó de un estilo de vida increíblemente lujoso, con una mansión de 45 millones de euros en Surrey, así como una casa de vacaciones de 32 millones. Además, Akhmedov, posee una colección de arte estimada en más de 100 millones de euros y tiene un jet privado valorado en alrededor de 48 millones. En 2014, compró el superyate Luna de Roman Abramovich por 345 millones de euros, el cual ha estado en juego durante todo el proceso de divorcio.