Rocío Crusset ni quiere ni puede ocultar que está viviendo un dulce momento en su vida. La modelo ha encontrado la estabilidad junto al hombre que conquistó su corazón hace dos años y con el que forma una pareja ideal, el empresario italiano Maggio Cipriani, heredero del imperio hostelero Cipriani, con quien celebra sus dos años de amor, en Nueva York. La hija de Carlos Herrera y Mariló Montero hizo las maletas y se instaló hace tiempo en la ciudad de los rascacielos, donde disfruta de una vida plena en la que, poco a poco, va cumpliendo sus objetivos.
De hecho, está muy ilusionada con el paso académico que ha dado, matriculándose, tal como adelantaba en ¡HOLA! Living, en Diseño de Moda en Parsons, una de las escuelas más prestigiosas del mundo. “Mi mejor momento del año pasado fue empezar la nueva carrera. Me he sumergido tanto en ella que he encontrado mucha paz en mí misma. Me hace feliz quedarme día y noche trabajando en proyectos y eso me ha dado mucha estabilidad emocional”, confesaba la sevillana, que, debido a las restricciones en los desplazamientos por la pandemia, no pudo despedir a su abuela paterna, Blanca Crusset, fallecida el pasado mes de enero.